El presidente del Partido Popular de Castilla-La Mancha, Paco Núñez, ha avanzado que, en el primer periodo de sesiones de la próxima legislatura en las Cortes regionales, el futuro Gobierno del Partido Popular trabajará en una Ley de Simplificación Burocrática para reducir y eliminar pasos burocráticos y hacer más ágil el desarrollo empresarial y económico de la región.
«No puede ser que los castellanomanchegos tengan que pelearse con la Administración para ampliar o abrir un negocio o para incorporarse al campo. Esas peleas son con la Administración socialista, con una Administración del PP, las dificultades burocráticas serán menores y lo haremos por Ley», ha incidido.
Núñez ha recordado que Castilla-La Mancha ha recaudado en 2022 unos mil millones de euros más como consecuencia de la inflación sobre la previsión de ingresos de la Junta de Comunidades. «El Gobierno de Page es insaciable en su voracidad recaudadora», ha advertido, al tiempo que ha señalado que solo catalanes y cántabros «pagan más impuestos que los castellanomanchegos».
«No todos tenemos la misma forma de gobernar, en este año de cambios propongo a los castellanomanchegos un Gobierno con todos», ha destacado, porque durante estos años, asegura, «he tenido la fortuna de recorrer esta región y estar en todos sus rincones para conocerla en profundidad, mirando a los ojos a los castellanomanchegos y compartiendo sueños y anhelos, pero también desgracias y preocupaciones».
Núñez ha apostado por «un cambio desde la moderación, la tranquilidad y la centralidad para Castilla-La Mancha, en el que el protagonismo lo asuman los castellanomanchegos para construir una región de futuro».
El presidente regional del PP ha añadido que si los castellanomanchegos quieren, antes de que finalice el año se firmará el eje de crecimiento del sur de Europa entre Madrid, Andalucía y Castilla-La Mancha tras las conversaciones mantenidas con Isabel Díaz Ayuso y Juanma Moreno, con el objetivo, entre otras cuestiones, de adaptar la fiscalidad de Castilla-La Mancha a la de Madrid y Andalucía para devolver cerca de 500 millones de euros a los vecinos de la región de los mil millones de euros que ha recaudado el Gobierno socialista.
De otro lado, Núñez ha esperado que Emiliano García-Page «confirme su candidatura a la Junta» para que se someta al examen de las urnas y explique a los castellanomanchegos «sus insultos» a los sanitarios, a los docentes o a los mayores.
«Page no ha exigido a sus diputados nacionales que voten en contra de los pactos con Bildu, ERC o de las medidas propuestas por la izquierda», como tampoco han votado en contra de la modificación del delito de malversación, de la eliminación del delito de sedición o de la ley del ‘solo sí es sí’.
Núñez ha recordado que todas las encuestas destacan que Alberto Núñez Feijóo será el próximo presidente del Gobierno de España, algo que hará que se recupere la «credibilidad, la confianza, la seriedad y el rigor de España». Además, en Castilla-La Mancha también el PP formaría Gobierno, ya que según algunas de las últimas encuestas publicadas, Paco Núñez ganaría las elecciones a Page.
«Nuestro país corre el riesgo de dividirse, empobrecerse y romperse y los que tenemos responsabilidades públicas debemos tener firmeza ante ello”, ha dicho.
Por último, ha lamentado que Castilla-La Mancha cuente con la tasa de inflación más alta del país, cuente con una de las tres rentas per cápita más bajas de España o con el tercer salario medio más bajo, algo que provoca que Castilla-La Mancha sea una de las dos regiones que más se ha empobrecido de España en 2022, junto a Aragón. Además, la región es la que más fondos europeos destinados a los autónomos está devolviendo o que verá perjudicados cerca de 84 millones de euros de la PAC por la alta inflación.
«No quiero una Castilla-La Mancha que siempre lidere las tasas de pobreza, de inflación y de mala gestión. Yo quiero otra Castilla-La Mancha, creo que otra Castilla-La Mancha es posible», ha destacado, al tiempo que ha advertido que “ningún socialista le va a poner límites a esta tierra”.
Núñez ha afirmado que los agricultores y ganaderos «hoy no tienen más agua de la que tenían hace unos años, es una realidad». «Si yo tengo que elegir entre las políticas ecologistas o entre los agricultores y los ganaderos a la hora de posicionarme por el agua, ya he elegido, ellos deben tener el agua necesaria y suficiente para hacer viables y rentables sus explotaciones», declaró.