Hace unos días, el Sescam anunció la creación de tres nuevas Unidades de Continuidad Asistencial para Pacientes Crónicos (UCAPI) en Manzanares, Villarrobledo y Almansa. Esta fórmula de atención funciona como un puente entre los centros de salud y el hospital general, para que los y las pacientes con múltiples patologías no se pierdan entre listas de espera. En su lugar, estas unidades dependientes de Medicina Interna establecen una conexión rápida y directa entre la Medicina de Familia y la Especializada.

El funcionamiento de una UCAPI es sencillo. El médico de cabecera dispone de un número de teléfono que descuelga un internista. A partir de ahí, ambos médicos atienden a pacientes que, sin este recurso, acabarían derivados o derivadas a las Urgencias del Hospital General o esperando una interconsulta. De este modo, en cambio, se centraliza en una sola consulta la atención de las y los pacientes crónicos complejos. Solo en el año 2021, las UCAPI del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha contabilizaron más de 11.000 asistencias y realizaron más de 1.500 tratamientos y pruebas diagnósticas, evitando el 90% de los ingresos hospitalarios y de las visitas innecesarias a los servicios de Urgencias, que «pueden ocasionar daños a estos pacientes más vulnerables», según el Sescam.

«Castilla-La Mancha está trabajando, dentro de uno de los planes específicos incluidos en el Plan de Salud Horizonte 2025 (Plan Regional de Castilla-La Mancha para la Atención al Paciente Crónico Complejo), para garantizar la visión global y el abordaje integral del paciente con enfermedad crónica en cada una de las fases de la historia natural de su enfermedad», afirma el Gobierno regional, en nota de prensa.

Para ello, aseguran que ya se están adoptando una serie de medidas que están permitiendo mejorar la capacidad resolutiva de los equipos de Atención Primaria, remodelar el desarrollo de la atención domiciliaria para mejorar el mantenimiento de las personas en su entorno e impulsar la labor de la enfermería en el seguimiento y la atención de los pacientes en riesgo.

Para facilitar el trabajo de los y las profesionales, el Sescam ha avanzado en la identificación de estos y estas pacientes en historia clínica electrónica a través del sistema de clasificación de estratificación de la población. Así, desde el pasado mes de julio los y las facultativas conocen si están atendiendo a un paciente crónico complejo tanto en atención primaria (centros de salud) como hospitalaria y, además, disponen de un circuito diferente de atención a través de la UCAPI.