¿Sabías que además de aportarnos ese anhelado bronceado, la luz del sol también nos ayuda a mantener a raya los patrones de sueño y fomenta la producción en la piel de la necesaria vitamina D, previniendo así el raquitismo o la osteoporosis? Sin embargo, una exposición solar inconsciente y continuada puede hacer mucho daño a nuestro cuerpo de múltiples maneras.
Es por eso que conviene estar al tanto de los terribles efectos que puede causar el sol en nuestra piel, así como contar con el consejo de profesionales que nos guíen y, así, conocer los cuidados que esta precisa. Sobre todo en verano.
A continuación, Asunción Cuenca Sáez, dermatóloga, médico quirúrgica y veneróloga almanseña, desmitifica algunas creencias comunes en verano y da los mejores consejos para protegernos de las posibles consecuencias de un uso irresponsable del sol.
Si me quemo un poco cada verano para ir cogiendo color, no puede pasar nada: Falso.
Hay que tener en cuenta que el sol provoca no sólo lesiones visibles en la piel en forma de quemaduras, sino que también tiene consecuencias invisibles, dañando el material genético de las células de la piel hasta el punto en que éstas no pueden reparar más las anomalías provocadas, pudiéndose volver cancerosas. Cada año se producen en todo el mundo más de dos millones de cánceres de piel distintos del melanoma y más de 200.000 melanomas malignos.
Como tengo la piel clara, tengo que protegerme aún más: Verdadero.
Las personas de piel clara tienen más riesgo de sufrir cáncer de piel debido a la ausencia relativa de pigmentación.
Como me pongo moreno/a sin quemarme, no necesito utilizar crema: Falso.
Aunque el color de la piel bronceada se asimila a la buena salud, el sol puede provocar trastornos dérmicos, tanto visibles como invisibles, como el fotoenvejecimiento más marcado y acelerado de la piel, para ello prevenir es la clave.
Puedo empezar a utilizar el protector cuando sea más mayor. Cuando soy joven no importa: Falso.
Según distintos estudios clínicos, utilizar un fotoprotector durante los primeros 18 años de vida puede reducir hasta un 78 por ciento el riesgo de cáncer cutáneo. No se debe exponer a los niños y bebés al sol durante las horas de sol intenso en verano, ya que su piel puede sufrir más lesiones que la de los adultos y que se les debe proteger con camisetas, gorras y gafas de sol.
Puedo tomar el sol después de comer si hago uso de mi crema protectora : Falso.
Es aconsejable evitar la exposición al sol entre las 10:00 y las 18:00 horas, ya que la mejor manera de prevenir cualquier lesión es minimizar el contacto con el sol. En cualquier momento en el que estemos expuestos, es conveniente utilizar un factor de protección adecuado a cada tipo de piel y aplicarlo cada dos horas o después de cada baño. En las franjas horarias anterior y posterior al mencionado paréntesis, el sol es beneficioso, aunque también haya que estar alerta.
Tomar el sol puede ayudarme a apaciguar la dermatitis: Verdadero.
Sobre todo para pacientes que padecen algunas enfermedades inflamatorias crónicas de la piel como la dermatitis atópica y la psoriasis, es aconsejable tomar el sol antes de las 10 horas y después de las 18 horas sin factor de protección solar, pues el sol actúa como antiinflamatorio. En períodos no estivales, estas exposiciones al sol son recomendables a lo largo de todo el día. Las medidas de protección referidas deben comenzar en primavera.
La sobrexposición al sol puede dañar mis ojos: Verdadero.
Las personas que han abusado del sol pueden experimentar manchas en la piel, arrugas o cáncer cutáneo más o menos complejo con las consecuencias que todo ello conlleva en la salud de los pacientes, pero también nuestros ojos sufren las consecuencias de los malos hábitos: el abuso del sol produce cataratas.
A pesar de los beneficios del sol y de los efectos que se le atribuyen y que influyen incluso en el estado de ánimo de las personas, hay que sopesar las ventajas y los inconvenientes que tiene una exposición excesiva sin protección, ya que los hábitos solares de buena parte de la sociedad no son correctos. Debemos corregir estas malas costumbres, evitar el daño solar y obtener los efectos beneficiosos sin poner en riesgo nuestra salud.
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