El deporte tiene siempre intrínseca la meta de luchar duro para llegar más lejos. Es por eso que las necesidades especiales no suelen frenar a aquellos que se proponer practicar fútbol, natación o atletismo. El mejor ejemplo es Valentín pues, a sus dieciocho años, la parálisis cerebral no le ha impedido vivir todo tipo de experiencias.
Charlamos con su padre, Valentín Navarro, fiel acompañante de esta aventura deportiva, para preguntarle acerca de las barreras que se ha encontrado en su senda. Hoy os contamos la historia de un padre y un hijo que se propusieron recorrer un camino que no se detiene bajo ningún concepto.
¿Qué deportes ha practicado Valentín?
Valentín ha practicado fútbol, natación y atletismo. El que más le gusta, sin duda, es el fútbol. Está enamorado de su Unión Deportiva Almansa, con la que colabora haciendo los carteles publicitarios de los diferentes partidos.
También disfruta mucho el atletismo. Tiene una silla de ruedas especial y, junto a mí, participa en múltiples carreras. El equipo Héroes, del que formamos parte, tiene ese objetivo: empujar a estos niños a vivir estas experiencias tan enriquecedoras para ellos.
¿Qué es lo que más le gusta a Valentín del deporte?
La libertad que le da: le brinda la oportunidad de recuperar la movilidad que perdió en su día. El deporte no es solo una terapia física, sino también psicológica, ya que es una puerta abierta para relacionarse con mucha gente. El deporte es crucial en su vida.
¿Está Almansa preparada para estos deportistas tan especiales?
No del todo, creo que hay que para que haya cambios hay que proponérselo en serio.
A nivel particular, en natación asignaron un tutor a Valentín, la verdad es que lo hicieron muy bien. En fútbol es bastante más complicado, ya que no está preparado porque no hay muchos niños con necesidades especiales que prueben con este deporte.
La que sí que está preparada es la gente: el pueblo de Almansa se porta genial con estas personas.
¿Qué se necesita para facilitar la práctica de deporte a las personas con necesidades especiales a nivel local?
Antes de poder hacer nada, hay que proponerse seriamente hacer algo.
En mi opinión, se deberían organizar algún tipo de jornadas para personas con discapacidad, con el objetivo de que el pueblo conociera sus necesidades. Creo que habría mucha gente interesada en Almansa y serviría para aportar algo vital en este tema: la visibilidad.
¿Cómo fue la primera toma de contacto de Valentín con el deporte?
Sería seguramente con el fútbol, ya que siempre ha sido su pasión. Empezó a andar a los ocho años pero, ya mucho antes, jugaba con su balón. En sus ojos se podían ver ya las sensaciones de querer seguir, avanzar. Entonces tendría cuatro o cinco años, y ahora tiene dieciocho.
¿Cuál es el nivel de inclusión, de aceptación de este tipo de realidades en el ambiente deportivo?
La inclusión por parte de todos es brutal. Nuestro fuerte son las carreras populares, donde siempre hemos recibido todo el apoyo posible por parte del público.
Correr empujando la silla conlleva un impacto emocional muy grande y es una terapia genial tanto para los niños como para nosotros: la gente se vuelca y nos lo pasamos genial. Además, me gustaría añadir que los organizadores de las carreras están siempre muy pendientes de que todo salga bien y de lo que podamos necesitar.
Cuéntanos, ¿en qué consiste el proyecto Héroes?
Con la pandemia está todo muy parado, pero hace ya tiempo creamos Héroes, nuestro equipo. Lo bautizamos con ese nombre porque los verdaderos héroes son las personas que empujamos en las sillas.
Empezamos empujando la de Valentín y ya son seis o siete niños los que están en el equipo. Hacemos carreras de media y larga distancia y estamos intentando impulsar este equipo tan especial a nivel nacional, darle visibilidad para empujar las sillas de todos los niños con necesidades especiales que quieran vivir esta experiencia.
En el primer evento de Héroes contamos con la participación de Paco Parejo, ciclista almanseño que pedaleó durante 12 horas en las pistas ciclistas de Almansa con el objetivo de conseguir una handbike para Valentín: una silla-bicicleta preparada para él. Fue uno de los momentos más emocionantes que hemos vivido, y lo conseguimos.
Y, por último, ¿cuál fue el último reto del equipo y cuál es el próximo?
Tuvo lugar durante el pasado mes de junio, cuando dos componentes del equipo hicimos la subida al Mulhacén. Fueron siete horas, sin parar. Queríamos dar visibilidad a Valentín y a Victoria, que es otra niña de Almansa con parálisis cerebral.
En cuanto a nuestra próxima meta, falta menos de un mes. Tras una operación múltiple el pasado mes de noviembre, Valentín se encuentra en un proceso de rehabilitación. A pesar de todo, nos reincorporaremos a las carreras el 26 de septiembre, pues ahora es el turno de la Maratón madrileña.
Desde La Tinta de Almansa deseamos toda la fuerza para los proyectos, los objetivos y las metas que se proponga este equipo en el presente y en el futuro. Ánimo para que esos héroes recorran todos los kilómetros que se pongan por delante, escuchando los aplausos del pueblo de Almansa y de todos aquellos que tengan la suerte de contar con su presencia.
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