En 2021 se celebró el 150 aniversario de la edición de la Memoria de las notables excavaciones hechas en el Cerro de los Santos (Madrid, 1871), que encabezó el escolapio yeclano Padre Lasalde. El Cerro de los Santos fue, sin duda, el gran yacimiento arqueológico de la protohistoria española del siglo XIX, al que inmediatamente se sumaron otros hallazgos que culminaron con el descubrimiento de la Dama de Elche en 1897.
El Museo de Albacete ha preparado una exposición conmemorativa, que finaliza el próximo 27 de marzo. Este importante acontecimiento cultural hace que recobre protagonismo la figura de un profesor almanseño aficionado a la arqueología que ejerció de guía del famoso arqueólogo Pierre Paris en 1898, un año más tarde del importante descubrimiento de la Dama de Elche que, Pierre Paris, adquirió para el Museo del Louvre.
Como decíamos, en 1871, se había dado a conocer el gran yacimiento arqueológico del Cerro de los Santos en Montealegre que revolucionó el conocimiento de la protohistoria española, motivo por el cual el museo del Louvre organizó una serie de misiones que desembocaron, por una parte, en trabajos científicos y por otra, en la adquisición de piezas arqueológicas, que pasaron a formar parte de sus fondos. Es, en este preciso contexto, cuando hemos encontrado una referencia al que, podemos considerar el pionero de la arqueología almanseña. Estas son las palabras que le dedica Pierre Paris en su libro “Essai sur l’art et l’industrie de l’Espagne primitive” publicado en París en 1904:
«Desde El Amarejo, en 1898, húbeme también de trasladar a Meca (…), D. Niceto Cuenca, profesor del Instituto de Alicante, que desde mucho tiempo se interesa por la arqueología de Almansa, ha tenido a bien designarme la estación y acompañarme».
Niceto Cuenca Soldevila nació en Almansa el 2 de abril de 1852. Cursó estudios de Derecho y Filosofía y Letras en la Universidad de Madrid. Completó su formación con una Tesis titulada: “Ruina del reino visigodo: sus causas”. Aprobó las oposiciones para profesor de bachillerato en 1882 y obtuvo destino en Pontevedra, de allí se trasladó a Alicante como catedrático de latín, en el actual instituto Jorge Juan. Se jubiló en 1915, falleciendo tres años más tarde. Con tal motivo, la corporación almanseña acordó otorgar su nombre al hasta entonces conocido como paseo del Secano.
104 años después de la muerte de D. Niceto Cuenca, recordamos a este profesor y pionero de la arqueología almanseño que da nombre a la popular calle del barrio de San Roque donde vivió Herminio Almendros y se localizaba el Ateneo ferroviario.
Fdo: Jesús Gómez Cortés