Sentir. Con esta palabra define Llanos Ortiz el flamenco. «Es moverse porque el cuerpo te lo pide. No hace falta tener una gran técnica para emocionarte, solo dejarte llevar». Y quizá esa sea también la esencia de todo lo que esta bailaora almanseña transmite cada mes de noviembre.
Un año más, Llanos Ortiz, profesora de danza de la Universidad Popular, celebrará el Día Internacional del Flamenco con un homenaje que une las raíces manchegas con la pasión andaluza: un Quijote Flamenco. «La idea es quijotarnos un poco», explica con arte Ortiz. «Queremos mostrar que los manchegos también tenemos nuestro punto flamenco». Para ello, su grupo de bailarinas interpretará una soleá por bulerías como homenaje al Hidalgo de la Mancha, incorporando fragmentos del texto cervantino al inicio y final del baile: «Todos, en el fondo, tenemos algo de flamenco».

En ediciones anteriores, Ortiz y sus alumnas llevaron su arte hasta la Plaza Salvador Allende o hasta los pies del Mediterráneo, con un videoclip rodado en la costa alicantina, que fue un éxito rotundo en redes sociales, con amplio reconocimiento del público.
«El año pasado cogimos las batas de cola y nos fuimos al mar. Hicimos un pequeño homenaje al agua y también aprovechamos el entorno del pantano, que era justo lo que buscábamos. Este año, en cambio, nos vamos a la tierra más llana, las tierras del Quijote. Esa es la idea: vamos a la aventura, es una forma de darle sentido a nuestra tradición y de mostrar nuestras raíces», añade Ortiz. La grabación se realizará en un «entorno de gigantes», donde se mezclará la imagen del molino tradicional con la del moderno, representando ese diálogo entre pasado y presente que tanto inspira a la artista. «Queremos unir ambas imágenes como reflejo de que seguimos siendo quijotes a pesar del avance del tiempo», explica Ortiz. Unos veinte participantes formarán parte de esta producción audiovisual que, como en años anteriores, se difundirá posteriormente en redes sociales.

Para la bailarina, celebrar el Día del Flamenco en Almansa tiene un significado muy especial. «Aunque estemos lejos de Andalucía, el flamenco también se siente aquí. No se aprende, se siente. Es una filosofía de vida», afirma con emoción. Ortiz defiende que el sentimiento flamenco traspasa fronteras y que en Almansa «se vive con la misma intensidad», gracias a una afición cada vez más numerosa con el paso de los años.
Para explicar esa forma de vivir el flamenco, Llanos recurre a los grandes nombres que lo encarnaron en su estado más puro. «Ahí tienes a Lola Flores. No tenía una base académica, pero levantaba teatros enteros solo con su fuerza y su verdad». Para Ortiz, esa es la clave: el flamenco no se estudia, se siente, se lleva dentro. «Puedes tener técnica, claro que sí, pero si no hay alma, no hay nada. El cuerpo se mueve porque el sentimiento lo empuja». Esa manera de entender el arte, tan sincera y visceral, es la que transmite cada día a sus alumnas. «En las clases se ve enseguida quién goza de ese arte. Es una filosofía de vida, te tiene que llegar. Si no te llega, no lo intentes. Es como a quien le gusta la música clásica o el rock…», admite.
Se invita a la ciudad a participar en la grabación del flashmob. Será el domingo, 16 de noviembre, a las 12:00, en las escaleras del castillo, donde se realizará una coreografía colectiva abierta a todos los públicos. «Queremos que nadie se quede con las ganas de bailar. Este año la coreografía es muy sencilla, para que cualquiera pueda unirse sin miedo», anima la promotora. Este año, Almansa volverá a sentir y celebrar el arte flamenco con ese acento manchego que caracteriza a su cultura y su gente.




