Judit Sánchez Tárraga aún no ha cumplido 22 años, pero tiene muy claro de qué manera quiere crear y cómo entiende el objetivo del proceso creativo. Comenzó la carrera de Historia del Arte, pero decidió pasar a la práctica y al año siguiente la dejó para entrar a Diseño Integral y Gestión de la Imagen en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. Allí se sumerge en el diseño gráfico, inmobiliario, de packaging, de interiores, periodístico, etcétera.
Confiesa que no tiene mucho tiempo libre, pero que, cuando lo encuentra, también lo invierte en ilustrar, así como en leer, pues es algo que le ayuda a imaginar cosas nuevas. Este año se enfrentará al último curso de carrera, al final de una etapa que, por supuesto, también supondrá un nuevo comienzo.
Para comenzar, ¿qué es lo que motivó el nacimiento de Arte Común, cuál es su razón de ser?
Arte Común nace de la inquietud de plasmar lo que imagino y siento. Me gusta observar las formas, los colores, los elementos, cómo conecto los trazos en mi cabeza, las líneas, los personajes… sobre todo hacerlos míos, creo que eso es crucial para cualquier creador. Me gusta mucho que la gente no encuentre explicación para lo que está viendo, pues así imaginan ellos mismos: es lo bonito porque crea una especie de cadena, un vínculo con el receptor.
Creo que el proyecto cobra aún más vida en los productos ilustrados, sobre todo porque cumple con el objetivo, con la aspiración de que la gente lleve algo común. El fin es que, cada vez que yo ilustro algo, la gente pueda crear también en su imaginación. Muchas cosas tienen explicación porque me inspiro en muchos sitios: lugares donde viajo, libros que leo… pero no me gusta que se pierda el espacio que debe dársele al receptor para interpretar, para imaginar.
¿Crees que Almansa ayuda y atiende suficientemente a sus jóvenes creadores?
Puedo decir que se trabaja en ello, el Centro Joven y la RED DE ARTE JOVEN que se ha creado dan mucho espacio y visibilidad. Están intentando que los jóvenes almanseños artistas y creadores lleguen donde desean llegar. No está aún del todo conseguido, pero es una vía muy buena para que la gente del entorno se acerque, se interese, te conozca, etc.
Almansa construye poco a poco y constantemente para que sus jóvenes puedan conseguir sus objetivos: que te conozcan realmente en el pueblo es muy importante y a la vez bastante difícil.
Ver esta publicación en Instagram
¿Crees que exponer en una ciudad de menor población limita a los creadores, que sigue habiendo algún tipo de pudor por la opinión pública?
Yo pienso que la libertad termina donde tú quieras, y en mi caso todo lo que quiero transmitir lo acabo plasmando: no tengo ningún pudor en hacerlo. Sí que es verdad que condiciona, sobre todo el «¿gustará o no gustará?», principalmente en productos ilustrados, que al fin y al cabo es lo que va a llevar la gente consigo en el día a día. Tengo mucha libertad porque creo desde mis vivencias y lo que me inspira de verdad: crear es expresar lo que uno piensa, y yo no puedo mentir en eso.
Que Almansa no sea demasiado grande puede suponer que algunas personas piensen más en el «me van a decir, no va a gustar, van a hablar…», cosa que no debería estar ahí, pero que a veces existe aunque no queramos. En mi caso, nunca nadie ha coartado esa libertad, y espero que no pase nunca [ríe].
¿Qué te inspira aquí que no te inspire en otros lugares?
La gente de mi entorno. Gracias a ellos tengo un apoyo muy fuerte y muchísimo cariño, eso inspira y empuja, inevitablemente. Los de alrededor dan siempre fuerzas para seguir pensando, creando e imaginando futuros próximos.
Por otra parte, y aunque parezca una tontería, cuando pienso en calles de Almansa me inspiran los colores que me vienen a la mente. También ver a una persona e imaginarme colores, formas, que vayan con ella. Puede sonar un poco loco, pero creo que es verdad: el contacto inspira, la manera en que ves a la gente te hace crear.
¿Qué es lo que más te ilusiona de este Fin de Semana de La Moda almanseño?
La verdad, compartirlo con mis compañeras, porque son unas artistazas y aprendí ya mucho de ellas el año pasado. También estrenar nuevos diseños de camisetas y de bolsas, así como darme a conocer más: llegar a gente que nunca ha visto mis creaciones y las de mis compañeras.
Que vaya a estar presente la gente a la que quiero también es un punto fuerte, ya que ellos han visto cómo he ido creando todo lo que va a estar por allí: me han acompañado. Esto es un escaparate, me emociona compartir estos días de poner todo en el escenario con aquellos que han estado detrás del telón.
Por otra parte, también quiero resaltar los talleres, que son la novedad de esta edición, además de mi mini exposición de tela pintada, a la que no puede faltar nadie el domingo a las 12:00 horas.
Y, si imaginas un proyecto de futuro a lo grande, ¿qué ves?
Es una pregunta difícil porque me gustaría hacer muchísimas cosas. Desde una línea amplísima de packaging hasta centrarme en la ilustración y hacer una exposición a lo grande en un sitio importante [ríe], como todo ilustrador soñaría.
Me gustaría, en resumen, darme a conocer por lo que soy y lo que siento, que esos valores que siempre he tenido se reconozcan en mi obra: que alguien se emocione viendo una exposición mía es el objetivo más grande.
Para terminar, ¿cómo ves el Fin de Semana de La Moda almanseño en unos años, qué le deseas?
Lo visualizo como un evento anual fijado en el calendario de Almansa. Sería conveniente que todos los años se vean caras nuevas y gente joven creadora al pie del cañón. Ojalá muchas personas tengan la oportunidad que estamos teniendo nosotras de exponer nuestro trabajo y mostrar quiénes somos y lo que hacemos: la visibilidad, como ya he dicho, es crucial.
Puedo notar el tono nervioso de Judit en su voz, a través del teléfono: los preparativos, la prisa por tenerlo todo listo y, seguramente, esa inquietud usual antes de ponerlo todo sobre el escenario.
Me cuenta que hay un elemento común en todas sus exposiciones y charlas en la universidad, y que quiere dejarlo también aquí, en esta entrevista: desea dejar claro que piensa que la gente debe crear todo lo que imagine, pero sin obligar al espectador a ver o sentir lo mismo que el creador ve o siente.
Judit tiene claro que el arte es una oportunidad de reinterpretación apasionante y de (re)creación continua: «A lo mejor no tiene nada que ver el motivo de creación del artista con lo que entiende el espectador, pero lo mágico es eso: la cadena que se forma. Al fin y al cabo la obra de arte no tiene un porqué: es y está, existe para ser vista y entendida de infinitas maneras.»
Desde aquí, toda la suerte posible para Judit, sus compañeras, y todos los almaseños y almanseñas que siguen creando y luchando por llegar a la gente a pesar de estos tiempos extraños, también para el Arte, que nos ha tocado vivir.
Quizás te interese:
- Maireya: «Las redes sociales pueden ser un empujón a tu trabajo o una tara»
- Alcántara, la moda en Almansa existe: entrevistamos a Laura Córcoles
- Entrevista a María Díaz Belotto: «Me encanta romper los roles de género con mi trabajo»
