Es 11 de marzo de 2021. Cae la tarde en el campo de Almansa. Un sol que apenas calienta ya se esconde poco a poco tras el horizonte. Los haces de luz se cuelan entre la verja metálica que rodea a la residencia canina y felina de Cinocan, un área de más de 12.000 metros cuadrados enclavada en la estepa manchega. Accedemos al recinto y nos encontramos con una de las usuarias del servicio, quien nos da la bienvenida y comenta: «¿No conocíais a Jorge ni su trabajo? Os va a encantar. Yo no puedo estar más contenta y mi perrita más aún. Cuando vengo a recogerla nunca se quiere ir».
Tras la inesperada recomendación y en este escenario conocemos a Jorge Rubio, quien admite estar un poco nervioso por el día vivido. Hacía pocas horas que se había hecho el anuncio oficial: él será el próximo administrador del albergue municipal de Almansa. Jorge nos muestra todas las zonas que componen la residencia, a la vez que confiesa el trabajo que le ha costado desarrollar su talento como cuidador y adiestrador canino. Después de comprobar la calidad del recinto de Cinocan (habilitado para 24 animales) y conocer a alguno de sus habitantes (incluyendo a Sky, el perro de Jorge), el nuevo administrador del albergue accede a responder a nuestras preguntas.
¿Quién es Jorge Rubio?
El gerente de Cinocan encaja perfectamente en el concepto popular de «currante». Ha trabajado en una gran diversidad de empleos desde 1984: cumple casi 40 años de vida laboral. Desde hace más de un lustro es adiestrador canino. Trabaja el refuerzo positivo con los peludos, el rastreo y modalidades competitivas como el agility.
Mientras nos comenta su preparación, le preguntamos si se considera un gran apasionado de los perros. Jorge responde al instante: «Me gustan mucho, pero no lo consideraría “pasión”. No me gusta humanizar a los animales. Cuando veo al perro de un extraño no le toco, le dejo su espacio, ya que es él quien debe permitir que me acerque. He tenido 11 perros a lo largo de mi vida, pienso que se me dan bien y que siempre están a gusto conmigo. Digamos que no tengo una pasión desmedida, sino un “amor racional” por ellos».
Su lucha por poder desarrollar su residencia animal le llevó años: «Fue en la pasada crisis cuando me lancé a realizar el proyecto de Cinocan y ha supuesto mucho esfuerzo conseguir todas las licencias y requisitos legales para poder sacarlo adelante. Al principio costó, pero ahora puedo decir que tengo una clientela fiel y estable de unos 400 clientes».
Nueva etapa en el albergue municipal
La decisión final estuvo muy ajustada. El proyecto de Cinocan para el albergue de Almansa obtuvo la mayor puntuación por parte de los técnicos de Medio Ambiente, pero con una diferencia de menos de un punto con respecto a la de la segunda empresa que licitó: la murciana Esprineco, salpicada por el escándalo.
Uno de los puntos que hicieron decantar la balanza a favor de Cinocan fue la posibilidad de poder albergar a otro tipo de animales que no fueran perros y gatos. Rubio comenta: «Tendremos que tratar este aspecto con la Consejería de Agricultura, pero estoy abierto a poder acoger a otro tipo de animales».
Sensibilización para más de 1.000 personas
Otro de los aspectos en los que Cinocan destacó por encima de su competencia fue el área de sensibilización. Jorge está preparando un plan de concienciación contra el abandono animal para llevar a los colegios de la ciudad. El programa, calcula, alcanzará un impacto de más de 1.000 personas. «Quiero hacer saber a los más pequeños lo importante que es cuidar bien de un perro y cómo se sienten estos animales al ser abandonados. Además, retomaré las actividades que se realizaban en colaboración con el alumnado del centro de educación especial de Asprona», explica Rubio.
Los gatos del albergue
Saca el tema de los gatos el propio Jorge, ya que quiere dejar claro que, por lo general, los felinos no un tipo de animal adecuado para vivir en un albergue. «Los perros aún se pueden acostumbrar, pero un gato no. Más aún, cuando los que habitan el albergue están “asilvestrados”. Donde mejor se controla y viven los felinos es en las colonias. Debemos mentalizar a los vecinos de ello. Además, las colonias no afectan la Salud Pública ni nada por el estilo. Allí están atendidas por voluntarios/as y viven bien. La aplicación del protocolo CES es lo ideal para estos animales», defiende el nuevo administrador del albergue.
Los puntos fuertes del programa de Jorge Rubio
Le preguntamos al gerente de Cinocan sobre los puntos fuertes de su plan para con el albergue, a lo que él responde: «Podría decir que el primero de todos es que tengo la experiencia de llevar una residencia. Por otra parte, intentaré crear una pista de adiestramiento o agility para que los perros puedan desconectar de su rutina diaria en el albergue».
Jorge asegura que trabajará de sol a sol para asegurar la mayor calidad de vida posible a los animales del albergue. «Sé que será un gran esfuerzo, pero voy a ir todos los días, de lunes a domingo, a alimentar a los perros y a comprobar su buen estado».
¿Trabajará con asociaciones y voluntariado?
Jorge Rubio lo tiene claro. Se apoyará en las asociaciones y la red de voluntariado existente en la ciudad para poder mejorar la vida de los animales del albergue. «Me gustaría contar con todas aquellas personas que tengan un mínimo de experiencia o formación y que demuestren actitud para ayudar en lo que puedan a los perros y gatos sin dueño».
Un aluvión de buenos comentarios
«Me alegro mucho, es una persona interesada en los animales y seguro que todos ellos estarán bien con Jorge». «Una gran persona, lo llevará genial». «Enhorabuena, con su llegada habrá un mejor futuro para los animales de Almansa». Estos son algunos de los comentarios que la ciudadanía escribió en los perfiles de redes sociales de este diario, tras hacer pública la adjudicación del albergue a Cinocan. Se los enseñamos a Jorge.
Él sonríe con muecas de nerviosismo, casi al borde de sonrojarse, y responde: «Siento un gran orgullo y, al mismo tiempo, comprendo la responsabilidad que conllevará mi trabajo. Siento un poco de vértigo, pero tengo la intención y las ganas de hacerlo lo mejor posible. Siempre digo que el principal crítico que tengo soy yo mismo. Me encontraré con muchas trabas, la principal es que el albergue no reúne las condiciones adecuadas, pero veo con una buena actitud al Ayuntamiento y sé que mejorarán las instalaciones».