Arte en la Escalera, original exposición en Almansa. En una comunidad de vecinos de la Calle Aniceto Coloma de Almansa ha sucedido algo mágico durante el último mes. La escalera de un edificio, a menudo pasada por alto y considerada simplemente como un medio para llegar a otros lugares, se convirtió en un espacio singular y sorprendente. Más que una simple estructura funcional, la escalera común de este edificio se convirtió en un escenario dinámico plagado de arte, donde se localizaron encuentros fortuitos y movimiento constante de personas.
Con esta intención, pensamiento y el impulso de 6 artistas con obras muy diferentes, se realizó en este lugar la exposición llamada «Arte en la escalera», que ha estado operativa hasta finales de septiembre.
Adrián Fernández Ruano, Isabel Milán Pérez, Norberto Legidos, Sandra Jover, Raquel Martin de Almagro y las obras del fallecido José Antonio Sánchez han llenado de color y originalidad este entorno de uno de los edificios más bonitos y antiguos de la calle Aniceto Coloma.
Desde la organización explican que «Arte en la Escalera» no solo se trata de exponer obras de arte, sino de crear una experiencia integral que transforme la manera en que percibimos y experimentamos el arte en entornos urbanos. «Con este objetivo buscamos trascender las barreras convencionales y abrir nuevas puertas para la apreciación y participación en el mundo del arte contemporáneo», explican.
Durante todo este último mes se han celebrado viernes de puertas abiertas, donde los curiosos han podido echar un vistazo a la exposición. Además también han contado con la participación del alumnado de algunos centros educativos, quienes han descubierto una forma original, cercana y puramente vecinal de dar valor a la creación local.
La muestra es genial por su variedad en estilos y diseños. Encontramos las siempre originales y provocativas fotografías de La Pinza, por Adrián Fernández. O las obras mágicas de Norberto Legidos, no se puede decir más con menos y con tantísimo virtuosismo en la técnica. Sandra Jover y su magnífica técnica de óleo. Los collages de Raquel Martín te llevan de punta a punta del globo con sus acertados recortes: desde Lola Flores hasta la literatura más introspectiva. También se cuenta con piezas de cerámica de Isabel Milán Pérez y hay que dar mención aparte a las obras de José Antonio Sánchez, artista venezolano fallecido, que son una explosión de color y sentimiento basada en el aprovechamiento de materiales que pasaron de ser basura para convertirse en preciosas y valiosas piezas.
La experiencia ha sido muy buena para los organizadores y esperan repetir o incluso organizar más encuentros o exposiciones en este mágico y recogido entorno. Una escalera que se convierte en museo, un rellano que muta en auditorio. La cultura hace extraordinario lo cotidiano.
«Es en la escalera donde se cruzan caminos y se entrecruzan vidas. En ese breve trayecto entre un piso y otro, el ajetreo de la vida cotidiana se transforma en la danza armónica de personas que comparten el mismo espacio y, aunque fugazmente, la misma realidad. En el ajetreo de la ciudad, la escalera se convierte en una pausa, un instante para intercambiar miradas, sonrisas o incluso palabras cortas que conectan brevemente a extraños que se convierten en compañeros de escaleras».
