Es uno de los edificios más antiguos y con más importancia histórica para Almansa. Su construcción fue el culmen de la ascendente trayectoria cultural de nuestra ciudad. Almansa ya necesitaba un teatro que estuviese en armonía con su importancia y prosperidad. La Tinta te cuenta la historia del Teatro Regio de Almansa, la importancia de este coliseo, quiénes fueron los que construyeron el teatro, qué puedes ver dentro de él y cómo llegar al mismo.
Orígenes de la historia del Teatro Regio, la necesidad de un teatro en Almansa
Desde finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX, Almansa ya gozaba de una actividad cultural importante. Obras de teatro, creciente importancia de las fiestas, proyecciones de las primeras películas… Pasado el primer cuarto de 1900, la ciudad tomó consciencia de la necesidad de un teatro que diera cobijo a todos estos eventos y más. El genial estudio realizado por Emilia Cortés Ibáñez, El Cine en Almansa en el siglo XX habla muy bien de la meteórica trayectoria del arte escénico en Almansa.
La prensa de entonces aseguraba que “la evolución de los sentimientos estéticos y la complejidad que caracterizaba las nuevas obras teatrales y musicales […] hacen que Almansa necesite un teatro ajustado a la categoría que nuestra ciudad tiene como cabeza de partido y capital de comarca” (Periódico “Almansa” Nº20 p. 1.) No solo era necesario crear un teatro para acoger la intensa actividad cultural. También se necesitaba albergar los congresos de partido, así como las celebraciones de categoría. En estos últimos se veían grandes ágapes como podrían ser bodas u homenajes a importantes personalidades.
Publicado el proyecto para construir el Teatro Regio y nadie se presenta
La misma comisión encargada de la gestión y mantenimiento del teatro Principal, ultimaron los detalles para definir las condiciones del concurso público para construir un nuevo teatro. Este debía estar acorde a la categoría de Almansa, con al menos 1000 espectadores de aforo. La localización debía ser, o bien en el ensanche del Paseo de la Glorieta, o bien en la calle Cervantes, donde se encontraba el antiguo Teatro Principal. Fue el 18 de junio de 1928, día clave para la historia del Teatro Regio de Almansa, cuando definitivamente se publica el concurso. Las bases aparecieron en los boletines oficiales más importantes y en los medios de comunicación con más cobertura de Albacete.
En agosto de ese mismo año, el concurso queda sin aspirantes, nadie quiso intentarlo. De esta forma, el Ayuntamiento queda en potestad de adjudicar el proyecto a quien presente el plan más convincente.
Los tres visionarios que hicieron posible el proyecto
Fueron José Rodriguez, Antonio Gómez y Rogelio Blanco quiénes finalmente presentaron un nuevo proyecto al Ayuntamiento presidido por Eugenio del Rey para construir el nuevo teatro. Esta propuesta del 10 de abril de 1929 tenía una significante diferencia con respecto al concurso inicial: estos visionarios proponían un nuevo terreno donde edificar el edificio, entre la calle San Francisco y la calle Antonio Maura (Actual Calle Nueva), y ellos mismos correrían con los gastos y asumiendo el riesgo. Las razones; estas calles eran céntricas y lo suficientemente anchas como para albergar eventos de grandes dimensiones con mucha afluencia de público.
El proyecto tendría un coste de 200.000 pesetas de la época y contaría con la colaboración del prestigioso arquitecto albaceteño Don Julio Carrilero y Prats. El 7 de septiembre de 1929 el pleno del ayuntamiento aprueba el nuevo proyecto y el 13 del mismo mes se comunica a los concursantes que tienen vía libre para comenzarlo. La historia del Teatro Regio por fin se empezaba a materializar.
Construcción del Teatro Regio de Almansa
Cuando ya todo estaba listo para comenzar la construcción, en la noche del 23 de septiembre de 1928, el Teatro Novedades de Madrid sufrió un fatal incendio en el que murieron 67 personas y más de 200 fueron heridas. Este hecho retrasó la colocación de la “primera piedra” ya que los cánones de seguridad y calidad fueron revisados por las autoridades pertinentes.
El Teatro Regio sufrió muchas modificaciones, sobre todo en el ancho de las escaleras, en las posibles salidas así como en la naturaleza de los materiales o en la disposición de los techos. Todo esto retrasó con creces la fecha de finalización de las obras.
Finalmente el constructor José Algueró terminó de edificar el Teatro Regio de Almansa y los dueños arrendaron la parte izquierda del mismo a Francisco Baeza para crear el Café Regio. La calle San Francisco comenzaba a tener otro color más metropolitano y la inauguración estaba cercana.
El 16 de octubre de 1930 llegó la inauguración del Teatro Regio de Almansa, con una noche llena de zarzuela, en la que se interpretó “La Reina Mora” y “La Dolorosa”, de la mano del maestro José Serrano. Las entradas tenían un precio que oscilaba entre las 150 y las cinco pesetas.
Tras casi cien años de actividad, el edificio sufrió una etapa de olvido a finales de siglo XX y principios de los 2000. Finalmente el Ayuntamiento lo compró por casi dos millones de euros y fomentó la colaboración de los diferentes arquitectos almanseños para rehabilitarlo y reconvertirlo de nuevo en el templo del arte en Almansa.
¿Qué ver dentro de este templo cultural?
A día de hoy, el Teatro Regio de Almansa acoge una intensa actividad artística y de eventos de todo tipo. No hay mes sin que se pueda disfrutar de alguna obra de arte escénico de categoría en sus tablas. De la misma forma, las diversas escuelas de baile, asociaciones y grupos festeros desarrollan en el Teatro Regio sus presentaciones, congresos y espectáculos.
Las últimas obras de rehabilitación en el Teatro Regio nos dejaron un coliseo mucho mejor acondicionado, con un espectacular techo y que respeta la planta y disposición del antiguo Regio. Además, se puede disfrutar del viejo telón restaurado, el cual es todo un deleite para la vista, así como de una nueva portada que respeta los elemento ornamentales de antes con otro color y una mejor conjugación con el resto del entorno.
¿Cómo llegar al Teatro Regio de Almansa?
El Teatro Regio está en la Calle San Francisco nº 21. Esta avenida es peatonal, así como las calles colindantes a ella. Así pues, recomendamos que para acceder a ella es necesario estacionar el coche en un sitio más o menos cercano. El lugar idóneo, donde seguro encontraras aparcamiento, es el parking de la calle Valle Inclán, cerca del Jardín de los Reyes Católicos.