Este almanseño zapatero jubilado, ha sido y es un lector empedernido y, de esta forma autodidacta, ha suplido una formación que ya la quisiéramos muchos. Hoy hablamos con Miguel Peralta, una persona con biografía más que interesante y cuya energía desprende curiosidad, ilusión, afán aventurero y conocimiento.
Para romper el hielo, le pregunto a Miguel sobre qué época de Almansa, fue la mejor, y me contesta que la década de los 60. Sobre sus experiencias espeleológicas nos cuenta que fueron muy emocionantes y atractivas. Y dice que dignos de recordar siempre, como personas ilustres de Almansa, son Aniceto Coloma y Herminio Almendros.
Sobre las reformas últimas del Castillo, nos cuenta que algunas lo han mejorado pero otras lo han empeorado, los detalles se los reserva, y por último le pregunto por la pandemia, dice que en un principio nos cogió por sorpresa, pero que actualmente y en general, estamos concienciados.
A Miguel Peralta, le encanta leer temas de historia, y cuenta como hobbies la numismática, la micología, y como no, la espeleología, ciencia que estudia el origen y la formación de las cavernas, así como su flora y fauna, consiste esta actividad en explorar las cuevas y otras cavidades naturales subterráneas. Y ahí fue Miguel Peralta, alentado por la leyenda de que existía una cueva que comunicaba el Castillo con el Mugrón. Formaron el grupo federado «Almanzara», después el grupo «Meca», unas 40 personas que se dedicaron a esta afición.
Dice Miguel Peralta: «Refiriéndome al entorno de nuestro castillo existen 6 o 7 cuevas, entre las cuales sobresalen “La cueva de las Cúcalas”, “La del Torero” y “La del Osario. En la década de 1980 exploramos por vez primera “La cueva de las Cúcalas”. Cuando entramos en ella desde la actual Calle La Estrella, la emoción nos invadió al descubrir una placeta redonda con piedras dispuestas en círculo como si fuera un lavadero; a la izquierda, había una cavidad con abundante agua y techo con estalactitas y, a la derecha, una gran galería de unos 3 metros de ancha por 4 metros. Según íbamos adentrándonos, el terreno era más empinado al igual que crecía la altura de la galería, hasta que llegamos a un riachuelo ya debajo de la torre del homenaje. Nos llamó la atención una gran piedra lisa con inscripciones de nombres y fechas de varias épocas. Estas cuevas han sido utilizadas desde la edad de bronce, en la época de los romanos y luego en la dominación árabe. Su utilidad ha sido triple: de cantera para la construcción del mismo castillo, de suministro de agua y como defensa para, en caso de asedio, entrar o escapar de la fortaleza. “La cueva del Torero” es muy similar a la anterior, de parecida longitud y curiosamente está situada encima de “La cueva de las Cúcalas”, ubicada en la Calle del Castillo está repleta de restos humanos antiquísimos y hoy, por desgracia, desaparecida debido a la construcción del muro de contención».
Como equipo de trabajo, Miguel Peralta nos cuenta que con un buen alumbrado, cuerdas, herramientas, botiquín, calzado y ropa adecuada, un grupo de varios compañeros, sistemas de comunicación interpersonal y nunca realizar la labor en tiempos de lluvia. Como anécdota recuerda que al ir a explorar “La cueva del Torero”, pasaron unos momentos de nervios y sorpresa, al producirse de repente la desbandada de una nutrida colonia de murciélagos.
Aunque a Miguel Peralta lo mueve la curiosidad y la ilusión de descubrir para Almansa algo nuevo en el subsuelo del Castillo (me cuenta además de un asentamiento de la edad de bronce estamos hablamos de 2500-2000 a.C.). Aprecio en él no solo curiosidad e ilusión, sino también un afán aventurero, y muchos conocimientos sobre el tema, llevó a cabo un trabajo de investigación con las gentes del castillo allá por los años 80, como decía antes, hablando con ellos, obteniendo informaciones sobre nuestro pasado.
Es realmente importante su legado, que sus conocimientos no queden en el olvido. Serían las experiencias de Miguel Peralta y sus compañeros una buena materia para hacer algún trabajo. Desde aquí paso el testigo, a ver si algún historiador almanseño quiere recogerlo. Y ya termino mi homenaje a Miguel Peralta dándole las gracias a él y a Pepe Leal y Manolo «el escayolista» que con sus Semblanzas de Almansa, me han proporcionado la información.
Un comentario
Mi siempre añorado amigo de la infancia. Me ha gustado tu version a la entrevista, sobre todo demuestras bastantes conocimientos respecto a nuestra historia ya muy lejana de nuestra orgullosa almansa. Estoy de acuerdo que ambos añoramos la decada de los sesenta