¿Qué significa que tu hija tenga una amigo bisexual no binario? ¿O que su compañera de clase se identifique como trans? Y, sobre todo, ¿cómo podemos evitar que nuestros hijos fomenten el acoso LGTBIfóbico en el aula? Resolver este tipo de dudas, así como afrontar los retos educativos que puedan surgir ante las «nuevas» identidades sexuales son los objetivos del taller que organiza la Escuela Local de Familias de la mano de Almansa Entiende. También participan la Federación de Ampas ‘Josefina Ruano’, el equipo de orientación de los centros y el Ayuntamiento de Almansa. Tendrá lugar este jueves, 23 de febrero, a las 20:00 horas, en el Centro Documental y Festero. El coloquio ‘Mamá, mi amiga es bisexual y no binaria‘ está dirigido especialmente a personas con hijos, hijas e hijes en etapa educativa, pero la asistencia está abierta a toda la ciudadanía.
«En un primer momento, Almansa Entiende se plantea intervenir en centros educativos. A través del proyecto Las Aulas Entienden se pretende prevenir el acoso escolar LGTBIfóbico y dar a conocer la diversidad sexual y de género al alumnado…. pero, con el tiempo y la experiencia, nos damos cuenta que, en realidad, el problema del acoso va más allá», explica Juan Milla, trabajador social y activista de la asociación a cargo de impartir la formación. «Nadie nace LGTBIfóbico», advierte, sino que es algo que se impregna desde el entorno social, ya sea en casa, en la escuela u otros espacios. Por eso, surge «la necesidad de trabajar con los principales educadores que, además del profesorado, son las madres y padres del alumnado».
Este tipo de taller se realizó hace ya mucho y, después de tantos años, se repite de nuevo. En parte, porque «la generación que ahora está educado a hijos e hijas, a veces siente cierto desconcierto con los nuevos términos o con los conceptos que se han desarrollado para hablar de la diversidad sexual o de género. Y para acompañar a sus hijos e hijas en este nuevo mundo, se tienen que informar. De ahí el título: Mamá, mi amiga es bisexual y no binaria», explica Milla.
Pero el taller no solo está dirigido a padres y madres de personas del colectivo LGTBI, sino a todos los progenitores en general. «Es importante recalcar esto porque, muchas veces, se acercan personas preocupadas porque su hijo es o “parece” LGTBI, pero en realidad estos talleres van dirigidos a toda la sociedad. Pensamos que debería preocuparnos incluso más que nuestro hijo o hija haga bullying. Porque si nos preocupásemos todos por eso, probablemente no habría acoso», reflexiona.
En este sentido, Milla apunta que «la prevención del acoso es importante porque el bullying genera muchos problemas de salud mental a quien lo padece, empeora la calidad educativa de los centros y está detrás de situaciones de suicidio», y añade: «Las personas que son LGTBI o “lo parecen” –porque el acoso LGTBIfóbico no solo lo sufre el colectivo– se merecen una buena calidad de vida».
Por otro lado, el taller pretende dar a conocer la diversidad sexual «porque es importante que vivamos en una sociedad que conozca y sepa que la única posibilidad no es la heterosexualidad o la cisexualidad. Esto es importante para las personas LGTBI, para que tengan referentes y crezcan sabiendo que no está solas, pero también para las que no lo son. Porque conocer que hay más opciones o más posibilidades te está dando libertad; la libertad de saber que tu orientación es solo una posibilidad más. Que es tan “poco normal” ser homosexual como es tan “poco normal” ser heterosexual», señala el trabajador social.
La charla está programada para durar al rededor de una hora y media. «En definitiva, se plantea como una reflexión entre la gente experta en educación, los padres y las madres, y personas activistas de la asociación. Entre todas, se pretende vislumbrar por dónde es más adecuado caminar para educar a nuestros hijos, hijas e hijes en una educación inclusiva, en la que se conozca la diversidad y se fomenten valores de respeto».
Estas charlas van encaminadas en el mismo sentido en que se ha articulado la recientemente aprobada Ley LGTBI o ley trans. En ella se contempla «que las personas LGTBI tengan una vida en igualdad de condiciones. Para ello, dice que es necesario educar a la población, el funcionariado, etcétera», detalla Milla. «Tanto la ley estatal como la Ley LGTBI de Castilla-La Mancha apuntan a la importancia de trabajar tanto en la educación en aula como para los profesionales de la Administración pública. Lo único que falta es ejecutarlas, dotarlas de presupuesto, para que no se queden en papel mojado. Sería genial que, en un futuro, la propia Administración formalizara las charlas y no que las asociaciones tengamos que contactar necesariamente con los centros para que se hagan», concluye el activista de Almansa Entiende.