Almansa celebró otro año más la festividad de San Cristóbal con la tradicional bendición de vehículos | El pasado 3 de julio, el concejal de Movilidad Urbana, Francisco Javier Gimeno, la alcaldesa de Almansa, Pilar Callado y varios miembros de la asociación de Vehículos Clásicos de Almansa fueron los encargados de presentar este evento: la bendición de vehículos con motivo de la festividad de San Cristóbal, que ya se ha convertido en una tradición en la localidad. Al acto también acudieron los ediles populares Roselló y Marí. Y por supuesto, la bendición estuvo presidida por la imagen del santo en todo momento. Fotos | Ayuntamiento de Almansa.
La bendición de vehículos con motivo de la festividad de San Cristóbal, patrón de los conductores, se llevó a cabo el domingo 7 de julio durante una mañana cargada de actos. Todas las personas participaron acercaron sus vehículos en la calle Virgen de Belén desde bien temprano en la mañana.
Y es que desde las 9:00h tuvo lugar la Santa Misa en la Iglesia de la Asunción, Eucaristía que precedió a la siempre curiosa y vistosa bendición. Los vehículos pasaron por toda la zona colindante al centro de la ciudad, desde la Calle del Campo hacia la Calle Virgen de Belén hasta llegar a la Plaza de Santa María. Mientras tanto, se dieron varias vueltas a las calles cercanas como es costumbre. El párroco de la iglesia, Don Pedro, fue el encargado de bendecir los vehículos.
No solo se pudo ver interesantes vehículos de antaño, sino también coches más modernos de marcas punteras de la última generación y una enorme hilera de camiones, algunos de ellos muy queridos por la sociedad almanseña. Por supuesto, no fallaron a la cita moteros de dilatada experiencia. Todo ello otorgó de un ambiente genial a la mañana del domingo.
La mañana se llenó de sonidos de claxon y cientos de miradas curiosas, así como del orgullo de los conductores. La mayoría de ellos acudieron a una comida de convivencia una vez finalizado el evento en un reconocido restaurante de la zona de la estación. La imagen era de convivencia total entre decenas y decenas de aficionados al motor, tantos que tuvieron que ocupar varias y largas mesas.