Una almanseña que forjó un profundo compromiso con la solidaridad, la justicia social y el amor al prójimo desde bien temprana edad a través de la labor de la parroquia local. Hablamos de una mujer que no conoce fronteras y que pone sus fuerzas al servicio de los demás con el principal objetivo de mantener la hermandad entre pueblos, para seguir así uniendo la fe y la vida plena.
En esta nueve entrega de ‘Semblanzas de Almansa’ entrevistamos a Belén Sánchez Honrado, mujer que ha recorrido Latinoamérica con espíritu servicial y que actualmente desarrolla labores de voluntariado en Bolivia. Sin duda alguna, una de nuestras mejores embajadoras en el extranjero y cuya historia merece ser conocida (y reconocida) por toda la vecindad.
¿Belén, cómo surgió tu vocación misionera? Supongo que eso no ocurre de la noche a la mañana y que hay una serie de actitudes y vivencias que la preceden, ¿como cuáles?
Hace tiempo escuché de un psicólogo que de pequeños somos como esponjas…chupamos todo lo que hay a nuestro alrededor y después vamos soltando. Yo tengo muchos recuerdos: de pequeña ir con mi madre al convento de las monjicas con una bolsa de alimentos porque no tenían casi que comer; ver a mi padre salir todos los domingos para ir a misa de 12 a la Asunción; el compañerismo en el colegio entre las niñas; la alegría y trabajo en equipo entre los vecinos adornando mi calle en fiestas; también en mi adolescencia a los sacerdotes que nos compartían su vida misionera en América y nos hacían orar por todos. Podría estar escribiendo muchas más vivencias de mi juventud que me hicieron tomar la decisión de ponerme al servicio de los demás. Y un día pensé y me dije…¿por qué yo no?
Pertenecías a la parroquia de La Asunción, ¿qué actividades realizabas?
A los 17 años como catequista de primera comunión, después participé de una comunidad cristiana de base, hacíamos de todo…luego catequista de confirmación y de post-comunión durante 10 años con un equipo de jóvenes fantásticas, creativas y comprometidas. Con proyectos como ‘Operación 5 duros’, ‘Operación lápiz’, ‘Cadena de la paz’, celebraciones litúrgicas, etc. Después creamos más tarde en Almansa la delegación de Pueblos Hermanos que era una manera de seguir uniendo la fe y la vida.
¿En qué consistió tu formación de misionera y en qué sitio?
Empecé en Barcelona donde recibí una formación inicial a la vida religiosa en todos los aspectos…comunidad, votos, oración, biblia, eclesiología, moral, etc. Luego en Santiago de Chile hice 2 años de estudios pastorales, más tarde espiritualidad en Guatemala. He ido realizando a lo largo de los años cursos, talleres según la necesidad y sobre todo la auto-formación. Por supuesto que si hubiese sido enfermera, maestra, trabajadora social o teóloga hubiese hecho un trabajo más específico pero el no tener una carrera no me ha impedido hacer y acompañar personas y situaciones que ni imaginaba. Creo que mis raíces familiares, culturales religiosas, la propia experiencia de fe, el fuerte encuentro con Jesucristo y su evangelio, la opción por los más pobres y el vivir cada día lo que viene lo mejor posible es lo que va fundamentando mi vida y creo que ésta es mi verdadera formación como misionera.
¿Cómo se llama tu congregación o instituto religioso? ¿Cuál fue tu destino? ¿Lo elegiste tú o te consultaron antes?
Mi denominación es la de Misioneras de Cristo Jesús. Me destinaron a América Latina, primero a Chile y después a Bolivia. En la primera etapa de formación vamos viendo tanto las formadoras como nosotras las maneras de ser, actitudes o aptitudes y necesidades en los países donde estamos…decidimos juntas.
¿Cómo fueron tus inicios en el lugar de destino?
Pues hubo de todo…ratos de sentirte perdida y sola en un ambiente y cultura desconocida. No llevaba ni 15 días y empecé a sentir que la historia que me habían enseñado en el colegio no coincidía con la de allí pues pasé de golpe de ser conquistadora a ser invasora ya que en Chile los españoles no conquistaron sino invadieron. Y en mi primera misa cuando rezamos el Padrenuestro pensé que por lo menos eso lo haríamos igual y cuál fue mi sorpresa que también había palabras diferentes… Desconcierto total. Por otro lado feliz de empezar a vivir en un mundo diferente.
Supongo que estarás viviendo en comunidad con otras misioneras. Háblanos de tus compañeras y del régimen de vida que lleváis.
Vivo en la casa de acogida por lo que hay cambios a menudo. En estos momentos estamos bolivianas, españolas, africanas y hasta hace poco vietnamitas. Nuestro estilo de vida no se diferencia mucho de una familia normal. La vida empieza temprano y nuestro primer encuentro juntas es a las 7 de la mañana con una oración, después del desayuno cada cual a su trabajo. Nosotras hacemos la comida, limpieza, compras y económicamente tenemos un fondo común, la que tiene un trabajo remunerado lo aporta y con eso funcionamos.
¿A qué te dedicas? ¿Cuál es tu jornada normal?
Desde el año 2.016 soy la coordinadora y representante legal en Bolivia del grupo y unidas a las de Venezuela y Chile formamos la región de A.L. Esto significa: ir de un lado para otro, visitar y acompañar las diferentes comunidades, contacto oficial con la Iglesia y autoridades locales, trabajo en equipo con los 3 países, reuniones…en estos años abrimos la casa de formación de jóvenes de todo el Instituto en Cochabamba y me ha supuesto recibir, acompañar y despedir a más de 20 jóvenes de África, India, Vietnam y a sus formadoras. Con el Covid 19 y las revueltas sociales del año 2019 ha significado un tiempito muy movido, variado y rico en experiencia intercultural. Me paso horas en las oficinas de migración con las visas y en aeropuertos despidiendo y recibiendo compañeras. Como una parroquia en pequeño: catequesis, liturgias, señoras…y el trato con los vecinos, fiestas del barrio, velorios…Imposible explicar una jornada normal porque cada día es diferente.
¿Cuál es el nivel de religiosidad de la gente que te rodea? ¿En qué se diferencia tu parroquia de por ejemplo una de Almansa?
Son personas de diferentes lugares de Bolivia, con sus propias maneras de expresar y vivir su fe…su identidad con la tierra, la Pachamama; la relación con los difuntos; sus devociones a los santos, vírgenes, Jesucristo. Espiritualidad andina con sus costumbres… y se une con la fe cristiana. En ambas parroquias hay muchas semejanzas…pero también diferencias…. En este caso además es Santuario, se llama Parroquia Santa Vera Cruz de Cochabamba. Tiene un Cristo “El Tatala” que es famoso. Se celebra la fiesta a la vida y la fertilidad… desde hace más de 500 años llegan alrededor de 50.000 mil feligreses a pedir al Cristo hijos, ganado, cosechas, favores. Es un lugar sagrado desde la época de los Incas. Una parroquia de más de 8 kilómetros de largo por muchos de ancho, con cerros y cerros llenos de casitas; de unos 95.000 mil habitantes. Hay 9 capillas que corresponden a la parroquia. Nosotras somos responsables de la llamada San Francisco Javier.
¿Qué características tiene la población con la que convives respecto al trabajo, nivel de pobreza o riqueza, empresas, trabajo agrícola, sanidad, educación…?
Es un barrio,Valle Hermoso, en la zona sur de Cochabamba. Cuando llegamos era un lugar alejado casi sin habitantes, con plantas industriales como la de Yacimientos Petrolíferos a 100 metros de la casa y con peligro de fugas de gas que perjudica la salud. También hay fábricas de botellas de gas y muchos talleres mecánicos. La sanidad y educación están bien para ser un barrio alejado y el nivel de vida es variado pero no hay mucha riqueza que digamos. La gente sale a trabajar fuera y regresa por la noche. La mayoría migrantes de otras zonas de Bolivia sobre todo del campo. Enfrente tenemos el basurero general de toda Cochabamba que muchas veces es utilizado como medida de presión de los vecinos para conseguir cosas… bloquean la entrada, sin poder entrar los carros basureros y en las calles de la ciudad se acumulan toneladas de basura por días. No hay sistema de agua, hay que comprarla y guardar en tanques y para beberla se hierve.
Los misioneros y misioneras que conoces y tratas, ¿de qué países provienen? ¿Hay competencia con otras Iglesias cristianas?
De Estados Unidos, Canadá, América del Sur, Europa (España, Francia, Italia…) y quizás un poco menos de África y Asia. Hay de parte de otras Iglesias proselitismo…pero gracias a Dios ya no actuamos como los que tenemos la verdad absoluta y ahora se va entendiendo que es el mismo Dios para todos y hay que respetar a cada uno.
¿Sigues en el mismo destino de tus comienzos o has cambiado de lugar y de actividad?
Como ya dije estuve en Chile, después en Almansa y ahora desde el año 2.005 en Bolivia, (4 años en un campamento minero, Colquiri, después baje a Yucumo que es Amazonia y ahora estoy en el Valle). Y la misma actividad: acompañar y dejarte acompañar con la gente, dando testimonio de lo que eres y crees. Aquí no soy Belén sino la hermanita Belén. Da igual que estés bautizando, enterrando, bailando en una fiesta, yendo de compras, presidiendo una celebración cuando no hay misa, en una manifestación o acompañando marchas por causas justas, hacer programas en la radio, conversar con los vecinos, etc…siempre eres la hermanita Belén aunque no quieras
¿Se puede ser un católico misionero desde Almansa? ¿Cómo?
El estar bautizado dentro de la Iglesia católica ya te hace misionero. Si estás bautizado en otra Iglesia, religión o incluso si eres no creyente también eres misionero porque TODOS tenemos una MISION en nuestra vida…todos creemos en algo o alguien y, por eso, dedicamos nuestros esfuerzos a construir un mundo donde todos seamos iguales y felices. Es la misión de cada uno dentro y fuera de Almansa. ¿Cómo?: la fe no es un modo de hablar o de pensar, sino un modo de vivir y solo se articula en una acción concreta y viva. Lo que creemos solo puede hacerse verdadero y ser visto como tal, en los resultados concretos que esta fe sea capaz de alcanzar en nuestro mundo. Y para ello es necesario leer los signos de nuestro tiempo. Uf, después de todo lo escrito solo me queda decir…hasta pronto. Les quiero.