Una terapia distinta y mágica para las personas con Alzheimer. Capaz de rehacer lazos en la mente, que emocionan a familiares y cuidadores. Un ejemplo más de que la música forma parte fundamental de la vida de todas nosotras. Al realizarla se devuelve la humanidad que, en ocasiones, se olvida que poseen los pacientes. Se trata de un proyecto llamado «Música para despertar».
Pepe Olmedo, psicólogo granadino, fue el pionero en descubrir esta técnica de cuidados a nivel nacional. Él es el embajador y bautista del proyecto Música para despertar. En Almansa también se llevó a cabo durante algunas jornadas en el Centro de Día de AFA mediante Louis Hernández, maestro de profesión. La Tinta de Almansa entrevista a este último para comprender mejor los beneficios y puesta en práctica de la terapia.
Una terapia que ayuda a sobrellevar la dura rutina
Todo comienza cuando Pepe Olmedo, fundador de la ONG y movimiento Música para despertar, se pregunta cómo reaccionarían a la terapia con música los pacientes de Alzheimer del centro de día en el que trabajaba su madre. Así que un día cogió unos cascos (auriculares grandes) y se aventuró a hacer la prueba. Los resultados fueron fascinantes.
«Cuando pones música que estas personas escuchaban en sus años de juventud, se activa en ellos un instinto reflejo que les impulsa a cantar, bailar o realizar movimientos que su mente relaciona con la canción en cuestión. Durante unos minutos, la persona reacciona, no significa que recuerde, pero se activan, incluso pacientes con un estado avanzado de Alzheimer», explica Hernández a La Tinta.
Gracias a la música, los pacientes que reciben la terapia resucitan emociones que guardan en el subconsciente, esas que sintieron en un pasado al escuchar la canción. «Esta terapia, como su nombre indica, no ayuda a curar la enfermedad, pero sí que consigue que el día a día de las personas con Alzheimer sea mejor, es decir, más llevadero», comenta Hernández.
¿Cómo realizar la terapia Música para despertar?
Según Pepe Olmedo es necesario seguir unos pasos para que esta técnica terapéutica pueda dar resultados positivos. Louis Hernández, quien ya realizó el curso formativo de Música para despertar nos cuenta cómo hacerlo.
«Lo primero que hay que hacer es una investigación con la familia. Puede ser complicado, pero poco a poco, preguntando a hijos, sobrinos o hermanos, podemos encontrar la canción preferida de la persona con la que vamos a interactuar», afirma el maestro. Al dar estos primeros pasos ya se está realizando una trabajo de reconexión emocional entre los familiares, amigos y el paciente.
También es muy importante tener las herramientas adecuadas. «Parte fundamental de esta terapia pasa por utilizar cascos de música. Hay algunas personas con Alzheimer que no te dejan ponérselos en un primer momento, pero enseguida se adaptan a la situación. Estos auriculares grandes ayudan a aislar a la persona con su música favorita, sin recibir otro estímulo sonoro del exterior.
Por último necesitamos tener contacto físico con la persona. La interacción es muy necesaria en esta terapia, ya que será un apoyo para el paciente y regalará momentos emocionantes al acompañante. «Yo he llevado a cabo esta actividad muchas veces con mi abuela. Cuando estábamos juntos en casa los resultados eran geniales, pero ahora ella se encuentra en una residencia y puedo asegurar que no es lo mismo realizar la terapia en contacto que tras un cristal que te separe de tu ser querido», afirma el maestro almanseño.
También cabe decir que esta práctica no es «musicoterapia», aquí las personas con Alzheimer solo reciben el estímulo, basta con dejarles disfrutar de la música y acompañarles en sus reacciones.
Anécdotas entrañables con la terapia de música para el Alzheimer
Louis Hernández nos cuenta alguno de los momentos más felices al realizar esta terapia musical:
«Una vez realizando la terapia en el centro de día, había una mujer joven que no quería que le pusiera los cascos. Pero cuando puse la canción del Torito guapo de El Fary, se levantó de su silla y empezó a bailar con una alegría que nunca le había visto».
«En otra ocasión, una mujer ya más mayor, una de estas abuelas entrañables, realizó la terapia y cuando empezó a sonar su canción favorita en los cascos, empezó a hacer como que enhebraba una aguja. Es mágico, la melodía le hizo recordar lo que hacía de joven mientras la escuchaba».
«Los mejores recuerdos los tengo con mi abuela. Ella podía olvidar mi nombre e incluso quién era, pero cuando le ponía la La flor de la canela de María Dolores Pradera, la cantaba entera».
Puedes conocer más el proyecto de «Música para despertar» viendo el vídeo que insertamos a continuación. También puedes ayudar con tu donación haciendo clic en el siguiente enlace: «Música para despertar».
También enlazamos el crowfunding de apoyo al proyecto aquí: Ayuda a los terapeutas de personas con Alzheimer.
«El Alzheimer no puede con la música y el amor».