Andrea Martínez Teruel tiene 16 años y comenzará Bachillerato el próximo curso. Quiere estudiar una Ingeniería, aunque la natación le ocupa «casi todo el tiempo». Este deporte es uno de los centros vitales para la joven almanseña. Ha batido ya múltiples marcas y este año se ha clasificado entre las 10 mejores nadadoras de su año en el Campeonato de España Absoluto y Júnior de Natación.
Regresa a casa habiendo alcanzado la sexta posición en la prueba de los 100 braza de su categoría con un tiempo de 1,15″, siendo la 23ª clasificada absoluta. Además, durante la competición pudo cumplir uno de sus sueños: conocer a las nadadoras olímpicas del CN Sant Andreu, recién llegadas de Tokio.
¿Sabes ya qué rama de Ingeniería te interesa?
En principio, me gustaría estudiar Ingeniería Matemática. Sé que es complicado, pero creo que el deporte te ayuda a organizarte. Como tienes poco tiempo, al final tienes que centrarte mucho en lo que de verdad quieres. Me gustan los retos, lo difícil.
¿Cómo empezó tu pasión por la natación?
De pequeña me apuntaron a varios deportes, como a todos los niños. Al final, me quedé con este: siempre pasa que encajas mejor en uno, con la actividad, con la gente. Empecé a competir con siete u ocho años, muy pequeñita.
¿Ha sido este tu mejor año hasta ahora?
Yo creo que sí, ha sido el año con más fuerza mental. Eso es muy importante. A veces, lo más difícil no es entrenar el cuerpo en el gimnasio o en la piscina: la presión, las dudas, las inseguridades, el «y si…», las expectativas de todo el mundo, etcétera; son mucho más peligrosas que no haber entrenado lo suficiente. A pesar de todo, llega un momento en que tienes que disfrutar y dejarte llevar, saber que has hecho tu trabajo. Al final, es cuando mejor salen las cosas: cuando consigues alejarte de la presión.
Cuando ganas o pierdes, ¿de quiénes te acuerdas?
De mi entrenador, que es la única persona que siempre me ve, ya que este año mis padres no podían entrar por las circunstancias sanitarias. Aún así, también me acuerdo de ellos, que me han dado apoyo y libertad siempre.
¿Un momento feliz que enmarcarías?
[Se queda en silencio, pensativa]. En Puertollano, en 2019, cuando hice la mínima del 200. Esa prueba siempre se me ha atragantado, pero lo conseguí.
¿Cómo ves la situación de la mujer dentro del deporte de la natación?
Hay diferencias en los tiempos, por ejemplo, ya que los chicos tienen más fuerza. Pero en lo que a discriminación se refiere, por lo menos hacia mí, nunca me ha pasado nada. Con mis compañeros siempre ha ido todo genial, hemos podido competir y entrenar juntos.
¿Cuáles son tus referentes?
Las nadadoras olímpicas. Me gustaría verme ahí algún día, pero soy realista y sé que requiere mucho esfuerzo.
¿Qué le dirías a una niña que quiere hacer natación pero no se atreve?
Que se lo va a pasar genial. A pesar de ser un deporte individual, se hace mucho grupo. Que se atreva, que se divierta. Hay que venir a disfrutar, es un deporte muy divertido.
¿Por último, qué sientes cuando recibes tanto ánimo y alegría por parte de la población almanseña?
Súper orgullosa pero presionada, quizás. Supongo que esperarán más… no sé, poco a poco.
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