22/11/2024

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El Castillo se ilumina de azul: la lucha de las personas con daño cerebral adquirido se hace visible

Ana Véliz, terapeuta ocupacional de Adace CLM, advierte que el centro almanseño de la asociación asiste a 82 usuarios y familias
Castillo azul Adace Almansa

Y Castilla-La Mancha se iluminó de azul. Ayer, las principales localidades de la región, incluida la ciudad de Almansa y su Castillo, hicieron suyo el color del Día Nacional del Daño Cerebral Adquirido, una discapacidad que afecta a más de 400.000 personas en nuestro país, 20.000 de ellas en el territorio castellanomanchego.

A pesar de su gran prevalencia —las personas afectadas suponen el 10% del total de personas con discapacidad en España— el daño cerebral sobrevenido sigue siendo una circunstancia desconocida para la gran mayoría de la población.

El centro almanseño de Adace CLM, la asociación de Daño Cerebral Sobrevenido de Castilla-La Mancha, celebró ayer la lectura de un manifiesto y realizó un emotivo acto al pie del Castillo, al que acudieron concejales de todos los partidos y la delegada del área de Servicios Sociales, Margarita Sánchez.

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En las escaleras del Castillo se reprodujo un vídeo en el que se mostró la difícil realidad de estas personas que no siempre fueron así. Un día sufrieron un ictus, un traumatismo craneal, un tumor cerebral o alguna lesión que, en definitiva, cambió sus vidas.

86 usuarios y familias en Almansa

Ana Véliz, terapeuta ocupacional de Adace, señaló que atienden las necesidades de 86 usuarios y familias de personas con daño cerebral sobrevenido en Almansa (en total 42). En esta localidad comenzaron a trabajar en el año 2006, ofreciendo un centro de ocio directo, pues «tras la rehabilitación, al llegar a casa, estas personas se colapsan. Andan, pero no saben a dónde ir», manifestó Véliz.

Desde entonces han evolucionado y ofrecen proyectos «desde el minuto 1 en el que ingresan en el hospital hasta que alcanzan una vida independiente». Entre estos, destacan, las labores de información y asesoramiento, un programa de dictámenes técnicos (para asesorarles en materia de discapacidad y pensiones), así como programas de rehabilitación, logopedia, terapia ocupacional, fisioterapia, neuropsicología o estimulación cognitiva.

Este última actividad se realiza de manera individual o grupal, pero Véliz prefiere la segunda modalidad, «porque ataja el problema del aislamiento social y arroja resultados más positivos». La inclusión comunitaria y el ocio son el vértice de Adace Almansa. «El objetivo es enseñarles a divertirse. Son personas con mucho tiempo libre y es muy difícil para ellos, por ejemplo, aceptar que pueden ir al cine u hacer otras actividades. Nosotros les abrimos un abanico de posibilidades».

El almanseño que superó obstáculos

Además, imparten sesiones de formación y empleo. «Les ayudamos a sacarse el graduado escolar, el universitario y durante el empleo. Véliz recuerda el caso de un chico almanseño con daño cerebral adquirido. «Le ayudamos desde el primer momento, le asesoramos y acudió a la Universidad. Hoy día tiene el graduado, mujer y un hijo. El nuestro es un trabajo duro, pero por casos como este, muy agradecido», remarca.

Véliz quiere destacar que «el daño cerebral no es una persona, sino una familia en su conjunto. Por eso, ofrecemos apoyo a menores, tanto que hayan sufrido un ictus como menores de personas con daño cerebral, porque los roles cambian: el padre se convierte en hijo y el hijo en padre, y eso es muy duro».

Adace CLM cuenta con la única vivienda tutelada en España, que está en Albacete, donde los usuarios aprenden a recuperar su independencia. Además, avanza Véliz, están en proceso de crear una vivienda de baja supervisión. «El objetivo es poder irse a casa, conseguir autonomía y recuperar la calidad de vida», matiza.

¿Cómo podemos colaborar con Adace? Basta con nuestra compañía

«Tenemos socios colaboradores, que lo hacen económicamente, pero lo más importante para nosotros son los voluntarios. Nosotros solos no llegamos a todo. Estas personas, por ejemplo, pueden traerlos y llevarlos a la asociación», ejemplifica Véliz. Esto, explica, fomenta el ocio y evita el aislamiento social, «que es lo que ha pasado durante la COVID-19».

Todos, dice, hemos estado aislados. «Pero ellos y sus familias tienen mucho más miedo. Han aumentado la depresión y los problemas de conducta durante el confinamiento. Han perdido masa muscular y han dejado de andar. Pero esto ha sido más fácil de tratar que los problemas psicológicos. Lo que necesitaban era volverse a ver, ir la centro, ver a gente que le ha pasado lo mismo; sentirse arropados».

El jueves 29 de octubre, a las 20:00 horas, se celebrará en las escalinatas del Castillo una batucada formada por chicas del curso impartido por el grupo La Estrella y los usuarios del Adace.

Laura C. Liébana

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