Opinión | Justo sobre estas fechas hace un año, tras la celebración del 8 de marzo, escribí mi segundo artículo de opinión como director de La Tinta de Almansa. ¿El motivo? Consideraba que se había utilizado a nuestras vecinas y mujeres referentes como arma arrojadiza entre con motivos e intereses puramente partidistas. Ese texto me costó reprimendas y consecuencias negativas para mi empresa, pero también muchas felicitaciones por hacer periodismo digno. Y es que, desde la humildad, los lectores me hicieron saber que aquel artículo estaba lleno de sentido común. Su título era: «Lo más triste del 8-M en Almansa». Pues bien, un año después y una vez más muy triste por lo sucedido, se me obliga a volver a escribir un texto similar. Pero esta vez lo voy a titular: «Lo más incomprensible del 8-M en Almansa».
Un acto de Mujeres en Igualdad
En Almansa hay diversas asociaciones de carácter feminista o en pro de la igualdad de género. Una de ellas es Mujeres en Igualdad. Sí, se trata de una asociación que no suele levantar bronca ni ruido, pero que cuenta con más de 200 socias. Sí, también es una asociación con tintes políticos ligada al Partido Popular, pero que ha distinguido a mujeres vinculadas con el PSOE. Y sí, puede que no organice semanas enteras de eventos, pero lleva ya 19 años realizando un acto de mucha importancia para el reconocimiento de mujeres locales.
Ese evento es el Acto Homenaje a 8 Mujeres Almanseñas. Mujeres en Igualdad lo lleva realizando desde hace 19 años, con más de 128 mujeres reconocidas a lo largo de todas sus ediciones. Entre todas esas mujeres las hay trabajadoras, emprendedoras, amas de casa, deportistas, voluntarias, zapateras, hosteleras… Todas de una madre y de un padre, de distintos signos políticos pero con algo en común: todas tienen una trayectoria remarcable tras una vida (normalmente) plagada de esfuerzo y sacrificio dentro de un mundo de hombres.
La polémica de este año
Vuelvo a repetir, ya que es la verdad. Me da lástima tener que volver a criticar una situación tan puntiaguda a través de mi opinión cada 8-M, fecha en la que deberíamos mostrar unidad ante la desigualdad, todos y todas. El caso es que este año, el Ayuntamiento de Almansa, ya con el PSOE al frente, ha decidido hacer el I Acto Institucional del 8-M del consistorio. Una idea magnífica, ya que considero como necesario un evento así desde la institución pública.
Lo polémico viene cuando el PSOE decide hacer un acto muy pero que muy parecido al que ya organiza durante casi dos décadas Mujeres en Igualdad. El consistorio tenía que haber ideado otra forma de sumar por la igualdad; ideas hay miles, por poner ejemplos: charlas de concienciación; gala de arte desarrollado por mujeres; bailes, conciertos o exposiciones… incluso, en última instancia, rendir homenaje a una mujer referente nombrándola Hija Predilecta o alguno de esos títulos solemnes que han estado copados casi siempre por hombres.
Sin embargo, en lugar de darle un par de vueltas a la idea, consideran no homenajear a 8 mujeres, sino rendir reconocimiento a 10. Todas ellas merecedoras del premio.
¿Dónde está el problema?
Casi tengo que decir: «¿Dónde no está el problema?». Lo primero de todo, según ha podido conocer este diario, el Consejo Local de Igualdad y las asociaciones feministas locales no han tenido voz ni voto en la decisión de a qué mujeres hay que homenajear en un acto institucional. Si el reconocimiento lo otorga el Ayuntamiento, este detalle debería tenerse en cuenta.
Además, en las reuniones que se establecen en este consejo para informar al resto de asociaciones que la componen sobre qué actividad va a hacer cada una de ellas (entre otras cosas para no repetirse o «pisar» ideas), se nos informa que el Ayuntamiento no indicó nunca la naturaleza del acto, tan solo se dijo que realizarían un acto institucional, sin mayor detalle.
Tanto la asociación de Mujeres en Igualdad como el resto de la ciudadanía (salvo las homenajeadas, que incluso alguna sufrió confusión cuando se le comunicó el reconocimiento, creyendo que se lo daba la asociación y no el Ayuntamiento) se entera de la intención del consistorio por los medios de comunicación.
Por otra parte, ya hay asociaciones por la igualdad y feministas en Almansa que hubieran querido hacer antes un homenaje a 8, 80 u 800 mujeres de su ciudad. Pero la razón que se esgrimía para no hacerlo era muy simple: «Ya se hace. Y lo hace Mujeres en Igualdad». Según he podido conocer, la asociación Mujeres en Igualdad no recibió propuesta del Ayuntamiento para hacer un acto conjunto y en unidad.
Otra parte muy negativa de esta situación es el deterioro que van a sufrir ambos reconocimientos en cuanto al valor que se le pueda dar. Cada año que pase, el mérito y el reconocimiento se verán socavados. Si cada año homenajeamos a 18 mujeres, el homenaje se vacía de contenido. La realidad es cruda, pero es así: ni todas las mujeres ni todos los hombres se merecen un premio. (Todas las mujeres que han sido reconocidas en los actos de este año, al igual que las anteriores, SÍ se lo merecen, no me vayan ustedes a querer malinterpretar).
Si hablamos de que las comparaciones son odiosas, también me entenderán. Tanto a la hora de organizar el acto como si hay figuras similares reconocidas en cada uno de ellos. Además, algo que ya hemos palpado desde el contacto directo con la audiencia que tenemos como periódico digital es el hartazgo mediático que supone homenajear a una veintena de mujeres cada año. El interés se convierte rápido en tedio. Esto no es responsabilidad ni de los medios de comunicación, ni de la audiencia, ni mucho menos de las homenajeadas. Juzguen ustedes quién la ostenta.
Además de todo lo expuesto, un último argumento que es cristalino. El día de la publicación de este artículo, miles de personas realizan una caminata solidaria (ya tradicional) por el pantano de Almansa. ¿Se imaginan ustedes que en la semana internacional contra el cáncer, el Ayuntamiento realizara una Ruta Pantanera? Pues lo que ha sucedido con este homenaje es algo muy similar.
Mucho humo
Me sabe mal decir lo que pienso, pero no puedo evitar pensar que, un año más, las mujeres son utilizadas por partidos políticos para ser más que otros partidos políticos. En este 2024 «una llama ha querido ser más grande que otras apagando a las demás», pero es que en 2023 sucedió exactamente lo mismo, solo que a la inversa.
Tirando de frases motivadoras, acudo al legendario párrafo de Galeano: «Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y hay gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende».
Los fuegos bobos son los partidos que nutren a sus ejércitos de soldados sectarios, ciegos ante el sentido común, que ni alumbran ni queman. Los fuegos que encienden en alma de los que se les acercan son Belén, Marta, Eva y Esther; Laura e Inmaculada; Mónica y Begoña; Ana y Paquita; Encarna y Amparo; Ana Jesús y Magdalena; Ana y Fran; Marta y María Belén.
No hay llama que pueda cubrir la luz que desprenden como ejemplo a seguir.
Las ponzoñosas garras de la política a veces intentan rentabilizar este día como una inversión de votos. Pero, que no nos engañen, el 8 de marzo es de las mujeres y de las trabajadoras. Valga para demostrar mi imparcialidad el artículo que escribí el año pasado y que les dejo por aquí abajo. También de un 8-M en Almansa.