El bus urbano de Almansa no atiende debidamente a las necesidades de las personas con movilidad reducida según denuncia IU. La formación denuncia que el servicio de autobuses recibe desde hace tiempo y de forma habitual quejas por no desplegar la plataforma destinada a facilitar la subida y bajada de usuarios con problemas de movimiento. No obstante, los vehículos no cuentan con libro de reclamaciones, lo que lleva a que muchas de las demandas no lleguen a ningún sitio.

La portavoz de Izquierda Unida Laura Fernández Giner resalta que las quejas de los usuarios se remontan a años atrás. La plataforma, habilitada y en buen estado comentan desde IU, «no se baja a no ser que los usuarios vayan en silla de ruedas o con elementos visibles que indiquen problemas de movilidad», dando lugar a un «servicio precario». Esto supone un problema para personas con dificultades en varias de las paradas de Almansa. La concejala pone como ejemplo la última parada en la calle Corredera, en la esquina con Doña Violante, o la parada de la parte alta de la calle San Antonio, lugares en los que «el bus queda en una posición donde para bajar se tiene que dar un salto importante», algo que «puede suponer un peligro».

IU critica el servicio del bus urbano para los usuarios de movilidad reducida

«No tenemos por qué dar explicaciones al conductor pero si se pide el servicio, la plataforma se tiene que bajar», comenta la edil. «Además, hay necesidades en el sentido de la movilidad que no son visibles, o que no tienen por qué serlo», añade. A esta situación, hay que añadir la falta de libros de reclamaciones en el interior de los autobuses, lo que lleva en muchos casos a que las quejas no queden registradas ni se pongan en comunicación de nadie. «No se sabe la cantidad de reclamaciones por esto», indica Laura Fernández, y considera la falta del libro un «perjuicio para los usuarios» dado que para realizar la reclamación en este caso «habría que esperar a que la policía llegara para ponerla», paralizando el servicio y molestando al resto de viajeros.

El servicio municipal de autobuses continúa su funcionamiento a partir de un pliego en vigor desde el año 2007. Desde Izquierda Unida afean que, por esta razón, «el servicio lleva prácticamente 15 años sin renovaciones». «Hay una prórroga fuera de la legalidad, las condiciones del servicio no han cambiado y esto solo puede llevarnos a la precariedad». En este sentido, IU resalta que propuestas de de cambio de horarios para adaptar el horario de los autobuses a la entrada y salida de los centros escolares no han sido respondidas en ningún caso. «Hemos perdido el control sobre el servicio y, si no fuera por la oposición, no se hablaría del bus», lamenta la portavoz.

Desde Izquierda Unida resaltan la necesidad de «fiscalizar estos temas», y confirman que hablarán con el concejal de Servicios del Ayuntamiento para que este llame la atención a la empresa que desarrolla el servicio. «Si el caso se llevara al Tribunal de Cuentas», habla Fernández en relación a la prórroga del pliego desde 2007, «no sabemos en qué términos quedaría el Ayuntamiento local».