La Ermita de San Blas, a los pies de la fortaleza almanseña, es uno de los edificios más emblemáticos de la localidad y será la sede oficial de la Asociación Ruta del Vino de Almansa y la Agrupación de productores de vino con la Denominación de Origen Almansa. Así lo dispuso el Pleno celebrado en sesión ordinaria, en el Ayuntamiento de Almansa, el pasado 26 de noviembre de 2021, por el que los grupos municipales aprobaron por unanimidad y de forma inicial la concesión de la ermita para el uso de las asociaciones vitivinícolas.
Ayer lunes, se publicó la concesión administrativa para el uso privativo de este bien de carácter patrimonial en el Boletín Oficial de la Provincia. Ahora, arranca el periodo de información pública por un plazo de treinta días, a contar desde el día siguiente de la publicación de la adjudicación, durante el cual se podrán presentar alegaciones o reclamaciones. El expediente podrá ser examinado en las oficinas municipales de la Sección de Patrimonio, situadas en la calle Aragón 19-20, cualquier día laborable entre las 9:00 y las 14:00 horas.
De mano en mano hasta convertirse en la sede de la DO Almansa
La ermita se encuentra ubicada en la avenida de Carlos III. El desarrollo de la ciudad ha ido transformando esta zona y, hoy en día, acoge las principales instalaciones deportivas municipales. «No se sabe mucho acerca de su origen, posiblemente sea un edificio del S. XVII, ya que hay indicios de que pueda ser la ermita que aparece en el cuadro de la Batalla de Almansa de 1707, con el nombre de San Salvador», según se detalla en el portal web de Almansa Turística.
Allí se indica que, seguramente, a lo largo de los años, haya cambiado de nombre varias veces hasta que, a finales del S. XVIII o principios del S.XIX, pasara a llamarse Ermita de San Blas. Se sabe con seguridad que ha pertenecido a diferentes familias locales y llegó a ser centro de gran interés, en el que se realizaban diferentes actos religiosos.
En la Guerra Civil se destruyó el interior y, a fin de que fuese restaurada, la ermita fue donada al Ayuntamiento, aunque por problemas económicos no pudo llevarse a cabo dicha restauración. La ermita dejó de ser un lugar dedicado al culto y se secularizó, albergando unas veces aperos de labranza, llegado así hasta el momento en el que se realizaron las últimas restauraciones.
En 1984 comenzó la restauración de la Ermita de San Blas con el fin de que albergara la Oficina de Turismo. Finalmente, la rehabilitación se realizó respetando las características formales y constructivas del edificio. Actualmente, es la sede de la DO Almansa y será la sede de la Ruta del Vino de Almansa.
Una treintena de personas representativas de todos los sectores que formarán parte de la ruta: alojamientos, restauración, agencias de viajes, empresas de turismo activo, bodegas de la Denominación de Origen Almansa o representantes políticos. La entidad se presentó, en julio de 2021, como «una oportunidad para liderar a todos los sectores en base a un objetivo común: promover el turismo del territorio DO Almansa».