Uno de los retos que ha tenido el hombre desde que se hizo agricultor ha sido la molienda de las semillas, para convertirlas en harina. Tenemos buen ejemplo de ello con los molinos de piedra que la arqueología nos ha proporcionado, actividad que a través del tiempo fue desarrollando, llegando a los molinos de viento y a los de la rivera, caso de los molinos de Zucaña o La Mearrera de Almansa, y también a los de mareas, que usan la fuerza motriz que les proporciona la subida y bajada del mar en sus costas.
No se trata de hacer un tratado sobre los diferentes tipos de molinos, solamente he tratado de hacer una cierta semejanza entre los molinos que encontramos que encontramos en Almansa y los de mareas, pues a parte del parecido técnico que puedan tener entre ellos, hay un detalle que me llamo la atención al leer un libro sobre el asedio de Cádiz por las tropas napoleónicas. En el frente francés, en la zona de Chiclana, aparece un molino denominado Molino de Almansa, situado en el arroyo o caño también llamado Almansa, en cuyo paraje se libró una importante batalla que los españoles llamaron la Batalla de Chiclana y los ingleses Batalla de la Barrosa, nombre de una playa cercana.
Estos acontecimientos bélicos nos ponen al descubierto dos lugares con el nombre de Almansa: Molino de Almansa y Arroyo de Almansa. Nos preguntamos si el molino pudo tomar el nombre del arroyo o viceversa. Pienso que en este caso fuese el molino el que adoptó el nombre del arroyo, pues cuando construyeron el molino el arroyo ya formaba parte del lugar. Todo esto es especular, pues no tengo certeza de dicha afirmación, por lo que habrá que buscar más datos para deshacer el enigma.
El motivo del presente trabajo es tratar de averiguar el por qué aparece el nombre de Almansa en dicho lugar, y pienso que una fuente importante podría ser el topónimo de dicho nombre, Almansa, es decir, el nombre del lugar geográfico.
Muy próximo al lugar se encuentra el poblado de Sancti-Petri. De antiguo se le conocía como la «Barca», y es que, durante siglos, la única comunicación por tierra hacia la ciudad de Cádiz, era a través de una barca que atravesaba el caño cerca de su desembocadura. Tal vez su emplazamiento y caminos de acceso coincidían con la Vía Heráclea, que desde el siglo VI a.C, comunicaba Los Pirineos con Gades. De lo que sí existen escritos es de la entrega que Don Juan de Guzmán, Duque de Medina Sidonia, hace a su mayordomo mayor de unos terrenos en la Península de Sancti-Petri para que construyera una vivienda y un mesón donde atender a los pasajeros que hacían su travesía a Cádiz en la conocida como la Barca. Esto ocurrió en 1459. Ya en 1690, Fray Jerónimo de la Concepción llega a dibujarla en un mapa-plano, trazando con claridad su situación, e incluso la casa y el mesón antes mencionados.
Desde Chiclana se accedía por el callejón de los pescadores (hoy carretera de Diputación) y, atravesando por carboneros, se llegaba al camino de acceso a Sancti- Petri, a la altura del Molino de Almansa. Una vez cruzada en la barca se continuaba en tierra por el actual Camposoto, hasta encontrar la carretera nacional a la altura del rio Arillo, que se atravesaba para seguir por el acantilado hasta Cádiz.
¿Por qué Almansa aparece en Cádiz?
Otro dato a tener en cuenta sobre el topónimo de Almansa: mucho se ha escrito al respecto, teniendo interpretaciones para todos los gustos, pero la verdad en historia ni es absoluta, ni tampoco inamovible, por lo tanto me quedo con un análisis del profesor y experto lingüista Don Manuel Criado de Val, que en la década de los años 70 impartió una conferencia en nuestra ciudad sobre el topónimo Almansa, diciendo lo siguiente:
«Almansa es un típico ejemplo de esos nombres de origen árabe, precedidos por el artículo al, que designan un punto importante en el trazado de los caminos: descanso, cruce o, como sucedía en la primitiva organización romana, “mansión”. En realidad el significado árabe de Almansa es muy sencillo: “en la mitad del camino”. Pero ¿en qué camino y entre qué puntos era Almansa el centro o mitad? Casi siempre las comunicaciones españolas han sido heredadas por las sucesivas colonizaciones por las que ha pasado nuestro país. Los árabes aprovecharon, sin grandes transformaciones, la caminería romana. En esta ya figura Almansa dentro de una importantísima vía: la que desde Mérida y Sevilla enlazaba con la gran vía transversal que, bordeando el Mediterráneo, comunicaba a otras dos grandes capitales hispanorromanas, Tarragona y A legua y media de Almansa estaba una mansión romana, “Ad Palem”, registrada en los llamados Vasos Apolinares y que era probablemente la misma que en el itinerario Antonino se sitúa en el cruce de las dos grandes calzadas romanas.»
Conclusiones: en un lugar tan alejado de Almansa, como es la Bahía de Cádiz, y sin ninguna relación aparente con el citado Molino de Almansa y nuestra ciudad, habiendo consultado documentación de dicho molino, a través del libro Molinos de Marea en la Bahía de Cádiz, y con su autor Don Julio Molina Font, que amablemente respondió a todas mis consultas, me sugiere la idea que el nombre de Almansa en dicho lugar responde, como es nuestro caso, a un punto de la geografía hispana, como paso, descanso, cruce, mitad del camino…, equivalente a la “Mansio” romana, que sería Almansa sin el artículo al.
El molino hoy podríamos ubicarlo destruido en las cercanías de la carretera antigua de Chiclana a la Barrosa, pasada la venta Popeye, en el paraje conocido como Rincón de la Barca de San Pedro, situado entre las coordenadas X: 214031 e Y: 4031557 del plano digital del Instituto de Cartografía de Andalucía.
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