Comienza la cuenta atrás para que llegue la Semana Santa y, como ya ocurrió con las navidades, las comunidades autónomas comienzan a acelerar sus planes y ver si podrán relajar sus restricciones o si, por el contrario, deberán endurecerse más. La titular de Sanidad, Carolina Darias, ha decidido mover ficha con antelación para intentar persuadir a las autonomías de la necesidad de adoptar ‘reglas de juego comunes’ para que no se celebren «17 semanas santas diferentes», como ya trató de hacer el ex ministro Salvador Illa en Navidad.
La postura del ministerio es que las comunidades autónomas deben permanecer cerradas perimetralmente en Semana Santa. En esa línea, los responsables de Sanidad preparan un documento marco para intentar unificar las normas de la desescalada. Lo que preparan será «flexible», según el Gobierno, y los expertos aspiran a plasmar una hoja de ruta con medidas que sólo se puedan relajar según el grado de incidencia en cada zona.
No será –insisten– un texto para «igualar las restricciones» ni «homogeneizarlas» en todas las comunidades, dado que la incidencia sigue siendo muy dispar, sino para equiparar la desescalada en territorios con situaciones epidemiológicas análogas. El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, subrayó, en rueda de prensa, que la reapertura de las fronteras entre comunidades autónomas «no deberían ni plantearse si no se dan las condiciones de transmisión correctas».
Con todo, Carolina Darias revive lo que ya experimentó Salvador Illa en noviembre. Entonces, el exministro de Sanidad intentó evitar lo que él mismo denominó «17 Navidades diferentes». Pero, al final, en las pasadas vacaciones, cada comunidad estableció sus reglas de entrada y salida, de número de comensales en las cenas y de horarios y aforos en los bares y restaurantes.
Por eso, la titular de Sanidad trata de persuadir a las comunidades autónomas con este documento. No obstante, el Gobierno no puede forzarlas a tomar medidas adicionales o a mantener cerradas sus fronteras sin aprobar un nuevo estado de alarma. Por tanto, dependen de «persuadir» a los presidentes autonómicos. La carta definitiva se la van a jugar en el Consejo Interterritorial, que se reúne semalmente, donde los líderes de cada comunidad votan o deciden por unanimidad propuestas que, en realidad, no son vinculantes.
La postura de Castilla-La Mancha
A pesar de que Sanidad considere que las comunidades autónomas deben permanecer cerradas perimetralmente en Semana Santa, algunas de ellas no comparten ese punto de vista, como la Comunidad de Madrid. A día de hoy, Madrid no tiene vigente ningún cierre perimetral a nivel regional e Isabel Díaz Ayuso no ha informado de que tengan previsto revertir esto. Por lo que, en teoría, todos los madrileños que así lo deseen pueden salir de la comunidad.
En cualquier caso, que no exista la imposibilidad de salir de Madrid ahora, ni en Semana Santa en un hipotético caso, no significa que se pueda entrar a otra de las comunidades limítrofes que sí tengan contemplados cierres perimetrales. Y las comunidades autónomas fronterizas con la Comunidad de Madrid han dejado bien clara su posición. Castilla y León, ya tiene decretado un cierre perimetral regional que durará hasta el día 9 de mayo, mucho más allá de la semana santa.
Por su parte, Castilla La Mancha actualmente tiene limitada la entrada y salida de los castellanomanchegos. No obstante, ya se ha manifestado desde fuentes institucionales que esto deberá ser revisado en los días previos a la Semana Santa y que no está descartado establecer medidas de este tipo. De hecho, ayer se informó de que el cierre perimetral de la región se amplía durante 10 días más (hasta el 13 de marzo), pero, a cambio, se permitió retrasar dos horas del toque de queda
Los datos de incidencia en la región caminan hacia una nueva tregua. Solo se registraron 74 nuevos pacientes en las últimas 24 horas y las camas convencionales de dos hospitales están libres de COVID y Castilla-La Mancha, según la Consejería de Salud. A pesar de ello, Jesús Fernández Sanz, el responsable de Sanidad de Castilla-La Mancha, no ha informado jamás de que se hayan planteado abrir el cierre perimetral, sino todo lo contrario.
El consejero opinó que si la apuesta del Gobierno central es que las comunidades autónomas se adhieran al cierre perimetral en marzo y abril, incluida la Semana Santa, es una «medida muy buena» porque permitiría reducir la movilidad y así mantener la incidencia a la baja. El Gobierno de Castilla-La Mancha se ha mostrado partidario de que se adopten medidas de ámbito nacional porque cuando se ha hecho «ha ido bien». «Es lo que Castilla-La Mancha quiere y es lo que apoyaremos», apuntó.
Por otro lado, el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, también ha recogido el guante del Gobierno y se mostró favorable a la adopción de una posición común en toda España para restringir la movilidad entre autonomías en Semana Santa.
Quizás te interese:
- Castilla-La Mancha retrasa el toque de queda hasta las doce de la noche, pero sigue cerrada
- La ministra Darias visita Almansa y otras zonas afectadas por la DANA
