Denuncia pública de los jardineros de Almansa. Los trabajadores de la Unidad de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Almansa declaran que su sección «sufre» una «situación de desamparo» prolongada en el tiempo por parte del Gobierno municipal. Así lo ha puesto de manifiesto Vitorino Piqueras Alonso, encargado de la unidad que vela por el buen estado de las zonas verdes, en un documento al que ha tenido acceso La Tinta de Almansa.

En él aparecen hasta 14 demandas dirigidas especialmente al alcalde de Almansa, Sánchez Roselló, y al concejal de Medio Ambiente, Longinos Marí; y que también exponen para el conocimiento del resto de los grupos políticos de la corporación y de los sindicatos de trabajadores, dadas las «consecuencias legales y prácticas que se derivan».

El escrito se presenta a la atención del consistorio local a través del Registro de Entrada del Ayuntamiento de Almansa, el 14 de abril de 2023. En él queda patente el descontento del responsable, que además cuenta con el apoyo expreso de otros 12 trabajadores del colectivo que firman al final del escrito, entre los cuales se encuentran oficiales y operarios de Parques y Jardines.

Obligados a depender de «la buena fe»

La solicitud arranca afirmando que «por falta de dirección técnica, no se planifican adecuadamente las horas a realizar» por los trabajadores. Además, «no se gestionan las bolsas de personal (operarios, oficiales y encargado) estando la de oficiales agotada y la de operarios caducada». Como colofón, expresan que se ven «obligados» a organizar sus propias vacaciones «confiando en la buena fe entre compañeros y sin autorización técnica». Igualmente, no hay un «referente disciplinario o más bien el existente es contraproducente, pues invita a la ausencia y a la falta de responsabilidad».

Por otro lado, denuncian que «las grandes adquisiciones (semillas de césped, abono, mantillo, fitosanitarios) y las novedosas no se realizan». Explican que «la gestión de pagos a suministradores se retrasa, lo que provoca que se retrasen o rechacen nuestros encargos de suministros y servicios, tan importantes como pueden ser las reparaciones de máquinas y vehículos».

Sustituir la maquinaria «antes de que ocurra un accidente»

A esto hay que sumar que «el parque de maquinaria presenta graves deficiencias». Sobre todo, expresan, el referente al único camión de carga y al único elevador para trabajos de poda, que además tienen que compartir con el servicio eléctrico. Ambos vehículos están «necesitados de sustitución urgente antes de que ocurra un accidente». La situación parece carecer de lógica porque sufren «graves restricciones de presupuesto para renovación de maquinaria» y, sin embargo, el presupuesto para reparaciones es «abultado» por el mal estado de la maquinaria.

En cuanto a la planificación para tener unas zonas verdes cuidadas, resilientes y sanas; los jardineros aseveran que «no se adoptan medidas adecuadas y eficientes contra plagas». Tampoco hay gestión del arbolado «ni siquiera sabemos el número, ubicación, clasificación y estado de los árboles del viario ni los de jardines». Y, para más inri, «no se estudian adecuadamente» las especies de árboles para su sustitución con el objetivo de que los problemas que ciertas especies generan en ciertas circunstancias «no se eternicen».

De la misma manera, reprochan el que no existe gestión para el adecuado suministro de plantas de vivero ni para el suministros de «imprescindibles para plantación», como enmiendas de suelo, mejorantes de suelo, apoyos, ataduras, etcétera. Y, cuando se ejecuta una nueva calle o se reorganiza una ya existente, «rara vez se protege y se provee de riego al arbolado nuevo que, en un contexto de calentamiento global debido al cambio climático, puede suponer la diferencia entre sobrevivir o no hacerlo a los rigores del verano».

No se protege el patrimonio arbóreo de Almansa

Con respecto a los problemas de inventariado, los jardineros suman uno muy importante: la falta de protección del patrimonio arbóreo municipal. En este sentido revelan que «no se valoran los árboles afectados por accidentes o por mala praxis en obras de construcción o infraestructuras, ni se aplica lo previsto a tal fin (la preservación del arbolado) en la Ordenanza Municipal de Medio Ambiente».

En cuanto a la poda, también tienen qué decir. «No se planifica y se responde más a las quejas de cierto vecindario que a criterios técnicos modernos». Esto provoca que «unos pocos árboles se poden con mucha frecuencia y otros no se poden nunca, pues los primeros absorben todos los recursos disponibles».

En cuanto a las solicitudes, piden la adecuación de una parcela próxima al casco urbano donde acopiar los restos vegetales para el compostaje o para almacenar provisionalmente restos de poda. Al no disponer de este recurso, no se reaprovecha como debiera este recurso vegetal que podría contribuir a generar energías alternativas. A esto, los jardineros suman el «importante consumo de tiempo de trabajo en largos desplazamientos hasta el vertedero clausurado, donde además hay frecuentes problemas de acceso».

Falta modernizarse y un nuevo Plan de Arbolado

Con todo ello, explican que «no se tienen en cuenta la Planificación Preventiva». Es decir, que echan de menos la programación de actividades necesarias para eliminar, reducir y controlar las situaciones de riesgo detectadas. Así, los riesgos identificados en la evaluación de puestos de trabajo «se mantienen invariables año tras año, al menos en los que dependen del técnico y/o del concejal».

Para finalizar, expresan que «sería deseable una actualización y modernización de la unidad» de la Unidad de Parques y Jardines y una «puesta al día». Resumiendo en ocho puntos, solicitan: realizar cursos de actualización para el personal; renovar maquinaria y vehículos obsoletos; planificar reparaciones, pinturas, etcétera; continuar con la sustitución de juegos infantiles; automatizar riegos; reponer el arbolado perdido y ampliar la dotación de árboles; catalogar el arbolado existente y el potencial; y elaborar un Plan de Arbolado (analizando especies, plantación, mantenimiento y evaluación de riesgos).

Alcalde y concejal hacen oídos sordos

Pero la guinda del pastel la coloca el encargado de la unidad, firmante del escrito, cuando traslada que el 1 de diciembre de 2022 comunicó internamente al concejal del área (Longinos Marí) que no iba a «seguir realizando labores técnicas que corresponden al técnico de la unidad y que éste no realiza». Tiempo después, el 24 de marzo de este año, el conjunto de los trabajadores de la unidad (encargados, oficiales y operarios) solicitó una reunión con el edil de Medio Ambiente y con el alcalde. «A fecha de registro, seguimos sin contestación», afean.

Con este escrito los jardineros municipales pretenden «que toda la corporación tenga conocimiento de estos hechos por las consecuencias legales y prácticas que se derivan y pueden derivarse en el futuro, para que se exija responsabilidad a quien corresponda, pues de seguir en las mismas condiciones es previsible un mayor deterioro de la situación y del servicio que prestamos a la ciudadanía», concluyen.

Postura del Ayuntamiento

Fuentes internas del consistorio local aseguran a La Tinta que la reunión entre Ayuntamiento y personal de Parques y Jardines estaba programada para el miércoles de esta misma semana y que el escrito les ha tomado por sorpresa. Esto es debido a que en el mismo se especifican problemáticas de las cuales el área de Medio Ambiente no tenía conocimiento y que de haberlo tenido hubieran tomado las medidas necesarias y oportunas. Ampliaremos la información.

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