Los libros de fiestas han sido siempre el principal medio para la promoción de los actos festivos. En Almansa comenzaban a proliferar a principios de abril, cuando se convertían en un complemento esencial para la gente de a pie, pues recogían todos los detalles y la programación de las actividades a celebrar en honor a la patrona, la virgen de Belén.
Los librillos han evolucionado mucho hasta lo que hoy conocemos. En inicio eran más sobrios, estaban impresos en blanco y negro por falta de medios técnicos, y no incluían contenido más allá de la programación festiva. Actualmente, las posibilidades que ofrece la tecnología son múltiples: es posible añadir códigos QR para leer con el móvil, realizar diseños mucho más atractivos o añadir fotografías en alta calidad.
La evolución de los libros de fiestas nos narra la evolución de un pueblo. En Almansa, podemos consultar y analizar los antiguos programas de mano gracias a la labor de digitalización que el Archivo Municipal llevó a cabo.
La arribafirmante se propone continuar con esta interesante propuesta al recoger todos los libros de fiestas escaneados por el Archivo de Almansa y exponerlos en este diario, para que toda aquella persona que quiera pueda consultar los libelos publicados durante los años 20, de 1922 a 1929.
Además de los libros de fiestas, en los años 20 surgieron los programas comerciales, que incluían anuncios de establecimientos que aún perduran en la memoria. En las ediciones más modernas, se pueden hallar fotografías cotidianas de la vida en el pueblo, de la arquitectura o de los monumentos de Almansa.