La Asociación Salud Mental Afaenpal se une este 10 de Septiembre, a la conmemoración del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, una jornada impulsada por la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), que busca concienciar, prevenir y ofrecer apoyo a las personas en riesgo y a sus familias. Foto | 1er Premio concurso Fotografía «Tu mirada a la Salud Mental 2024» de Afaenpal, Ana María Rodríguez Edo.
En España, cada día, diez personas pierden la vida por el suicidio. Es la principal causa de muerte externa y la primera entre los jóvenes de 15 a 29 años. El suicidio es un problema de salud pública importante, pero a menudo desatendido, rodeado de estigma, mitos y tabúes. Cada caso de suicidio es una tragedia que afecta gravemente no solo a las personas, sino también a las familias y las comunidades
Desde Salud Mental Almansa Afaenpal recuerdan que el suicidio se puede prevenir y que la clave está en escuchar, hablar y acompañar. La asociación en colaboración de la Fundación Sociosanitaria de Castilla la Mancha, trabaja en Almansa y su comarca, a través de programas de apoyo psicológico, acompañamiento a familias, campañas de sensibilización y prevención comunitaria, siempre con el objetivo de romper el estigma en torno a la salud mental.
El teléfono 024, disponible de manera gratuita y confidencial las 24 horas, junto a servicios de emergencia y redes de apoyo social son recursos esenciales y muy importantes para la prevención, así como que la comunidad conozca cuales son las señales de riesgo y factores de protección.
El lema del Día Mundial de la Prevención del Suicidio 2024-2026, «Cambiar la narrativa», tiene como objetivo derribar barreras, como el estigma, crear conciencia y crear una cultura de comprensión y apoyo para prevenir el suicidio.
Señales de alerta
Desde Salud Mental Almansa Afaenpal recuerdan que algunas de las señales de alerta incluyen verbalizar continuamente o de manera radical una visión negativa sobre uno mismo con frases como «no valgo nada», «mi vida no tiene sentido» o «soy una carga». También es preocupante cuando alguien comenta sobre formas de hacerse daño o expresa desesperación, soledad y falta de salida. Otros indicios son los cambios de conducta, la pérdida de interés en actividades antes disfrutadas y el dolor profundo que se percibe como interminable.
El consumo abusivo o incremento notable de sustancias como drogas y alcohol, un comportamiento ansioso o agitado, problemas de sueño importantes, rabia extrema, cambios de humor, tristeza o desmotivación, así como el aislamiento social y familiar, son también signos importantes a los que se debe prestar atención.
El mensaje es claro: hablar es un paso hacia la vida. Reconocer estas señales puede marcar la diferencia, ya que pedir ayuda y escuchar sin juzgar es fundamental para acompañar a quienes atraviesan momentos de sufrimiento emocional. La prevención está en nuestras manos, y tu voz importa.
Recursos de ayuda ante pensamientos suicidas: Teléfono 024 – Línea nacional de atención a la conducta suicida (24/7). Teléfono de la Esperanza: 717 003 717. Emergencias: 112.