Ya se rumoreó la posibilidad de que las autoescuelas en Almansa solo realizaran sus prácticas alejadas del centro de la ciudad. Y es que en los últimos años, nuestra ciudad se ha visto “invadida” por decenas de coches de empresas forasteras. Ya es imposible circular por Almansa sin encontrarse alguno. La buena conducción de estos automóviles enerva a los demás vehículos en su intensa y rápida jornada, creando un clima de frustración frente a los aprendices y profesores.
Almansa, la mejor ciudad para sacarse el carnet
La mejor ciudad para conseguir el permiso de conducir es Almansa. Goza de un tráfico normal y tiene todos los tipos de vías en las que examinarse del práctico. Además, es una ciudad capital de comarca “a tiro de piedra” de los municipios colindantes. Por esta razón, las autoescuelas cercanas a Almansa tienen la posibilidad de examinar a sus estudiantes en nuestra ciudad y, por ende, necesitan desarrollar las prácticas en sus calles.
Muchos son los forasteros que han venido desde diversos puntos del país a pasar unas semanas para conseguir su permiso técnico o práctico. Una actividad que potencia el turismo y la hostelería de nuestra ciudad entre otros sectores.
Autoescuelas de Almansa, un negocio con mucha competencia
En Almansa hay un total de seis autoescuelas: Autoescuela Almansa, Autoescuela Peligro, Autoescuelas Tercero, Autoescuela Cars, Autoescuela Belotto y Autoescuela Automar. Todas ellas con sus respectivas opiniones y con un alto porcentaje de aprobados. Todos los coches que veas con otra serigrafía son forasteras.
De todas estas empresas locales, hay algunas que destacan por su veteranía y por su capacidad de enseñanza en diversos tipos de carnets. Así, en Almansa cualquiera se puede examinar de cualquier tipo de permiso. Es decir, tanto camiones como pequeños turismos circulan por la ciudad con un cartel que reza “en prácticas”.
Una situación que se ha convertido en debate público
A mediados de 2019 esta realidad llegó a oídos del ayuntamiento mediante la voz de los vecinos. Algunos almanseños se sentían molestos por cómo congestionaban el tráfico estos vehículos. Esta situación llevó al ayuntamiento de Almansa a plantearse si las autoescuelas debían impartir sus clases prácticas solo por ciertas vías más libres de vehículos.
Esta decisión ponía en jaque a las autoescuelas almanseñas, quienes han desarrollado su trabajo durante tantos años sin problemas. También, según los propios profesionales de estas empresas, no hay conducción más correcta que la de un coche de autoescuela: no superan el límite de velocidad y respetan tanto a la señalización como a los peatones. Es más, cuentan con un profesional de la circulación a los mandos por si algo no va bien. Es decir, los vecinos de Almansa se quejaban porque no podían infringir las normas de circulación, lo cual es sorprendente.
“Problemas” de ser una ciudad
En otros tiempos, no muy lejanos. En Almansa ni siquiera se podía examinar de la prueba teórica a los alumnos y estos se debían desplazar sin opción a Albacete. A día de hoy, el examen teórico del carnet de conducir se hace en el vivero de empresas de Almansa, en el polígono industrial “El Mugrón”. De la misma forma, no hace muchos años, los alumnos debían viajar durante largas jornadas de casi ocho horas a la capital para poder realizar las clases prácticas. Los almanseños también tenían que ir, lógicamente, a Albacete para poder examinarse con el coche y conseguir su ansiado título de conductor novel. Actualmente ya no es necesario.
Ahora Almansa tiene la capacidad administrativa y logística para ofrecer a sus habitantes la posibilidad de examinarse tanto teórica como prácticamente del carné de conducir. Por lo que no parece buena idea no querer ofrecer la oportunidad a los vecinos de ciudades cercanas. Todas estas actividades económicas potencian el comercio almanseño y su crecimiento como ciudad.
Son los “problemas” de ser una ciudad, cuando los almanseños debían viajar hasta Albacete para conseguir el permiso de conducir, se entendía como una injusticia. Ahora hay algunos vecinos que opinan que la injusticia es recibir a forasteros… Una incongruencia.
