Entrevista a Fufi, el pintor invencible de Almansa | Sin duda para mí es una entrevista especial. Desde pequeño me encantan sus cuadros. Cuando Flo me dijo que tenía la oportunidad de charlar con él me interesé mucho, para mí es toda una alegría e incluso un honor. A más de uno le parecerán exageradas estas palabras, pero los que creemos en su arte sabemos que el tiempo nos dará la razón.
Quedamos por llamada telefónica y creo que ambos estamos un tanto nerviosos por hacer esta entrevista. Cuando el tono de línea interrumpe su intermitencia conozco por primera vez su voz: ronca pero que denota cercanía y humildad. Una voz de artista, curtida por sus tres pasiones: el café, el tabaco y el óleo. Le saludo desde el respeto y la admiración que le tengo como artista y tras las formalidades habituales, si cabe en esta ocasión transmitidas con más cariño, comenzamos a charlar.
Actualmente vive en Villarrobledo, en una residencia para mayores tutelada por la Diputación. Fufi se encuentra muy feliz ahí, digamos que tiene la calidad de vida que necesita para poder mantener una libertad que disfruta y a su vez dedicar su tiempo libre a lo que más le apasiona: la pintura.
Tiene muy claro cómo tratar a las personas que le cuidan: «Hay unas señoras, que son las que mandan aquí, que son mujeres de bandera. Además de inteligentes y listas, son buenas y me hacen sentirme muy bien».
Donde sucede la magia
Él hace su día normal, realiza sus pequeñas tareas o encargos que trae la rutina habitual y luego, conforme el sol comienza a descender, comienza la magia en un pequeño cuarto. Fufi se arma con sus pinceles y sus pinturas para crear obras que nos transportan a otros mundos. «La pintura es mi vida, me da felicidad y me hace muy bien», explica para añadir: «será que la noche me inspira y encuentro más desarrollo, puedo tirarme pintando hasta las tres de la mañana, por eso luego al día siguiente me suelo levantar tarde, a mediodía o así».
Estos últimos días he podido observar la colección y muestra del último año y medio, la colección «Reversible» o «Erótica» por aquello de que es la que ha realizado a sus 69 años de edad. Con solo un simple vistazo pude comprender que Fufi no se mantiene estático y desarrolla pequeñas variaciones en su estilo único y genuino: el «Fufismo». Esto se puede ver tanto en los métodos que utiliza como en los motivos o personajes que refleja en sus obras. Le pregunto sobre ello. «Los últimos cuadros son algo diferente, estoy utilizando la técnica del arrastre, dejando a un lado los pinceles y me está gustando mucho lo que sale… Mientras tanto pues dibujo lo de siempre: pinto una virgen o pinto un cristo… Lo que me venga de inspiración».
El proceso de creación
Los sentimientos que Fufi puede tener durante el proceso creativo se transmiten en la obra final sin duda alguna. Quizás sea este uno de los aspectos por los que otorgo tanto valor a ella. Aun así, quiero saber más sobre el proceso creativo: «¿Cómo te sientes a la hora de pintar? ¿Te dejas llevar o persigues una idea?», le preguntó.
«Cuando estoy pintando me dejo llevar, el pincel va por allí y por allá, igual que los colores, pero tengo mis pensamientos y en todo momento estoy dándole vueltas a la cabeza… Es una sensación muy bonita», explica con la ilusión y sencillez del primer día: «Todo lo que sientes y te pasa en el día acaba saliendo delante del cuadro. En cada obra me dejo la piel, ahí dejo todos mis sentimientos».
Tiene claro que cuando está feliz, los cuadros le salen mejor: «Por eso cuando estoy decaído no suelo pintar, pero normalmente estoy alegre. Me levanto y pienso: “Qué día más bueno hace hoy, seguro que viene algún tonto y me lo jode”». [Risas]
Para nuestro amigo artista, el proceso de creación es una especie de coreografía satisfactoria en sí misma: «Quiero pintar de rojo… y ahí tengo el rojo a mi alcance. Que quiero coger el verde… el verde está al lado… Y así va saliendo todo, no como algo mecánico, sino como una inspiración grande y me siento muy bien», narra.
Reconoce que hay ocasiones en las que le da miedo empezar a manchar el lienzo «grande y hermoso», pero que deja que la inspiración le guíe: «Sin darme cuenta lo he empezado y una vez empezado ya está en marcha y enseguida está acabado».
Nadie es más que nadie
A todo esto, le añadimos que es un amante de la música, especialmente de la clásica, y que siempre que puede aprovecha sus tiempos de pintura para armonizarlos con las melodías de los grandes compositores de la historia. «Desde los 15 años, recuerdo que un profesor nos dio una lección de música y nos puso discos de Beethoven y de esa época», rememora para lanzarse a afirmar: «Hasta hace poco, que me he modernizado, ahora escucho muchas más tipos de música… hasta Manolo Escobar y Julio Iglesias», me cuenta entre risas.
Pero de todos los compositores clásicos, Fufi admira especialmente a Sebastian Bach: «Para mí es el mejor», en seguida quiere matizar sus palabras: «Pero nunca hay que comparar, ni en los músicos ni con los pintores… Cada uno es uno mismo y nadie es más que nadie. Yo soy lo que soy y soy lo que pinto, tu eres lo que eres y lo que pintas, cada uno desarrolla lo que sabe y lo que tiene dentro». El arte no es una competición para Fufi, sino más bien una misión para hacer un mundo mejor.
En este momento de la entrevista quiero saber su opinión sobre la mano de la industria en el mundo de la cultura: «Al final lo convierte todo en basura», sentencia rápidamente. «De cualquier cosa hacen arte y eso no es así».
¿Un consejo para hacer verdadero arte? «Lo primero es disfrutar con lo que se hace, pasarlo bien es lo principal, lo demás ya vendrá. Yo siempre he creído en las cosas sencillas, en las cosas humildes, no en la cultura de masas… Digo yo».
No querer volver atrás
Fufi es un artista que nos puede enseñar muchas lecciones. Una de ellas es la valiosa lección de superación como persona con discapacidad. Otra de ellas es, precisamente, por la que le quiero preguntar: ¿Cómo vivió el avance de los tiempos y el paso de la Transición como artista?
«Aquellos tiempos fueron bastante negros. Vivíamos, pero estábamos metidos en la ignorancia. Luego llegó la Transición y parece que la cosa cambió, aunque aún sigue habiendo algo de aquello. Sí, de la época de Franco todavía hay cosas que hay que pulir, trabajar… Todavía hay mayores que piensan como entonces. Pero lo que de verdad me da pena es que los muchachos jovencitos piensen así, como los antiguos, me da mucha pena…», reflexiona. «Hay algún partido político como VOX que no creen en los partidos democráticos, no entiendo como hay nazis que puedan tener voz y voto, de verdad que no lo entiendo».
Le transmito a Fufi mi sincera creencia de que la música de antes era mejor que la de ahora. El responde: «No eso no es así, es lo mismo. Los artistas saben aflorar en cualquier tipo de época, el tiempo pasado no tiene porqué ser mejor».
Las preguntas de oro para Fufi
Lectores y lectoras asiduos a La Tinta de Almansa sabrán que siempre hago dos preguntas a los entrevistados más interesantes. Vamos con las respuestas de Fufi.
¿Qué le dirías a un niño cuyo sueño es ser pintor?: «Seguramente le diría que estudie empresariales [Risas] … Que haga algo que le de dinero, porque de esto no se puede vivir. Pero realmente si es algo que quiere con todo su corazón, no hay nada más bonito que trabajar en lo que uno más le gusta. Yo por ejemplo pinto desde que tenía 4 o 5 años y ahora la pintura es mi vida. Con mi pintura y mi música ya soy feliz».
¿Cuándo has sido realmente feliz?: «Los 15 años que estuve con mis sobrinos, cuando pude verlos crecer, esa ha sido la época más feliz de mi vida. Eso a nivel personal, a nivel de pintura cuando estuve en el centro en Albacete, donde tenía unas vistas al campo preciosas y empecé grandes cuadros, dedicando mi trabajo a pintar y a hacer exposiciones. Fue una época muy bonita».
Una época para recordar que se vio truncada, según palabras que me dice el pintor, «cuando llegó ese que jode y me quiso joder». Pero yo le respondo: «Te quiere joder, pero no puede, porque tiene los diente metidos para adentro» (es el título de uno de sus cuadros). A lo que él, muy contento me contesta: «¡Cómo lo sabes Víctor! ¡Qué listo eres! ¡Así es!».
Más valioso que todo Picasso
Le digo más títulos de cuadros suyos que me han encantado de esta última «hornada», como por ejemplo «En esta vida hay que ir con mil ojos… y con casco» o «Dios Yo dando voces». Y le digo que estoy deseando hacerme con alguno de ellos para colgarlo en un lugar privilegiado de mi casa.
Rápidamente me corta y me dice con una sonrisa que se traslada hasta por llamada telefónica: «Que sepas que te vas a hacer rico, porque un cuadro mío va a valer más que todos los de Picasso juntos». [Risas]
Yo también lo creo. Y si acaso no superan su valor monetario, sin duda, para Almansa, un cuadro de Fufi siempre será de mayor valor que la pinacoteca al completo del mejor museo del mundo.
Para despedirnos nos mandamos sendas bendiciones y quedamos en vernos en persona, aquí en Almansa o en Villarrobledo. De veras espero, de corazón, que no se termine el arte de Fufi y que pueda seguir produciendo sus maravillosas obras por muchos años más. Un artista integral que no se ha rendido, que no se marchita, al contrario: sigue floreciendo.
El destino ha querido que esta entrevista se publique el día de sus cumpleaños. Desde aquí, nuestro mensaje de cariño: ¡Feliz cumpleaños Fufi!
Puedes acceder a la colección de cuadros y hacerte con uno de ellos mediante el siguiente perfil de Instagram: