Ha fallecido el almanseño José López Pastor, más conocido como Pepe «Corrigüela», quien, durante décadas, montó todas las tramoyas del Teatro Regio. Este mago de los decorados decía que nació «entre virutas». Su madre era de Ayora y su padre de Almansa, donde vivió la mayor parte de su vida. Por parte paterna heredó dos cosas: el oficio de carpintero y el mote de «Corrigüela», como también llamaron a su abuelo y a su bisabuelo antes que él. De niño acudió al Colegio ‘José María Pemán’, en la calle La Industria. Lo que más le gustaban eran las Matemáticas y acudir al teatro con su padre.
Terminada la escuela, comenzó a trabajar en el taller de carpintería familiar, situado en la calle del Buen Suceso, donde guardaba multitud de herramientas como azuelas y escofinas, hoy en desuso. Sobre estas contó, en una entrevista con Juan Ramón Moscad para Periodista Digital, que eran «más como piezas de museo», pero que había «momentos y faenas» en los que aún «echaba mano de las mismas, como la garlopa, la sierra de cuerda o el cepillo de moldar».
Su paso como tramoyista del Teatro Regio comienza en los años 50. Pepe «Corrigüela» se erigió como una figura fundamental en el mundo de las artes escénicas de Almansa, un artesano imprescindible para que todo funcionara durante las obras teatrales. Siempre será recordado por realizar verdaderas proezas con los pocos recursos con los que contaba entonces.
Participaría en cientos de funciones. De entre ellas, «El Fantasma de la Ópera fue una de las más complicadas», relata el propio Pepe, en conversación con Moscad. Tras su paso por el Regio, «Corrigüela» participó en casi la totalidad de los montajes que realiza la compañía «Tablas Teatro».
Pero «El Corri» no deja solo un gran vacío entre los amantes de la escena; también lo abre en los corazones de multitud de personas festeras. Y es que, Pepe López formó parte del grupo festero Méndez Núñez desde su fundación, en el año 1975. La Junta Festera de Calles de Almansa publica, por ello, un emotivo mensaje en su honor. Esperan «con el alma un poco más rota» que Pepe vuelva a disfrutar de nuestras queridas fiestas, de la pólvora, la música y las gachamigas «desde la tribuna celestial».