Hay autores cuya voz trasciende las ondas, la pantalla o el papel y se convierte en memoria viva de una ciudad. Ese es el caso de Luis Bonete Piqueras, periodista de esos que no se retiran nunca y cuya pluma ha generado (y genera) tanto información valiente como opiniones para polémica de la audiencia.
Hoy, tras décadas de dedicación al periodismo local en Almansa, decide reunir en un solo volumen algunas de sus crónicas más significativas. En «El Cuartico», Bonete recupera artículos de opinión publicados a lo largo de los años y nos invita a recorrer con él un itinerario personal y colectivo, donde se entrelazan recuerdos, ironías y luchas del pasado así como esperanzas para el futuro.
La recopilación no es una mera antología; según palabra de su autor «es un acto de rebeldía literaria en plena era digital». Sus textos, dotados de su inconfundible estilo personal, reivindican el valor de la memoria, la importancia del contexto y la vigencia de un periodismo que no teme incomodar. Desde el respetuoso recuerdo de su padre hasta interesantes reflexiones del devenir social y político de toda una ciudad, Luis Bonete nos ofrece un libro que es doblemente útil, ya sea como testimonio histórico o como un valioso puente entre generaciones futuras y pasadas.
Luis, después de tantos años dedicados al periodismo local, ¿cómo ha sido el proceso de volver la vista atrás y recopilar tus propios textos para este libro?
Siempre he considerado que mis trabajos de opinión merecían la pena estar al alcance, no solamente de quienes pudieron leerlos en su momento, sino que he creído oportuno darlos a conocer en este momento vital de mi vida en el que puedo dedicarme con libertad a hacer lo que me gusta, una coyuntura en la que personas que accederán ahora al Cuartico siquiera habían nacido cuando di forma a los primeros trabajos que integran el libro. El proceso ha sido muy reconfortante, y puedo decir sin tapujos que he observado a través de la recopilación que citas, la evolución de mi estilo periodístico, y mi implicación en los temas locales
¿Qué significado tiene para ti el título El Cuartico y porqué decidiste utilizar esa metáfora cargada de memoria colectiva y transformación?
Lo explico muy detenidamente en la sinopsis del libro: “…, el Cuartico era, durante el régimen franquista, un calabozo local sucio y oscuro, cuya sola mención nos amedrentaba, donde nos amenazaban con llevar si no nos portábamos bien. Hoy es distinto: el Cuartico que llega a las manos de los actuales lectores ha transmutado en una mazmorra bien distinta —amable, imaginaria, iluminada…—, donde se dan cita un muestrario de crónicas, reflexiones y relatos que proponen un itinerario por diferentes momentos históricos y experiencias de corte personal, obsequiando al lector con una visión panorámica de Almansa y otros temas de interés nacional y alguno internacional.
¿Cómo elegiste los artículos que conforman el libro? ¿Hay algún criterio temático, cronológico o sentimental detrás de la selección?
El proceso fue sencillo y complicado a la vez. Repasé con detenimiento mi archivo personal y elegí los trabajos que a mi juicio eran más significativos y que podían conectar mejor con el lector. A la vez traté de cuidar mucho que la recopilación tuviera un hilo conductor invisible que lograra que el lector, finalizado un trabajo, quedara con ganas de proseguir con la lectura de los siguientes.
Quienes te han leído a lo largo de los años saben que tu estilo mezcla lo informativo con lo sarcástico, lo técnico con lo coloquial. ¿Cómo describirías tú mismo ese «tono Bonete» que tanto te caracteriza?
Eso de «tono Bonete» me ha hecho gracia Víctor. Serán los años, o no sé bien que puede ser, el caso es que, con el inexorable paso del tiempo, he aprendido a sentir un orgullo desconocido en mi juventud por pertenecer a la familia Bonete, mayormente conocida como los «Rita» En cuanto a mi tono o estilo, la cosa está muy clara: «…, porque callar nunca lo contemplé como una opción, ni lo será, el Cuartico se presenta como mi mejor acto de rebeldía literaria».
En tiempos de inmediatez digital, ¿qué valor crees que tienen estos textos en papel, reunidos como testimonio de una época y de una forma de hacer periodismo?
En plena era digital, desde mi punto de vista la recopilación de textos periodísticos sigue siendo muy válida, pero su función cambia: ya no es solo «poner todo junto» sino dar orden, contexto, permanencia y credibilidad a un flujo informativo que en internet es disperso y volátil. Añadiría que, libros como el Cuartico permiten observar cómo evolucionaron los hechos y el discurso mediático en un momento determinado. Es sabido que en internet hay sobreabundancia de datos. Una recopilación bien hecha implica criterios de selección, edición y jerarquía, y colabora definitivamente a otorgar a la misma credibilidad y autoridad, algo que muchas fuentes digitales instantáneas no tienen, a la vez que permite diferenciar entre información efímera y textos con relevancia perdurable.
Has cubierto decenas de temas y acontecimientos locales. ¿Hay algún artículo en El Cuartico que recuerdes con especial cariño o que te haya costado especialmente escribir?
Considero a todos los artículos de el Cuartico hijos de mi decisión vital de no callar ni bajo el agua y expresar aquello que pienso, siempre sin calumniar y tampoco injuriar. De todos los trabajos que integran el Cuartico hay uno, concretamente el número 87 (pág. 272) que bajo el título Garnacha Tintorera, glosa inmerecida y brevemente parte de la historia de mi padre, Mario Bonete, “Rita”, que pone en valor su capacidad humana de padre con mayúsculas hasta su muerte y vinatero visionario sobre las posibilidades de los vinos de Almansa, y concretamente, pionero de la vinificación de la variedad autóctona conocida como Garnacha Tintorera. Ese es, sin duda alguna, el artículo que con más cariño he escrito.
¿Qué reacción esperas del lector de hoy, tal vez más joven o menos familiarizado con el contexto de algunos textos? ¿Crees que podrán encontrar conexiones actuales en lo que escribiste hace años?
Esta cuestión, la de las reacciones la responde en el libro el almanseño Miguel Juan Pereda, Cronista Oficial de la Ciudad de Almansa, y autor del prólogo del Cuartico, que escribe: «…, antes de que aborden la lectura de este libro, he de advertirles que, conociendo algunas de las inamovibles convicciones de las que siempre ha hecho gala Luis, cuando las palabras confinadas en este ‘cuartico de papel’ tengan ocasión de ver la luz y puedan escapar corriendo en libertad, habrán de despertar —indistintamente— sensaciones de sorpresa, asombro, diversión, emoción, respeto, comprensión, admiración, aprendizaje, perplejidad, desaprobación o rechazo; lo que es seguro es que no dejarán indiferente a nadie».
¿Puedes adelantarnos algo sobre la presentación oficial del libro el próximo 19 de septiembre? ¿Dónde será, qué formato tendrá, y qué esperas de ese encuentro con los lectores?
La presentación será el viernes día 19 de septiembre, a las 19 horas en el salón multiusos de la oficina de Turismo (junto a las escalinatas del Castillo). En principio, y aunque no está cerrado, comparecerán junto a mí dos o tres personas: una relacionada con el mundo de la Seguridad Ciudadana y quizás otras dos con el universo del periodismo. La labor de difusión y promoción del acto ha sido intensa, y tengo la esperanza de encontrarme con amigos, conocidos y también, porqué no, con críticos de mi trabajo, obra y forma de pensar; todos serán bienvenidos a un acto cuyo protagonismo con mayúsculas será el periodismo. Mi intervención tendrá como base una breve reflexión sobre lo que entiendo como relevancia del periodismo de opinión en la actualidad.
Después de esta publicación, ¿te planteas seguir escribiendo, aunque sea desde esta nueva etapa de «jubilación»? ¿O El Cuartico es tu punto final editorial?
Por supuesto que sí. Seguiré muy de cerca el mundo social y político de la ciudad que me vio nacer. Si Dios me da salud, habrá un «segundo Cuartico». Por otra parte, tengo en mente otros proyectos literarios entre los que se encuentra una novela costumbrista, un foto-libro sobre el Sars-COVID-19, y mis memorias. A todo ello añádele el proceso de digitalización de miles de fotografías analógicas que forman parte de mi patrimonio y quiero se conserven para la posterioridad. Pero todo poco a poco, sin prisas.
Por último, ¿qué te gustaría que quedara en la memoria del lector cuando cierre el libro por última vez? ¿Hay algún mensaje o sensación que te gustaría que perdurara?
Ojalá y ayude a los más jóvenes a comprender la evolución política y social de Almansa de los últimos años, espero y deseo que el Cuartico no se lea como un punto y final, sino como el inicio de nuevas conversaciones entre el autor y sus lectores.