Inés Íñiguez se encontraba en la Casa de Cultura de Almansa, allá por 1996, en un curso de encaje de bolillos. Una amiga suya, Clara, le animó a apuntarse a Pintura. Fue en este casual momento cuando comenzó su preciosa y fructífera relación con el noble arte: «Bendita sea la hora en la que comencé a dibujar; ya es una parte muy importante de mi vida, con la que he vivido durante muchos años y ¡muchos más que pueda disfrutarla!», desea. Hoy tiene 71 años. Echa la vista atrás y relata que trabajó como mecanógrafa en la Notaría de Almansa, y también como dependienta. Pero Inés es, ante todo, artista. Y así, se define como «una pintora clásica». Lo abstracto, dice, no le va. Prefiere la escuela más tradicional, pero no por ello menos interesante y apasionante.
Inés Íñiguez, pintura con sentimiento
Inés suele pintar fotografías que le gustan, aunque también se atreve con obras de artistas consagrados. Dice que disfruta mucho con los retratos, una arte que presenta gran dificultad. Durante una temporada recibió clases de Manuel Colmenero, Carlos Arques y Carlos Rodríguez; este último, enamorado de Velázquez, y ella, claro, empezó a copiar al «pintor de pintores», al genio del Barroco.
Nombra Inés en la entrevista mucho a sus nietos (son tres, en total) y comenta que con ellos no monta el estaribel de la pintura: «Prefiero disfrutar de ellos, y aprovechar para pintar cuando ya estoy sola». Al hilo, comenta que vendió uno de sus cuadros hace dos meses, cuando entregó un retrato de encargo para una abuela, de parte de sus nietos.
Pincel que honra a Sergio Sarrión
Inés forma parte de la Asociación de Pintores ‘Sergio Sarrión’. Nada más comentarlo, comienza a hablar de Juan Alberto, a quien quiere destacar: «Es el alma del grupo y se le debe un reconocimiento público». En este sentido, expresa: «Disfruto mucho con la asociación y, para mí, es muy bueno formar parte de ella porque así te obligas a pintar». Y añade: «Me gusta trabajar de esta forma, poniéndome metas a conseguir. Además, estoy muy contenta con mis compañeros de asociación; cuando nos juntamos, todo es hablar de pintura: nuestra pasión. Esto es algo genial, ya que no es fácil encontrar a personas así».
Inés recuerda a Sergio Sarrión como aquella cercana y entrañable persona que ayudó a tres amigas, en sus inicios, a exponer en el Casino Artístico de Almansa. Nuestra protagonista piensa que está en deuda con él y la Asociación que lleva su nombre. «A Sergio Sarrión le debo gratitud; era un hombre encantador, que ayudaba a todos. Por eso se hizo la asociación, gracias a él».
Inés cree que el buen ambiente entre los pintores que forman el grupo se debe, en parte, a su fundador. Ella se define como una más, una colaboradora entre los demás compañeros que ayuda siempre en lo que hace falta.
Desde la Balconada hasta Italia
Además del retrato, Inés también trabaja con la figura y los bodegones. No suele pintar paisajes con asiduidad y advierte: «Antes no me gustaban las flores, hasta que descubrí a Fabio Cembranelli, acuarelista con el que disfruto mucho. Me encanta como pinta y, a raíz de conocer su trabajo, empecé a hacer cosas aceptables». No es mentira si afirmamos que Inés pinta unas acuarelas de flores preciosas.
Normalmente usa el óleo; el acrílico lo reserva para las Balconadas de Almansa. Inés asegura, orgullosa, haber participado en todas. En Instagram tiene una buena muestra de su obra, la podéis encontrar como @inespintoraa. Añadir que, de manera reciente, ha participado en una Exposición Colectiva en Italia.
Inés la pintora, así la ven sus conocidos
«No me considero una mujer muy creativa, y por supuesto no soy forofa de nada ni de nadie»
, afirma la artista almanseña, denotando una humildad propia de los verdaderos grandes creadores. Eso es lo que Inés piensa de si misma, pero esto es lo que dicen de ella sus conocidos y seguidores:
«Inés, tus cuadros son una auténtica preciosidad, eres una excelente pintora».
«Este cuadro es tan bonito que pensaba que era una foto de tu rosal. Perfecta Inés».
«Qué chulas son tus acuarelas, Inés. Se me cae la baba al ver tus cuadros, sabes captar la esencia de cada escena».