Francisca Tomás Romero, conocida afectuosamente como Paquita, es una figura emblemática en la historia cultural de Almansa. Su trayectoria profesional está marcada por un profundo compromiso con el servicio público y una dedicación incansable a la promoción del conocimiento y la cultura en su comunidad. Pero por encima de todo, Paquita encarna mejor que nadie sos valores de amor y ternura que llenan nuestra tierra de amor e ilusión. Toda una embajadora de la cultura local y su divulgación, amante incondicional de la historia de su ciudad y defensora a ultranza de su valioso patrimonio.
Francisca Tomás Romero, un orgullo para toda Almansa
Comenzó su labor en la reconocida librería Biblos, situada en la calle Mendizábal, un lugar que seguramente evoca recuerdos entrañables en la memoria de muchos almanseños. Su pasión por los libros y el aprendizaje la llevó a buscar una formación continua, lo que finalmente la condujo a desempeñarse como Bibliotecaria en la Biblioteca Pública de Almansa.
Durante más de tres décadas, Paquita desempeñó un papel fundamental en la vida cultural de la ciudad. En una época en la que los recursos técnicos eran limitados en comparación con los actuales, su profesionalidad y compromiso se destacaron aún más. No solo se encargaba de organizar y mantener la biblioteca, sino que también se dedicaba a promover la lectura y el acceso al conocimiento entre los habitantes de Almansa.
Su labor e implacable trayectoria no ha pasado desapercibida para las autoridades locales, que hoy la honran en este acto institucional como una de las almanseñas distinguidas en conmemoración del Día Internacional de las Mujeres. Este reconocimiento no solo celebra su contribución a la cultura local, sino también su papel como mujer pionera en un ámbito tradicionalmente dominado por hombres. La cultura, las letras, la historia, el amor por el patrimonio, no entiende de géneros, y Paquita es sin duda toda una embajadora de estos valores.
El legado de nuestra querida Paquita en la comunidad perdurará en el tiempo, recordándonos el valor del compromiso, la pasión por el conocimiento y la importancia de honrar a aquellos que trabajan incansablemente para enriquecer nuestras vidas con la cultura.
Poder ver flores que marchitaron hace tiempo
El otro día, al salir de clases de Historia en Casa de Cultura, Paquita me contó con entrañable añoranza cómo recuerda unas maravillosas flores que brotaban dentro de un jardín que albergaba la antigua fábrica de los Coloma en Almansa. Qué bonito fue comprobar cómo de sus gestos, sus palabras y sus ojos emanaba una emoción pura como el agua de manantial. Gracias a su pasión y su labor al recordar y valorar, un chico joven como yo puede sentir e incluso ver aquellas flores como si estuviera delante de ellas.
Y yo no soy el único privilegiado que se beneficia y puede beneficiar de situaciones similares. Paquita es una mujer entrañable con la que poder disfrutar en largas conversaciones de las que siempre se obtiene algo valioso. No hay una aportación que pueda hacer que sea prescindible. Y todo ello, como lo hacen las grandes personas: desde la humildad más genuina.
Con esto quiero decir que es precisamente ese amor por los pequeños pero valiosos tesoros que guarda nuestra querida tierra lo que hace de Paquita más que merecedora de este reconocimiento. ¡Brava! Gracias por tu ejemplo, por todo tu trabajo durante tantos años y por toda la sabiduría que nos regalas día a día. Una sabiduría más valiosa que el oro y la plata. Ella es Francisca Tomás Romero, siempre será nuestra bibliotecaria: mujer ejemplar, modelo a seguir, una de las almanseñas que tiene y merece todo el reconocimiento de su pueblo.