El vicepresidente de la Diputación de Albacete, Fran Valera, participó en la noche del lunes en la Ofrenda de Flores a la Virgen de Belén en Almansa, uno de los momentos más emotivos y representativos de las Fiestas Mayores. Ni siquiera la lluvia, que hizo acto de presencia, logró empañar la solemnidad del acto.
Acompañado por la Corporación Municipal, encabezada por la alcaldesa y diputada provincial de Igualdad, Pilar Callado, así como por representantes institucionales y cientos de vecinos y vecinas, Valera recorrió las calles de Almansa hasta la Plaza de Santa María. Allí, como es tradición, cada participante depositó sus flores ante la imagen de la Virgen para formar su característico manto floral.
Este año, la ofrenda adquirió una relevancia especial al coincidir con el Centenario de la Coronación de la patrona, efeméride que fue conmemorada por la mañana en un acto institucional presidido por el máximo responsable provincial, Santi Cabañero, y en el que también estuvo presente Fran Valera.
Las Fiestas Mayores de Almansa, ejemplo de riqueza cultural
El vicepresidente reiteró el firme compromiso del Gobierno Provincial con Almansa, con su gente y con su rico patrimonio cultural y etnográfico, y destacó que estas fiestas representan un escaparate privilegiado de todo ese legado. «Es fundamental venir a Almansa estos días para sentir y comprender la grandeza de cada gesto y su profundo significado», subrayó Valera, quien destacó además el valor de otras citas tradicionales como la Entrada Mora y Cristiana, la Embajada Nocturna o el Encuentro Gachamiguero.
Valera remarcó que desde la Diputación de Albacete se seguirá trabajando para proteger y fomentar estas tradiciones, no solo con apoyo económico, sino con presencia activa, visibilización y difusión. Además, subrayó la importancia de «compartir estas tradiciones con los vecinos y vecinas, visibilizarlas y darlas a conocer como el camino más eficaz para mantenerlas vivas y ponerlas en valor», reafirmando que ese es el compromiso del Gobierno provincial. Un compromiso basado en la convicción de que fiestas como las de Almansa son un motor de desarrollo, que impulsan el turismo, generan riqueza y refuerzan la identidad social y la cohesión territorial.