El contenedor marrón ha llegado (por fin) a varios barrios de Almansa, entre los que se encuentran la zona del SUP-2 o la calle Hellín, junto a los supermercados. El Ayuntamiento de la localidad depositó una carta en los buzones de todos los vecinos y vecinas de estas áreas en la que se explica el funcionamiento de Glottón, el nombre con el que han apodado al nuevo contenedor.
«Tal y como ocurre en el resto de España y se establece en el Plan Nacional de Residuos, el Ayuntamiento de Almansa va a comenzar a prestar este servicio de recogida de biorresiduos de modo experimental en el sector del municipio conocido como SUP-2», explica el Consistorio, en la carta. Allí se han distribuido contenedores de color marrón de 800 litros de capacidad, cedidos por el Consorcio de Medio Ambiente de la Diputación de Albacete. «El servicio se irá implementando a otros barrios a lo largo de los próximos meses», detalla.
La instalación de los contenedores marrones comenzó a partir del viernes, 19 de noviembre, y la recogida arrancó el día 22. Se realizará los lunes, miércoles y viernes de cada semana. La misiva incluye un díptico informativo sobre aquellos residuos que se pueden depositar en el contenedor y aquellos que no, así como una llave para poder utilizarlos.
«Este servicio requiere de un compromiso especial por parte del usuario», refiere la carta. Y añade: «Los contenedores marrones, a diferencia de los demás, permanecerán cerrados para que el uso sea adecuado y solo contengan biorresiduos».
El Ayuntamiento informa que «los vecinos de Almansa han sido hasta ahora un referente en el ámbito autonómico y nacional en lo relativo a la implicación ciudadana en la recogida de las diferentes fracciones de residuos». Y continúa: «Desde el Ayuntamiento de Almansa esperamos que los ciudadanos colaboren de modo activo con este nuevo servicio de recogida, imprescindible para el alineamiento del municipio con los principios de gestión de residuos y sostenibilidad ambiental».
La información incluye dos métodos para ponerse en contacto con el Ayuntamiento de Almansa ante «cualquier duda» acerca de este servicio. El usuario puede hacerlo a través del correo medioambiente@ayto-almansa.es o por teléfono, en el 967 311 550.
El quinto contenedor ya se ha ubicado en zonas cercanas a los ya familiares amarillo (para envases y plástico), azul (papel y cartón) o verde (vidrio) y gris con tapa verde o naranja (el de basura). El marrón está pensado para separar restos orgánicos y con ellos hacer compost, que después se podrá utilizar como abono en labores agrícolas o de jardinería. ¿Pero qué son exactamente los restos orgánicos?
¿Qué hay que tirar en el contenedor marrón?
Los residuos orgánicos o biodegradables o biorresiduos son los residuos de origen animal o vegetal, susceptibles de ser producidos tanto en domicilios como en y comercios (sobre todo, en mercados y restaurantes o en floristerías). Hasta la fecha, la materia orgánica se depositaba en el mismo contenedor que el de la «fracción de restos». Es decir, se mezclaba con la materia inorgánica, por lo que no se podía tratar de forma correcta y se derivaba a vertederos o incineradoras, generando gases de efecto invernadero.
Lo que debe depositarse en el contenedor marrón son:
- Restos de alimentos como pieles de frutas o verduras, restos de panadería, espinas de pescado o carne.
- Plantas, tierra y restos de jardinería.
- Cáscaras de huevo y frutos secos.
- Posos de café (sin las cápsulas) y restos de infusiones.
- Servilletas y papel de cocina usados (si no está usado todo el papel debe ir al contenedor azul).
- Tapones de corcho natural (si es de corcho sintético va al amarillo).
- Cáscaras de marisco.
- Palillos (convencionales o palillos chinos).
- Serrín.
- Excrementos de animales domésticos.
Como vemos la división es sencilla, todo lo que sea comida, biodegradable o tenga un origen natural no excesivamente tratado puede ir a este contenedor.
¿Qué NO hay que depositar en el contenedor marrón?
Los restos impropios a este contenedor son los restos no orgánicos. Entre ellos, los que más dudas pueden suscitar pero no deben tirarse al contenedor marrón son:
- Objetos de cerámica.
- Pañales, toallitas húmedas o tiritas.
- Guantes o mascarillas.
- Colillas y restos de ceniza.
- Chicles.
- Arena para mascotas.
- Pelo.
- Polvo de barrer.
- Maquinillas de afeitar.
- Perchas o plásticos rotos.
- Cristales.
Compost: el resultado de reciclar la «basura»
Todos estos restos se utilizarán para hacer compost, un abono orgánico que se basa en dejar que estos desechos (con la intervención del oxígeno, nitrógeno, carbono y microorganismos) generen un material terroso que tiene sus propios nutrientes.
El compost se aplica después en agricultura y jardinería como abono de fondo, siendo libre de olores y pudiendo sustituir muchos químicos.
Además, estos restos también se pueden utilizar para la generación de biogás, un combustible producido durante el proceso de putrefacción de esta materia orgánica. El resultado es algo similar al gas natural, aunque su aplicación dependerá de la presencia de plantas transformadoras adheridas a cada ayuntamiento.
A ello puedes ayudar además si utilizas bolsas de basura biodegradables, de venta en cualquier supermercado.
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