En los idílicos jardines de Casa Grande, el corazón palpitante del Ayuntamiento de Almansa, se llevó a cabo el siempre conmovedor acto del «Almanseño Ausente». No era un evento ostentoso, pero sí rebosante de emoción, donde la Reina de las Fiestas Mayores de 2024, Noelia Cuenca, se erigió en portavoz de los sentimientos de quienes, por distintas razones, se encuentran lejos de su «tierra querida».

Con un discurso cargado de emotividad, narrando el sentimiento de alegría que sentimos todos los pertenecientes a esta ciudad cuando, al volver, vemos la figura de la fortaleza con el Mugrón como telón de fondo, la reina Noelia honró tanto a aquellos vecinos y vecinas que residen más allá de las fronteras de Almansa como a aquellos que, lamentablemente, nos han dejado. Bajo la mirada atenta de la alcaldesa Pilar Callado, la concejala de Fiestas, Lola Sáez, y el resto del consistorio, el evento brindó un espacio para la nostalgia y la solidaridad.

Una vez concluido el acto, el Ayuntamiento extendió una cálida invitación a todos los presentes para un Vino de Honor. Más de cien almas se congregaron en este especial encuentro, y entre ellas se destacaban los representantes de los protocolos festivos de la Junta Festera de Calles y la Agrupación de Comparsas de Moros y Cristianos, así como las Reinas de Barrio de Almansa.

Las lágrimas no tardaron en brotar, tiñendo de emoción los rostros de aquellos que, con voz entrecortada, entonaron los versos del Pasodoble Almansa. En el majestuoso Palacio de los Condes de Cirat, este himno resonó con fuerza, llenando los corazones de todos los presentes de cariño, nostalgia y un ligero atisbo de melancolía al marcar el fin de las festividades.

En ese momento, en medio de la unión y el recuerdo, Almansa abrazó a sus hijos e hijas ausentes con el fervor que solo una tierra llena de historia y tradición puede ofrecer.