La Policía Nacional ha llevado a cabo una importante operación contra la trata de seres humanos con fines de explotación sexual, que ha culminado con la liberación de 18 mujeres y la detención de 11 personas pertenecientes a una organización criminal internacional que operaba en las provincias de Albacete y Murcia, donde controlaba varios clubes de alterne utilizados para la explotación sexual y el tráfico de drogas.
Entre los detenidos se encuentran los tres principales cabecillas de la organización, que han ingresado ya en prisión provisional. En el marco de la operación, se han efectuado cinco registros —cuatro en Albacete y uno en Murcia—, se han clausurado dos clubes de alterne, y se han incautado 1,5 kilos de cocaína, tres armas de fuego, 18.000€ en efectivo, marihuana y diversos materiales vinculados al tráfico de estupefacientes.
Captación, coacción y deuda forzada
La red captaba a mujeres extranjeras, especialmente latinoamericanas, en situación de vulnerabilidad económica y social. Utilizaban engaños y falsas promesas de empleo en España —como camareras o en condiciones voluntarias de prostitución— para trasladarlas al país.
Una vez aquí, se les imponía una deuda de hasta 4.000€ por gastos de viaje y alojamiento, que debían saldar ejerciendo la prostitución en jornadas de 24 horas, los siete días de la semana, bajo vigilancia constante, amenazas e intimidación.
Condiciones abusivas e imposibilidad de escapar
Las mujeres vivían en los propios clubes, en condiciones degradantes. Debían pagar 60€ diarios por alojamiento, además de suplementos por el uso de sábanas y electricidad. No podían rechazar clientes, descansar ni salir del lugar. Incluso eran trasladadas de un club a otro para evitar ser reconocidas y mantener el interés de los clientes habituales.
La organización contaba con una estructura jerárquica, donde una de las responsables se encargaba personalmente de mover a las víctimas entre locales. El control era total, tanto físico como económico.
Tráfico de drogas y tenencia ilícita de armas
Además de la trata, la red criminal disponía de varios inmuebles destinados a la elaboración y adulteración de cocaína y al cultivo de marihuana. Las sustancias eran vendidas dentro de los clubes, gestionadas directamente por las responsables de los locales. En los registros, los agentes incautaron drogas, armas, vehículos, teléfonos móviles y documentación clave para la investigación.
La operación comenzó en junio de 2024, tras la denuncia de una mujer que alertó sobre la posible existencia de esta red criminal. Desde entonces, los investigadores confirmaron que el entramado estaba compuesto por ciudadanos de origen español y latinoamericano, con actividad delictiva coordinada desde ambas provincias.
La Policía Nacional recuerda que cualquier persona puede colaborar de forma anónima y confidencial en la lucha contra la trata de seres humanos a través del teléfono gratuito 900 10 50 90 o del correo electrónico trata@policia.es. La llamada no queda registrada en la factura telefónica.