Las leyendas de la fotografía en Almansa | Un recorrido por los nombres, obras y legado de los referentes de este arte en Almansa y comarca gracias a la exposición que el Foto Club Almansa mantiene hasta finales de octubre de 2024 en Casa de Cultura, realizada en colaboración con el Ayuntamiento y basada en el trabajo de Pedro Olaya con Torre Grande. 

«Una muestra que rinde homenaje a los fotógrafos profesionales, pioneros de la fotografía de Almansa que, a lo largo de sus vidas, capturaron la esencia de nuestra comunidad a través de su cámara, nos dejaron un legado visual invaluable que continúa inspirándonos. Esta exposición es un tributo a su talento, dedicación y contribución al arte de la fotografía», es el mensaje del Foto Club Almansa.

Francisco Santandreu Azorín

Desarrolló su actividad en Almansa desde 1945 a 1962, donde se anuncia como un proveedor de servicios de «Fotografía, Pintura y Ampliaciones». Fue el principal fotógrafo de estudio de esta época y un gran editor de postales. Instalado primero en la calle José Antonio, 28 (calle Mendizábal), se trasladó enseguida a la calle Lavadero, que es la travesía entre las calles Virgen de Belén y Rambla. Procedía de Yecla, ciudad en la que también había tenido un estudio de fotografía.

Trabajaba con una cámara estacionaria de 13×18 centímetros. Regaló su archivo referente a Almansa a otro fotógrafo [Pedro Martí Megías, abajo], pero desapareció accidentalmente. Su mujer iluminaba y retocaba las copias. Durante sus últimos años en Almansa, contó con la colaboración de su hijo Francisco ‘Paquito’ Santandreu para hacer fotografía de reportaje. Su descendiente continuó sus negocios de fotografía en Madrid.

Samuel Martínez Ribera (1928-2001)

Comienza a trabajar como fotógrafo de servicios y reportajes en 1955, junto a su hermano Pedro Martínez [abajo]. Se convierte en el cronista visual del momento como reportero en La Semana de La Radio. A lomos de su moto Vespa recorre y fotografía la comarca almanseña. Además de reportajes, los Hermanos Martínez hacían retratos, fotos de carné, reproducción de documentos, revelado de carretes y copias de blanco y negro de aficionados. Fue un innovador del laboratorio, que aplicó  al revelado fotográfico los conocimientos de química, adquiridos en Requena en su época de bodeguero.

Pedro Martínez Ribera (1925-2018)

Hacia 1953, Pedro empieza a trabajar como fotógrafo compaginándolo como contable en una bodega. Trabajó como operario de la Bodega de Colomer, en la calle del Muelle de Almansa junto con su hermano Samuel. Cuando esta cierra [su venta definitiva se produce en 1960], los dos se dedican de pleno a su firma fotográfica, Hermanos Martínez. Comenzaron en su domicilio familiar, en la calle La Paz, 2. En 1961 instalaron el negocio en la calle Ferrero, 5, completando el laboratorio inicial con un sencillo estudio. Pedro se arriesgó, apostó y acertó. Se consagró como fotógrafo social, de eventos e industrial en las fábricas de calzado o judicial para la Guardia Civil. Como su hermano, fue un buen cronista visual.

Francisco Molina Pérez (1922-2018)

Comienza repartiendo las fotografías de la empresa Ripoll y a trabajar con los Hermanos García, que tenían un laboratorio en Alicante. Éstos le dan una cámara de fotos para hacerles de corresponsal en Caudete. En esta localidad tuvo su domicilio y su establecimiento, en la calle Luis Golf, 5 y 7, pero se trasladaba casi todos los domingos a Almansa. También cubría nuestras Fiestas de en honor a la Virgen de Belén y la Feria.

Aunque su especialidad eran las bodas, Molina fotografió a muchos personajes como Antonio Machín, Carmen Sevilla y el torero Chicuelo II. Fue reportero gráfico de la revista Semana. Durante la década de los 50 trabajaron para él Vicente y Francisco Alcocel. Llegó a tener 24 fotógrafos en sucursales por toda España. Su hijo Pepe, ya jubilado, y luego sus dos nietos, han dado continuidad al negocio abierto en Caudete desde 1946.

Antonio García Gosálvez (1940-2016)

Fotógrafo autodidacta, comenzó en el mundo de la fotografía retratando momentos especiales en bodas y eventos de la mano del que fue su compañero, el mencionado Pedro Martí Megías, apodado El Homero. Su vida le llevó al mundo de la creación artística como marmolista, pero nunca dejó de capturar con su objetivo momentos especiales para él y su familia. Siempre se desplazaba en moto, para no perderse ninguna instantánea.

José Francisco Ruano López (1952-2021)

Fotógrafo autodidacta, inicia su afición a la fotografía en 1973, formando parte de la Agrupación Fotográfica de Villena. Con Pedro Olaya como maestro, llega a conseguir una depurada técnica, mostrando una especial predilección por el desnudo. Fruto de unas sesiones en Cadaqués (Cataluña), obtuvo el primer premio en el Salón Nacional de la Agrupación Fotográfica Alcoyana y una posterior exposición en Almansa. Tal era su afición que, en 1975, decide ampliar en su negocio de relojería-joyería San Francisco, una sección de fotografía con cámaras, objetivos y material de revelado, lo que lo convierte en un comercio referente y pionero entre los fotógrafos almanseños.

José Tortosa Matea «Manzano» (1933-2024)

Comienza de repartidor de fotos para los Hermanos Martínez, en 1952, y trabaja para ellos durante tres años. Comparte su primera etapa junto al colectivo de fotógrafos locales de la calle Ferrero, especialmente durante sus trabajos en las Fiestas Mayores de Almansa. Su segunda etapa la realizó como «Foto estudio Motormar» [de Mora, Tortosa y Martínez], situado en la calle Aniceto Coloma, junto a su primo Miguel Mora y su amigo Pedro Martínez. Posteriormente, prosigue con Mora hasta que, en 1980, trabaja en solitario como «Foto estudio Manzano» hasta su jubilación, que termina en la calle Caudete.

Miguel Mora Matea (1933-2020)

Foto cámara con flash y correa en la cabeza. (foto a pie de campo Paco simón). Empezó como ayudante de los Hermanos Martínez, compaginándolo con su empleo en el sector del calzado. Montó un laboratorio propio y trabajó con comercios que le proporcionaban sus carretes fotográficos. Primero perteneció al llamado Grupo, al cual pertenecían todos lo fotógrafos locales. Más tarde se asoció con su primo José Tortosa el Manzano, formando Mora-Manzano. Posteriormente, formaron Motormar. Cuando se separaron, se trasladó a Calvo Sotelo, 54 (actual Corredera). Continuó ejerciendo como fotógrafo junto a su hijo Miguel Ángel hasta que llegó su jubilación.

Antonio Megías Ruano «Gusano» (1917-1988)

En 1945, comienza a trabajar como fotógrafo de reportajes, bodas y comuniones, desde su domicilio particular en la calle Albacete y con el carné llamado de Empresa de Responsabilidad. Siempre compaginó la fotografía con su otro trabajo como zapatero en varias empresas del calzado. Durante algo mas de 30 años, todos los días festivos y sus vísperas salía a la calle y, con su máquina bajo el brazo, retrataba la vida de la calle almanseña.

Vicente Alcocel García (1918-1988)

Pertenece a la familia conocida en Almansa como Los Pusos, comienza su trabajo como profesional dado de alta en 1950. Aunque nunca tuvo establecimiento abierto, su carrera como fotógrafo es muy longeva y la continúa hasta su jubilación, en 1985. En todo este tiempo, compagina esta actividad con la de zapatero. Nunca tuvo laboratorio propio y sus trabajos los llevaba a Molina, en Caudete. Era habitual como fotógrafo social, además de en Almansa, en Higueruela y Alpera.

José Alcocel García (1927-2000)

Fotógrafo desde 1953 hasta su jubilación, siguió los pasos de su hermano, Vicente Alcocel [arriba]. Compaginó su trabajo de zapatero con el de fotografía de reportaje y de calle, principalmente en domingos y festivos. En principio se ocupó de hacer las tomas y el trabajo de laboratorio lo realizaba Francisco Molina, de Caudete. Posteriormente, montó su propio laboratorio y mantuvo la actividad hasta los años 90.

Francisco López Alcocel (1923-1994)

Desde joven trabajó como fotógrafo. Más tarde, lo compaginó con la profesión de zapatero en la fábrica Calzados Alcocel. Siempre tuvo laboratorio fotográfico en los domicilios donde vivió, por lo que revelaba todos sus trabajos e, incluso, se lo hacía a algún compañero. Primo hermano de los hermanos José y Vicente Alcocel García [arriba]. Su principal cámara fue una Kodak Retina. Desarrolló la labor fotográfica ambulante de calle hasta los últimos instantes de su vida.

Basilio Segura Gómez

Fotógrafo almanseño que, sobre todo, realizó trabajos de calle y de reportaje. Tuvo su domicilio en la calle Calvo Sotelo, 25 (actual Corredera). Inició su dedicación a la fotografía sin dejar su trabajo como dependiente en la tienda de tejidos de Amós Núñez. Se marchó a Elda en 1954, año de acusada despoblación de nuestra ciudad, con motivo del cierre de la fábrica Coloma. En Elda se dedicó de lleno a la fotografía, introduciéndose en los nuevos campos de tienda, trabajos industriales y negocios de importación. Tuvo también comercios en Elche y Alicante.

Pedro Martí Megías (1931 – 2015)

Sin llegar a montar un estudio fotográfico como tal, compaginó su negocio familiar de panadería con la venta y asesoramiento de material fotográfico, servicio de revelado, fotos de carné y algún encargo, por amistad, en comuniones y bodas. Realizó cursos con la empresa Kodak en Madrid y trabajó en la revista Arte Fotográfico. Mantuvo el contacto con almacenes fotográficos y, en su interés, siempre prevaleció el gusto por la innovación tecnológica a la comercial. Entrado en edad, se manejó perfectamente con la era digital y Photoshop.

Pedro Antonio Esteban Arocas «El Maño» (1914 – 2003)

Adelantado a su tiempo, polifacético y autodidacta. Trabaja en diferentes ámbitos como el diseño publicitario, la poesía, la arquitectura y, por supuesto, la fotografía. Realizó un abundante trabajo fotográfico sobre Almansa y su comarca. A menudo utilizaba sus fotografías para realizar sus diseños. Una vez positivadas las recortaba, pintaba o insertaba en paneles para hacer sus piezas. Una vez terminado el panel, volvía a fotografiarlo para generar una imagen definitiva. Tras la Guerra Civil y posterior trabajo en Madrid, regresa a Almansa para desarrollar su etapa como diseñador y decorador.

Si te ha gustado este artículo, invitamos encarecidamente a visitar la exposición abierta en Casa de Cultura hasta finales de octubre para conocer más fotos de estas auténticas leyendas locales. Desde el Foto Club Almansa nos comentan: «La exposición se titula “Imprescindibles” y está dentro del programa de “Encuentros con la fotografía 2024” que organiza el Foto Club Almansa. Este año, el tema es el coleccionismo de imágenes. La muestra es un pequeño homenaje a los fotógrafos profesionales que trabajaron en Almansa de 1940 a 1995, aproximadamente. Dentro de los “Encuentros con la Fotografía” hay dos exposiciones mas, “Seres y Estares” y “Legendarios”, también expuestas en la Casa de Cultura de Almansa junto a tres conferencias muy interesantes sobre el coleccionismo de imágenes».