El Pasodoble Almansa es especial, y más en fiestas. Porque capturar la esencia de un pueblo en una melodía es un desafío formidable, una tarea que solo unos pocos privilegiados pueden lograr. Por eso, tras la Entrada de Bandas, cuando todas convergen en el templete del Parque de los Reyes Católicos, algo mágico sucede. La atmósfera festiva adquiere tintes de expectación solemne. Se impregna en el aire, palpable y vibrante, mientras todo el pueblo se reúne con anticipación y guarda silencio.
Con la ciudadanía reunida como testigo, año tras año, bandas manchegas y valencianas lograron evocar el verdadero significado de ser almanseño. Tras desembocar en el Jardín de los Reyes Católicos, los músicos y músicas tomaron el templete para interpretar al unísono el Pasodoble Salvador Hernández y el inmortal Pasodoble Almansa. En ese momento, los sonidos se convierten en melodía y las personas; en comunidad.
Conviene así, destacar sus nombres: con la comparsa Almanzárabes, tocó la Unión Musical de Montesa. Con la comparsa Mosqueteros, la Unión Musical Santa Cecilia de Tobarra. Acompañó a la comparsa Beduinos la Unión Musical de Fuente-Álamo. Y a los Almogávares, la Societat Musical La Lira Fontiguerense. Con los Almohades, desfiló la Sociedad Musical Ayorense.
Caminó junto a los Templarios la Unión Musical San Diego de Lugar Nuevo de Fenollet. Con los Zegríes, tocó la Asociación Musical 1707 La Resistencia. La Unión Musical Bonetense San Juan puso melodía a la comparsa Corsarios. Finalmente, los Mozárabes marcharon con la Asociación Musical de San Antón de Elda y los Piratas con el Grupo Musical Elda.
Un crisol de sociedades musicales que ponen de relieve el talento musical de estas tierras. Un talento que logró que familias, amigos y compañeros se unieran entonando con fervor el himno musical de Almansa. Es en estas notas donde reside la verdadera magia de nuestras fiestas, donde se encuentra el alma de nuestra querida localidad. Cada año, este ritual musical nos recuerda quiénes somos, de dónde venimos y hacia dónde nos dirigimos. Porque en el Pasodoble Almansa reside la esencia misma de nuestro pueblo, una melodía que perdura en el tiempo y en los corazones de todos los almanseños.
