El cierre de establecimientos y las restricciones con las que convivimos, han hecho que muchas personas pasen a tener una vida menos activa provocando dolores articulares, de espalda o cefaleas. Además, la llamada fatiga pandémica nos provoca mayor depresión, ansiedad, irritabilidad y aumenta este tipo de dolores. Quiero explicarte un poco la importancia del ejercicio físico y mantener una vida activa para enfrentarnos a estos síntomas marginales por el SARS-CoV2 o COVID-19.
¿Por qué el ejercicio alivia el dolor?
Puede que te suene la palabra «endorfina». Es una forma abreviada de nombrar a la morfina endógena, es decir, una droga opiácea que empieza a fluir por tu propio organismo cuando practicas ejercicio. Son las principales encargadas de aportarnos esa sensación de bienestar físico. De forma exógena, se utiliza para tratar dolores severos postquirúrgicos, oncológicos o muy agudos como pancreatitis.
Esta morfina, en compañía de otras sustancias químicas como cannabinoides o serotonina, son las encargadas de modular el dolor en un proceso denominado inhibición descendente, que se activa generalmente al realizar actividad física.
Cambios en el sistema inmunológico
Hay investigaciones que demuestran que el ejercicio físico regular puede reducir el nivel de citoquinas inflamatorias circulantes en sangre, mejorar el sistema nervioso central y aumentar las citoquinas antiinflamatorias.
Esto se traduce en una reducción de la inflamación de forma local o global en todo el organismo, y, por tanto, disminución de todo tipo de dolor (articular, muscular, cefaleas). También mejora el sistema inmunitario para protegernos de enfermedades y/o reduciendo sus síntomas.
Ayuda a lidiar con la fatiga pandémica
Los síntomas notables de la fatiga pandémica afectan en gran medida a la calidad de vida de la persona. Además, fomenta el deterioro cognitivo acercándonos a enfermedades como Alzheimer o demencia senil.
Esta creación de hormonas por los diferentes procesos derivados de la actividad física dificulta el deterioro cognitivo disminuyendo los niveles de estrés emocional y creando una sensación de optimismo y bienestar emocional.
Además, permite conciliar el sueño con más facilidad dificultando la aparición de insomnio, y recogiendo todos los efectos beneficiosos que esto conlleva: mejora de la memoria, mejora del sistema inmunológico, mejora síntomas depresivos, mejora el sistema cardiovascular, etc.
¿Cuánto ejercicio tengo que hacer?
Peijie Chen, investigador de la Universidad de Shanghái, nos dice que con 20 minutos de actividad vigorosa o 30 minutos de actividad moderada al día tendremos suficiente para notar realmente beneficios del deporte.
Yo te recomiendo que hagas lo que puedas, según tu tiempo disponible. Todos podemos sacar unos minutos al día para movernos. Simplemente ten en cuenta que hay que trabajar sin fijarte un máximo de tiempo. ¡Cuánto más mejor!
Ten en cuenta que no es lo mismo hacer ejercicio, que aumentar la actividad de tu día a día:
Unos pequeños cambios que pueden venirte bien para mantener una vida activa serían por ejemplo utilizar menos el coche o subir escaleras (en el mundo deportivo se denomina NEAT – Gasto calórico no proveniente del ejercicio).
Para realizar ejercicio, te recomiendo contactar con un profesional. Con las medidas que se han tomado del cierre de las instalaciones deportivas y/o la reducción de aforos, los preparadores, entrenadores y diversos monitores deportivos se han lanzado al mundo online, ofreciendo una oportunidad a toda la población de realizar entrenamientos guiados por videoconferencias. Además, hace unos días se aprobó la actividad física y el deporte como actividades esenciales, por lo que en principio, no cerrarán los establecimientos… ¡ya no tienes excusas!
Intenta no hacer rutinas, dietas o ejercicios «de cualquier canal de Youtube» que has encontrado: pueden ser perjudiciales por diversos motivos.
Si ya tienes conocimientos deportivos y no eres de centros deportivos, prueba con los ejercicios de peso corporal, utiliza objetos del hogar como palos de escoba y garrafas de agua y pon a trabajar tu creatividad.
Conclusiones
Mantener una vida activa con ejercicio físico, no es únicamente segregar químicos y sentirse bien durante unas horas. Es la forma de poner a punto un sistema cuya función es necesaria para que te sientas bien todo el tiempo.
Estas sustancias alteran nuestra química cerebral de tal manera que nos hace sentir mejor y más activos, punto fundamental para poder llevar todos los cambios que estamos sufriendo en la sociedad por la crisis actual.
Para detener la pandemia, el mensaje es claro: quédate en casa, sal solo para lo importante y evita en la medida de lo posible los contactos sociales… ¡pero mantente activo!
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