María Díaz Belotto es una joven almanseña que ha tenido el valor de emprender para poder dedicarse a su pasión: el maquillaje. Se trata de una chica intensa y risueña, con una gran preparación profesional que combina a la perfección con su simpático sentido del humor. Acude a esta entrevista con un eyeliner perfectamente delineado. Le preguntamos por él y contesta: «Llevaré mi eyeliner hasta el final, porque es mi sello de identidad de en el mundo del maquillaje».

Fantasía, especial y social

La historia de María Díaz con el maquillaje empezó a raíz de las uñas. Es la parte de la belleza que siempre le ha fascinado. Tras iniciar su interés por este mundo empezó un Grado Medio de Estética, y, durante las clases de maquillaje, se percató de que su talento era mucho mayor. Ahora comienza un negocio de estética en Almansa, tras varios años de práctica y estudios (Máster de Estética, Máster de Maquillaje Profesional y otro más de Uñas Esculpidas).

Cuenta María que conoce distintas técnicas de maquillaje: artístico, social o de belleza y el de efectos especiales. «A mí me apasiona el maquillaje de fantasía, es con el que puedes hacer cualquier cosa y crear libremente, todo está bien visto en este mundo. El proceso creativo en el maquillaje social o de belleza está como más cohibido, son cánones más específicos y a mí me gusta dejar volar la imaginación», comenta y añade: «Por otra parte, el maquillaje de efectos especiales está orientado a películas, televisión, series y mundo audiovisual en general».

Uno de los maquillajes de efectos especiales más curiosos que María ha realizado, con el que también dejó entrever su vena pottérica, fue el que realizó con la ayuda de su hermano: «Hice un maquillaje de efectos especiales con el que mi hermano mutó de Miguel a Lord Voldemort».

María afirma que el maquillaje en Fiestas de Mayo siempre junta lo mejor de las tres partes: «Potencias la belleza pero también la fantasía, puedes jugar con texturas y diferentes colores. Utilizar otros materiales, desde plumas a piedras».

Para ella, maquillar «es algo que sale dentro de mí. Una creación que nace tras beber de diferentes fuentes de inspiración. Cuanto más trabajas, más desarrollas tu estilo».

De todos los referentes de los que ha aprendido la joven almanseña, ella respeta y admira especialmente a Rebeca Rivero y a la artista Grace.

El maquillaje ya no es propio de un género

Cuando le preguntamos a María por la asociación del maquillaje única y exclusivamente a las mujeres ella lo tiene claro: «El maquillaje ya no es propio de un solo género. Me encanta romper con los roles de género y abrir mundo con mi trabajo en maquillaje.

Su Trabajo Final de Máster se basó en esto mismo. «Cogí a mi hermano y dos amigos, los maquillé y los vestí con un estilo que ‘supuestamente’ está relacionado con las señoras. Quería romper con los esquemas de género y el resultado fue genial. A mis profesores les encantó, además, cuando luego les enseñé fotos de los modelos sin maquillar, les gustó todavía más [risas]. Lo volvería a hacer mil veces, Miguel, Louis y Ángel colaboraron mucho y también disfrutaron a tope».

Prejuicios del maquillaje

Dicen que cuando llevas demasiado maquillaje te enfrentas a ciertos prejuicios, pero que cuando llevas poco también. María explica: «Esto es como todo: para gustos, colores. Hay personas a las que le gusta un maquillaje suave y hay otras personas a las que les gusta ir muy maquilladas, lo importante es eliminar estos prejuicios. Todo es respetar a la persona, hay gente que se maquilla para ocultar partes de su piel que no le gustan y también hay personas que solo lo hacen por placer. Detesto cuando alguien dice lo de “vas maquillada como una puerta”, perdona, pero no, voy como a mí me gusta y como voy segura de mí misma».

«Ojalá el morado en las caras de las mujeres solo fuera maquillaje»

Díaz colaboró como maquilladora en una sesión para el fotógrafo almanseño Martín López. En ella, la modelo estaba caracterizada como una mujer maltratada. La imagen quedó subcampeona en el concurso organizado por el Centro de la Mujer para el 25-N.

«Hacer ese maquillaje fue agridulce. Me gustó plasmarlo para dar visibilidad al problema social que existe con la violencia machista, pero, por otra parte, al ver las fotos, me impactó mucho. Quedaron muy realistas y sobre todo impresionantes. En la ‘balconada’ solo se publicó una de las fotos, pero la serie completa de la sesión es sobrecogedora. Ojalá los morados en las caras de mujeres solo fueran maquillaje», reivindica María.

Mujer joven emprendedora, ¿una locura?

Díaz, a su joven edad y confiando en Almansa, ha comenzado un negocio en el centro de la ciudad. Queremos que nos cuente cómo se siente al ser mujer, joven y emprendedora. «La situación en cuanto a la igualdad ha avanzado, pero queda mucho camino por recorrer, sigue habiendo gente que al ver a una mujer joven emprender les sorprende o les parece una locura. Hay que luchar día a día por la igualdad en todos los ámbitos, desde el social, al económico o al cultura, en todos».

Un mensaje para los niños

Invitamos a María a pensar qué le diría a un niño pequeño cuya pasión es el maquillaje y que de mayor quiere estudiar y dedicarse a ello. María responde: «La diría que luche por hacer lo que le apasiona. La gente le va a criticar, porque no hemos avanzado lo suficiente como sociedad, pero lo importante es no reprimirse, alzar el vuelo con lo que te gusta. Y es que, si no haces lo que te gusta, no serás feliz».

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