Treinta minutos y treinta y ocho segundos. Ese fue el tiempo exacto en el que el ciclista almanseño Adrián Fajardo completó los 14 kilómetros de ascensión en Sierra Nevada para firmar una contrarreloj impecable y proclamarse campeón de España Sub-23. Lo hizo con autoridad, con casi dos minutos de ventaja sobre el segundo clasificado, Unai Ramos (32’06»), y el tercero, Iker Soriano (32’18»). Una gesta brillante que ya forma parte de la historia del deporte almanseño. Foto: Real Federación Española de Ciclismo
Tras este triunfo, La Tinta de Almansa ha hablado con Adrián Fajardo para conocer de primera mano las claves de su triunfo en tierras granadinas. «Preparamos la crono con muchas ganas, era uno de los grandes objetivos del año. Durante el calentamiento ya me sentía muy bien, pensamos que podíamos tener posibilidades de medalla. Pero cuando salí y empecé a rodar, vi que podíamos pelear por el oro», explica a este periódico.
Una preparación exigente para un recorrido aún más duro
La prueba se desarrolló en un trazado muy exigente, con una primera parte más suave por un tramo ancho, y una segunda mitad, a partir del kilómetro 8, con pendientes más duras y esfuerzo en altura. «Ahí es donde muchos se quemaron. Nosotros llevábamos dos semanas entrenando en Sierra Nevada para aclimatarnos. Esa preparación fue clave», explica Adrián. «Si no hice la subida 15 veces, no la hice ninguna», bromea.
Pero el camino hasta el oro no fue lineal. A principios de temporada sufrió una caída que cortó su progresión y le obligó a cambiar el foco. «Queríamos preparar la Copa y llegar bien al Campeonato de España. Pero tras la caída tuvimos que abandonar esa idea y centrarnos al cien por cien en la crono. Cuando salieron los recorridos, lo vimos claro y nos volcamos todo el equipo en este objetivo», afirma.
Doblar al favorito, el momento decisivo
Durante la prueba, Fajardo vivió un momento que le hizo intuir que estaba cerca de algo grande. «En este tipo de pruebas salimos uno cada minuto. Doblé a cuatro corredores, pero cuando pasé al segundo clasificado, que además era uno de los favoritos, supe que le estaba sacando al menos dos minutos. Ahí me di cuenta de que podía pasar algo», confiesa.
Y lo que pasó fue una medalla de oro que para él es un sueño cumplido. «Es una locura. Una victoria así siempre es una sorpresa, aunque estés preparado», admite emocionado.
Próximo objetivo: la Vuelta a Madrid sub-23
Fajardo apenas tiene tiempo de celebrar. Su próximo objetivo ya tiene fecha: del 8 al 12 de julio disputará la Vuelta a Madrid sub-23, una prueba por etapas que reunirá a 23 equipos y más de 150 corredores. «Estoy en buena forma y vamos a intentar aprovecharla al máximo», destaca con ambición.
«Quiero dar las gracias a Juan Cuenca, a la escuela de la Peña Ciclista El Cacho y, en general, a toda la gente que me ha acompañado siempre», concluye.
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