La pandemia ha entorpecido las movilizaciones por el Día Internacional de la Mujer, pero no la lucha de las feministas. En lugar de manifestaciones masivas, este 8-M, asociaciones, sindicatos y ayuntamientos han buscado alternativas para mantener viva la lucha por la igualdad en un momento en que la crisis económica y social ha golpeado aún con más dureza a las mujeres, sobre las que recaen la mayoría de cuidados. Y así, en el mes de febrero se registró que el 66% de las personas desempleadas en Almansa fueron mujeres, frente al 33% de hombres en paro, siendo el sector de los servicios el más afectado.
La brecha salarial y el apoyo a las mujeres que estuvieron en primera línea durante la pandemia fueron dos de los ejes del manifiesto que leyó Anna Janina Sterkowiec, presidenta de Almansa Feminista, el pasado sábado, durante el acto convocado por la asociación frente a las escaleras del Castillo. La concentración tuvo que afrontarse con creatividad para respetar todas las medidas de seguridad: los y las asistentes se colocaron sobre una señalización —a 2 metros de distancia de la siguiente—, todo el mundo llevaba mascarilla y hubo presencial policial, para controlar el aforo y el tráfico en la Plaza de Santa María. Además, tuvo lugar una batucada integrada solo por mujeres.
Sterkowiec expresó que las feministas se hallan «muy indignadas» con el trato recibido durante las últimas semanas. «Sólo queremos igualdad con el resto de las organizaciones, asociaciones y gremios, que se han manifestado sin críticas», defendió, micrófono en mano. Delante de ella, tres integrantes de Almansa Feminista sostenían una pancarta que rezaba el lema: «Emergencia social: Feminismo esencial».
📹 VÍDEO | Acto simbólico de Almansa Feminista por el #8M2021 Se guardó la distancia de seguridad y se controló el aforo. pic.twitter.com/evH7xpj0cA
— La Tinta de Almansa (@TintaDeAlmansa) March 8, 2021
Además, la presidenta reivindicó la «irritación» del colectivo feminista, tras la decisión de prohibir las concentraciones feministas en la capital, tomada por el delegado de Gobierno en Madrid, pues iba a tratarse de un acto «similar al que celebramos hoy aquí». Ante esto, proclamó su solidaridad con las feministas de Madrid y agradeció la presencia de los vecinos y vecinas que allí acudieron y respetó la ausencia de quienes se quedaron en casa «ante la avalancha de críticas o por convicción».
Sterkowiec animó a que se celebre y reivindique el feminismo «con voz alta y clara», pero con prudencia e imaginación. Y defendió que ya habrá lugar para «llenar las calles, el año que viene». Este es «un año más, en el que las mujeres decimos que no hay futuro si no es feminista. La igualdad legal no significa igualdad real. Son múltiples las discriminaciones a las que estamos sometidas las mujeres por el simple hecho de serlo», afirmó, y destacó «que no queremos más que nadie, pero tampoco menos; que no nos conformamos y que somos muchas, estamos unidas y organizadas, con una agenda que lucha por el reconocimiento de los derechos humanos para las mujeres».
Ante el aluvión de críticas expresó: «Llegamos a 2021 vapuleadas por una parte de la opinión pública, por ciertos partidos políticos y algunos medios de comunicación. Pero este nefasto 2020 nos ha dado la razón. Hemos sido las mujeres quienes hemos cargado con el trabajo de los cuidados, quienes ocupamos los puestos más precarios, a pesar de que algunos son considerados los más esenciales: limpieza, comercio local, servicios sociosanitarios, atención domiciliaria o enseñanza». Además, resaltó que las mujeres «fuimos las primeras que cambiamos nuestras horas de trabajo para confeccionar mascarillas, cuidar de ancianos o niños».
Por otro lado, destacó que las mujeres son quienes han vivido múltiples formas de violencia que menoscaban su libertad y dignidad: asesinatos machistas, mutilación genital, vientres de alquiler, trata de mujeres con fines de explotación sexual, acoso sexual en el trabajo, matrimonios concertados, maltrato y desprecio por parte de la pareja o expareja… Y dio una cifra como clave de todo esto: en abril de 2020, durante el confinamiento, las llamadas al 016 crecieron un 60%. En el caso de Melilla, se incrementan en un 600% con respecto a 2019, en junio.
Por último, Sterkowiec revindicó que las mujeres son un pilar fundamental para reconstruir la economía y la sociedad. Por ello, exigió la igualdad de oportunidades en el ámbito laboral, pues «el año pandémico comenzó con 180.000 mujeres en paro en la provincia, y terminó con 263.000». En nuestra ciudad, dijo, los datos no son mejores. Hay 1.734 mujeres desempleadas, que suponen el 66% del total de personas en paro en Almansa.
El discurso también apoyó un sistema de justicia más justo y denunció que el 90% de las interrupciones del embarazo se den en clínicas privadas, pues la objeción de conciencia del personal médico se presenta como una traba que dificulta el derecho de abortar libremente y con todas las garantías, previsto por la Ley.
En definitiva, se reivindicó el 8-M como «referencia por una sociedad más justa, más equitativa y más libre» para todas. El acto culminó con un grito coreado por todos y todas las asistentes: «Almansa, escucha, mujeres en la lucha».
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