La portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha, Blanca Fernández, ha dicho que en el Consejo Interterritorial de Salud de este jueves previsiblemente se analizará, entre otras medidas, si se implanta el toque de queda para frenar el coronavirus. En este sentido, ha asegurado que si se adoptara tendría que ser una medida de aplicación nacional.
Fernández compareció ayer en Toledo en su habitual rueda de prensa de los miércoles para dar cuenta de los asuntos tratados en la reunión semanal del Consejo de Gobierno, y ha contestado a preguntas de la prensa sobre la situación de la región en cuando a la pandemia de COVID-19.
Ha señalado que una medida como el toque de queda es «algo llamativo» y que con vistas a la reunión de la Interterritorial de Salud no hay que descartar nada.
En este sentido, ha confiado en que en la reunión del Consejo Interterritorial de Sanidad de este jueves, a la que la Comunidad Autónoma acude «con todo el ánimo constructivo» –y que está previsto que aborde este tema–, «se produzca ese diálogo».
La Junta matiza que siempre que se aplique a nivel nacional
En cualquier caso, ha asegurado que siempre, desde que empezó la pandemia, Castilla-La Mancha ha guardado la máxima lealtad al Gobierno y al resto de comunidades autónomas, porque ha considerado que «no hay otra manera de afrontar las cosas», informa EFE.
Ha apuntado que en Castilla-La Mancha se están adoptando medidas dependiendo de la situación epidemiológica, por municipios o por áreas sanitarias, que han permitido a la región pasar de estar por encima de la media nacional en incidencia acumulada de coronavirus a estar por debajo, concretamente ahora está en el puesto 11.
Se está conteniendo el virus, pero «necesitamos la colaboración de todo el mundo», ha señalado Fernández, quien ha advertido de que al Gobierno regional no le «temblará la mano» si tiene que ordenar confinamientos perimetrales para proteger la salud publica y salvar vidas.
Foto: Ángel V. Rabadán / JCCM