22/08/2025

El periódico digital de Almansa

La escultura de San Pascual Bailón en Almansa sobrevivió a la Guerra Civil casi por azar

El santo aragonés, que llegó a ser maestro de novicios en el Convento de los Franciscanos, es recordado cada 17 de mayo como patrón de la villa
san pascual almansa

¿Sabías que una de las esculturas con más valor histórico, artístico y cultural para Almansa consiguió sobrevivir a la Guerra Civil Española casi por azar? Hablamos de la imagen de San Pascual Bailón, hoy ubicada en el convento de los Franciscanos, venerada por las comunidad católica tanto por su valor estético como por su significado religioso.

¿Quién fue San Pascual Bailón?

San Pascual Bailón o Baylón nació en Torre Hermosa (Zaragoza) el 16 de mayo de 1540 y falleció el 17 de mayo de 1592 en Villareal, ambas fechas coinciden con la festividad del Pentecostés.

En su juventud, San Pascual trabajó como pastor en Orito, pedanía de Monforte del Cid (Alicante), donde experimentó el llamado «Milagro de la aparición» al tener una visión de Jesucristo en la Eucaristía. Tras este suceso ingresó en la orden franciscana en el convento de Nuestra Señora de Orito.

Con el tiempo, fue nombrado superior en el convento franciscano de Santiago en Almansa, donde también ocupó el cargo de maestro de novicios. Desde esta ciudad peregrinaba como limosnero por la comarca de La Manchuela, manteniendo contacto con el convento franciscano de San Francisco en Jorquera y con el de Santa María de Gracia en Mahora.

El fraile franciscano fue beatificado por la Iglesia Católica tras su muerte el 20 de octubre de 1618, fecha a partir de la cual se considera que su imagen tiene la capacidad de mediar entre Dios y las personas que solicitan su ayuda. El 16 de octubre de 1690, la Iglesia confirmó su canonización y se le atribuyó el título de «santo», de forma que sus fieles pueden rezarle de forma oficial.

17 de mayo de 1691

Esta fecha recibe el nombre en Almansa como «la fiesta de San Pascual Bailón». Gracias a la devoción del pueblo hacia el santo, en 1962 lo nombraron «Patrón Particular Segundo y Protector de la villa de Almansa», aunque no se hizo oficial hasta 1693.

La devoción popular se celebra en Almansa con eventos en su honor alrededor de su día, el 16 de mayo. Y desde el año 2023, el convento de los Franciscanos abre sus puertas para acoger la Pascua del Enfermo. San Pascual también está estrechamente relacionado con las Fiestas Mayores de Almansa. En 1691, con motivo de la canonización del santo se organizó en Almansa una suerte de fiesta de moros y cristianos con desfiles de arcabucería, luminarias, procesión y hasta un concurso poético.

pascual enfermo
Celebración de la Pascua del Enfermo en el convento de los Franciscanos, 2025

Una joya tallada en madera

El autor de la escultura a la que hace referencia este artículo fue Roque López (1747 – 1811), discípulo directo de Francisco Salzillo (1707 – 1783). Salzillo fue un escultor barroco reconocido como el máximo exponente de la representación religiosa durante el siglo XVIII. Su huella artística quedó registrada en sus obras dedicadas a la Iglesia y la Semana Santa, sobre todo, en la de Murcia.

virgen de las angustias salzillo
«Virgen de las Angustias», obra de Francisco Salzillo | Museo Salzillo de Murcia

Roque López construyó la estatua de San Pascual Bailón en 1803. Utilizó dos técnicas: la estética barroca mezclada con elementos franciscanos, propios de Francisco de Asís. La imagen dee caracteriza por dar la sensación de movimiento a través de sus ropajes ondeantes y la composición escogida. El santo logra transmitir emociones intensas a través de la gestualidad de su rostro, iluminado. En el Barroco, los materiales más comunes eran el mármol, el bronce y la madera policromada, como es el caso de la figura de San Pascual Bailón.

San pascual bailón
Fotografía de San Pascual Bailón en el Convento de los Franciscanos | Parroquia de San Isidro de Almansa

Las casualidades sí existen

Durante la Guerra Civil Española (1936 – 1939), Almansa perdió gran parte de sus representaciones religiosas, aunque la de San Pascual corrió otra suerte. Y es que, unos cuantos años atrás, la escultura participó en la Exposición Iberoamericana de Sevilla (1929 – 1930) y se estima que la devolvieron por error a Orihuela (Alicante). Este supuesto exilio resultó ser «su salvación», ya que no regresó a la capilla almanseña hasta un año después de finalizar el conflicto, en 1940.

Hoy, más de cuatro siglos después de la muerte de San Pascual Bailón, su figura —testigo de guerras, exilios y supervivencias— sigue siendo un símbolo de fe y tradición en Almansa. Pero también, de cómo fe e historia pueden entrelazarse para perdurar en el tiempo.

Los republicanos que «salvaron» a la Virgen de Belén

Quizás te interese:

Archivado en:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *