La semana pasada, el grupo municipal socialista anunció que presentaría una moción al Pleno del Ayuntamiento de Almansa para conmemorar el centenario de la declaración del Castillo de Almansa como Monumento Histórico-Artístico Nacional, el 2 de febrero de 1921. En ella se ponía de relieve que, gracias a la labor de tres técnicos de la época, se previno la demolición de la fortaleza. (Foto: Pedro Oliva)
Hoy, el concejal de Turismo, Alfredo Calatayud, anunció durante la sesión plenaria que la moción del PSOE se ha convertido en una Declaración Institucional y el acuerdo de una conmemoración apoyada por todos los grupos. Afirmó, además, que el Ayuntamiento ya venía trabajando con anterioridad en celebrar los 100 años desde aquel hito, que se celebrará a lo largo de este año.
Así, el Ayuntamiento, con el acuerdo expreso de todos los grupos políticos, se compromete al reconocimiento, agradecimiento y homenaje a las figuras de Ramón Casas, arquitecto provincial de Albacete; José Ramón Mélida, de la Real Academia de la Historia y director del Museo Arqueológico Nacional; y Vicente Lampérez y Romea, de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
El Ayuntamiento dará traslado de ese reconocimiento a la Diputación de Albacete, Real Academia de la Historia y Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Además colocará una placa conmemorativa del centenario.
Un libro, exposiciones y conferencias
El equipo de Gobierno también se compromete a realizar distintas actividades culturales y educativas en el año del centenario para conmemorar la efeméride. Estas incluirá la edición de un libro, una exposición fotográfica y un ciclo de conferencias.
Por su parte, este diario celebrará la fecha con una serie especial de artículos por el Centenario de la declaración del Castillo de Almansa como Monumento Histórico, escritos por historiadores, políticos y arqueólogos.
Texto íntegro de la Declaración Institucional
Calatayud fue el edil encargado de la lectura de la Declaración Institucional del Ayuntamiento en el Pleno, que este diario refleja de forma íntegra:
«La peculiar morfología del Cerro del Águila dividida en estratos rocosos y yesíferos facilitó la construcción del Castillo de Almansa y paradójicamente lo pudo llevar a su desaparición.
El 1 de marzo de 1480, Almansa dejaba de pertenecer al marquesado de Villena y se incorporaba definitivamente a la monarquía de los Reyes Católicos.
Desde ese momento, el castillo, salvo en contadas excepciones, comenzó un largo periodo de desuso y abandono que a punto estuvo de concluir con su total destrucción a principios del siglo XX.
Ya en 1690 hay noticias de extracciones de yeso, lo que sin duda debió provocar daños en el cerro. Aquel año, el Ayuntamiento de entonces, ponía en arrendamiento la cantera con el fin de obtener un beneficio económico de la misma.
Las noticias sobre la cantera de yeso vuelven a aparecer a finales del siglo XIX, aunque la mejora de las técnicas de extracción y la explotación sistemática con vistas a obtener buenos rendimientos económicos, pusieron definitivamente en peligro la fortaleza.
El 4 de agosto de 1911 se hunde el Castillo de la localidad de Buñol, causando la muerte de nueve personas. Así, y para prevenir un hecho similar, el 18 de agosto de ese mismo año el ayuntamiento almanseño, por unanimidad, solicita autorización al Gobierno Civil de Albacete para proceder al derribo del Castillo:
“… por unanimidad se acuerda pasar oportuno oficio al Sr. Gobernador, exponiéndole que en vista del peligro que parece tener el estado en que se encuentra el Castillo de esta ciudad, con el fin de evitar una desgracia semejante a la ocurrida en el pueblo de Buñol, previo los trámites que dicha autoridad juzgue oportunos, se conceda la autorización que corresponda par demoler dicho Castillo si se considera procedente” (actas de plenos del ayuntamiento de Almansa 18/08/1911)
Por tal motivo, el Gobierno Civil, envía a Almansa a Ramón Casas, Arquitecto Provincial, el cual, tras su visita redacta un informe certificando los temores de ruina, aunque a su parecer solo serían necesarios el derribo de algunos torreones y almenas, y recomendaba además prohibir el uso de dinamita en la explotación de la cantera.
Así pues, y basándose en dicho informe, el Gobernador Civil, Abelardo Sánchez (de quien toma su nombre el conocido parque de la Capital albaceteña), cierra la cantera de yeso del 14 de septiembre en espera de la decisión definitiva del Ministerio de Fomento.
Éste, solicita de manera inmediata un estudio sobre el estado del castillo a la Real Academia de la Historia, la cual envía a Almansa al arqueólogo Jose Ramón Mélida, director por aquel entonces del Museo Arqueológico Nacional.
Su informe “Sobre la pretendida demolición del Castillo de Almansa” sugiere los intereses económicos que intuye había detrás y recomienda paralizar el derribo de la totalidad o parte del castillo en espera de un nuevo dictamen de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
Mientras tanto, el mal estado de la fortaleza acarreaba peligros sobre las casas de las actuales calles Castillo, La Estrella y San Juan. Esto obliga en 1920 al ayuntamiento a saltarse la citada prohibición y tirar algunas de las almenas que amenazaban derrumbe.
Sobre esta acción manifestó su queja, el entonces concejal y conocido artista local y director de la Escuela de Artes y Oficios D. Adolfo Sánchez Megías:
“… El Sr. Sánchez Megias hace constar en acta su protesta y sentimiento por haberse destruido y derribado las almenas del Castillo de Esta Ciudad con motivo de las reparaciones recientemente efectuadas” (actas del pleno del Ayuntamiento de Almansa de 12/03/1920)
El 2 de octubre de 1920, Vicente Lampérez y Romea, arquitecto, historiador del arte y experto en arquitectura medieval, inspeccionaba el Castillo de Almansa enviado por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
Su posterior informe, publicado en el Boletín Oficial de la Real Academia el 31 de diciembre de 1920, del cual se conserva una copia en el Centro de Interpretación del Castillo, analiza el estado y funcionalidad del Castillo, y aunque reconoce su lamentable estado fruto del tiempo y de la acción de los hombres, entiende que no debe ser derribado en su totalidad sino tan solo aquellas partes en, pero estado y reforzar otras.
Y concluye:
“Primero. El Castillo de Almansa tiene méritos históricos y arquitectónicos bastantes para que deba ser respetado y conservado.
Segundo. El estado de solidez de las partes que subsisten es bueno en general, excepto las que se detallan en este informe, que deben ser demolidas y otras que también quedan especificadas y que exigen pequeñas obras de refuerzo.”
Los informes de Casas, Mélida y Lampérez condujeron finalmente a que el Castillo de Almansa fuese declarado Monumento Arquitectónico-artístico por Real Orden de 2 de febrero de 1921:
“1.º Se declara Monumento arquitectónico-artístico, conforme a los preceptos de la ley de 4 de marzo de 1915, el Castillo de Almansa (Albacete), histórica fortaleza del siglo XV.
2.º Se autoriza al propietario de dicho Castillo, que según se afirma es el Ayuntamiento de la ciudad de Almansa, para efectuar la demolición del lienzo de muralla, que cabalgando sobre los estratos, forma la defensa del foso seco por el lado de Oriente (a del plano que figura en el informe de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando); algunas partes, no muy grandes, de los muros terminales del cuerpo en espolón del lado Norte (b de dicho plano), y las fajas del lado Oriente; debiéndose conservar las almenas y el resto del Castillo…”. (Gaceta de Madrid, 7/02/1921). Copia disponible en el Centro de Interpretación del Castillo de Almansa.
La declaración del Castillo como Monumento Arquitectónico-Artístico aseguró la definitiva permanencia del Castillo, aunque los trabajos de restauración no comenzarían hasta mediados del siglo XX, dando inicio a la configuración actual de nuestra fortaleza».