19/10/2025

El periódico digital de Almansa

El almanseño Samuel Gracia irrumpe en el culturismo natural con un debut perfecto

El joven almanseño logra la victoria en su categoría y en overall, proclamándose así ganador absoluto del NPC Ben Weider Naturals
Samuel Gracia culturista Almansa

El almanseño Samuel Gracia Pradas (Almansa, 2001) ha debutado por todo lo alto en el mundo del culturismo. En su primera competición, el NPC Ben Weider Naturals de Alicante, logró una doble victoria alzándose con el título de campeón de su talla en la categoría Classic Physique (talla B) y como ganador absoluto del torneo (overall). Un logro alcanzado en una competición natural, donde se valora especialmente la estética, la simetría y el trabajo libre de sustancias dopantes.

Samuel afronta ahora una nueva etapa con el objetivo de seguir creciendo como atleta y volver a la tarima más fuerte que nunca, con la mirada puesta en la ansiada tarjeta profesional. En esta entrevista exclusiva con La Tinta de Almansa, repasa los más de tres años de preparación que le han llevado hasta el podio, el esfuerzo mental que exige esta disciplina y la emoción de escuchar su nombre como campeón.

Tu primer campeonato y, además, doble victoria. ¿Cómo se vive un debut así?

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La verdad es que estuve varios días sin creérmelo. Me levantaba, miraba el anillo en el escritorio y pensaba: «que he ganado». Fui sin saber si me iba a gustar o no. Me gusta entrenar, hacer dieta, verme bien —aunque al final nunca te ves bien del todo—, pero hasta que no te subes a la tarima no sabes realmente cómo te vas a sentir.

Hay gente que compite una vez y dice que no le merece la pena tanto esfuerzo para estar cinco minutos arriba. En Alicante estuve diez minutos; en Tarragona, algo más. Pero a mí me encantó, disfruté muchísimo la experiencia.

De hecho, cuando gané mi talla no me dio ni tiempo a prepararme para el overall. En cuanto terminé, volví al backstage a bombear un poco y me dijeron que, en cuanto dieran el premio de la talla C, me tocaba salir de nuevo. Así que fue coger el trofeo y volver a salir. No me dio tiempo a nada.

Samuel Gracia Pradas Almansa

¿Te esperabas este resultado o te sorprendió el veredicto del jurado?

Sinceramente, no me lo esperaba para nada. Llegué allí y, mientras me aplicaban el tinte, veía a los demás competidores y pensaba: «Este está más fuerte que yo… y este también». Recuerdo que en el backstage, con mi amigo Nico, vimos a un chaval enorme y le dije que no teníamos ninguna oportunidad.

Al final, ese mismo chico fue el que ganó la clase C, y nos volvimos a ver en el overall. Cuando dijeron mi nombre, no sabía ni qué decir. Tengo vídeos grabados por mis amigos en los que se me ve con una cara de no creérmelo. Y cuando me dieron el anillo, seguía sin entender qué estaba pasando. Estuve varios días asimilándolo.

Tu preparador, Carlos, publicó un post en redes sociales comentando que lleváis más de dos años trabajando para este objetivo. ¿Cómo ha sido ese proceso?

Llevamos ya cerca de tres años trabajando. Al principio hicimos una definición y me quedé con un porcentaje de grasa bastante bajo para poder empezar un volumen largo. Con la masa muscular que tenía entonces no podía competir; me faltaban piernas, como suele pasar al principio.

Estuve un año entero en volumen. Al principio está bien, porque puedes comer mucho, salir fuera, disfrutar un poco más… pero llega un punto en el que se hace durísimo: estás lleno todo el día, te entra sueño después de cada comida y, a las dos horas, te vuelve a tocar comer.

Después hicimos un mini cut de cuatro meses, que terminó siendo casi una definición completa, y luego volvimos a subir. En enero, después de Navidad, empecé otro volumen, y ese fue especialmente duro. No comí ni un polvorón ni un bombón, solo hice dos comidas «libres»: Nochebuena y Nochevieja.

Después de tanto tiempo preparando tu físico, llega el momento de dar el salto. ¿Cuándo decides que quieres competir y tomarte el culturismo en serio?

Siempre me ha gustado el deporte y he sido muy competitivo. Jugaba al fútbol en el Almantour, en Almansa, y ya desde pequeño me picaba con todo, tanto en los partidos como cuando jugaba a la consola con mis hermanos o entrenaba con mis amigos. Siempre quería superarme.

Después, mis padres abrieron un gimnasio en Almansa y empecé a entrenar más en serio. Me gustaba verme bien, notar los progresos, y con el tiempo eso fue evolucionando hacia la competición. Ya no quería verme bien solo en casa o que la gente me lo dijera, quería descubrir hasta dónde podía llegar y alcanzar mi mejor versión.

Entrevista Samuel Gracia Almansa

Las últimas semanas antes de competir deben ser extremas. ¿Cómo las viviste?

La última semana no es la más dura, aunque pueda parecerlo. Se conoce como peak week y ahí comes un poco más, reduces el cardio y los entrenamientos son más suaves para desestresar el cuerpo. Lo realmente difícil llega la semana anterior.

Esa fue, sin duda, la peor semana de mi vida. Hacía entre 25.000 y 30.000 pasos al día, comía muy poco, llegué a beber siete litros de agua al día, los entrenamientos seguían siendo igual de intensos y dormía fatal. Da igual la hora a la que me acostara, a las seis o siete de la mañana me despertaba de hambre.

Ahora que ya has pasado el proceso, ¿Qué parte es más exigente: el entrenamiento, la dieta o la mente?

La mente, sin duda. La dieta y el entrenamiento acaban convirtiéndose en rutina, pero la cabeza puede jugarte malas pasadas. Estás cansado, con hambre, de mal humor, y llega un punto en el que te preguntas si realmente merece la pena seguir.

Recuerdo hacer cardio por las mañanas y pensar qué hacía sufriendo de esa manera. Si me quedaba en casa, me subía la ansiedad porque quería comer; si salía, estaba agotado. Te vuelves irritable, enfadado con todo. Mis amigos decían que en los vídeos de la competición era la primera vez que me veían sonreír en semanas. La mente es, sin duda, lo más duro.

Entrevista Samuel Gracia Almansa culturista

Para quien no conozca este mundo, ¿Cómo de estricto hay que ser con la dieta y el entrenamiento para lograr resultados?

Depende del objetivo, pero si vas a competir, Tienes que tomártelo en serio. En mi caso, seguí todo al pie de la letra: mi preparador me marcaba cada paso y yo lo cumplía. Pesaba cada gramo de comida y no me salté ni una comida ni una serie.

Entrenaba cinco días por semana, aunque al final bajamos a cuatro para no sobrecargar el cuerpo. Comía entre 1.700 y 1.900 calorías al día, que para cualquiera puede parecer suficiente, pero con los entrenamientos y el cardio era poquísimo. Vivía con hambre constante.

Tu preparador compartió en el post que esto es solo el principio. ¿Te veremos de nuevo en la tarima?

Mi idea inicial era ir al Campeonato de España, pero al final, por estrategia, decidimos no hacerlo. En Tarragona competí en peso ligero, y allí el jurado valora más el tamaño. Los que quedaron por encima de mí eran enormes, así que pensamos en bajar uno o dos kilos y salir en la categoría bantam, donde se premia más la condición física. Ahí tengo más opciones de luchar por la tarjeta profesional, que es mi objetivo.

Me hacía mucha ilusión competir en el Nacional, pero solo la inscripción ya cuesta unos 150 euros, más el tinte, el viaje, el hotel… al final se te va a unos 400. Por eso decidimos parar, hacer un volumen largo de un año o dos y volver más fuerte.

Mi idea es hacer, como mínimo, un año completo, aunque si en siete u ocho meses vemos que la evolución es buena, quizá vuelva a salir el año que viene. Todo dependerá de cómo avance, pero tengo claro que volveré.

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