El equipo de Gobierno de Almansa elabora estos días un registro de personas mayores que viven solas. El objetivo es dar respuesta a las situaciones que los servicios sociales han conocido durante el confinamiento, la desescalada de la pandemia y de cara a esta segunda ola.
En Almansa hay cerca de 800 personas mayores de 80 años que viven solas en su hogar. De ellas, al rededor de 400 no cuentan con una red de ayuda social, como el servicio de teleasistencia o ayuda a domicilio que prestan los Servicios Sociales.
El registro está gestionado por el área de Mayores y Servicios Sociales, con la finalidad de poder realizar un seguimiento y cubrir, llegado el caso, las necesidades de las personas mayores que viven solas en sus casas. La concejala delegada del área, Margarita Sánchez, compareció ante los medios para detallar la metodología y utilidades de este registro, junto con el Alcalde de Almansa, Javier Sánchez Roselló, y el director del centro de Servicios Sociales, Andrés Candel.
El Alcalde de la ciudad explicó que, durante el confinamiento y en meses posteriores vieron «una necesidad muy importante por parte de las personas mayores de ser atendidas». Eso «fue óbice» para que se iniciara el registro. «Se trata de una relación de personas mayores vulnerables que viven solas, no solo en su domicilio, sino que no tienen familiares que puedan atenderlas en la ciudad, ni vecinos, ni amigos; que no tengan una red de apoyo en la ciudad que pueda ayudarles a atender sus necesidades básicas, y más en caso de una emergencia sanitaria», explicó Candel.
Llevan trabajando «semanas» en la realización de este registro, para lo cual han partido del Padrón municipal del Ayuntamiento. «Tenemos una radiografía administrativa de cuántas personas existen, que hemos cruzado con las bases de datos de los Servicios Sociales. De este modo, se ha comprobado cuáles contaban con un servicio de teleasistencia o ayuda a domicilio, que cubriría esa necesidad de atención social», expuso el técnico. Se han quedado, así, con unas 400 personas. Posteriormente, se determinará quiénes «realmente lo necesitan».
El objetivo: crear una red de apoyo antes de vivir otra emergencia sanitaria
Esto «parte de la preocupación que hemos tenido durante los meses de confinamiento, durante los cuáles hemos atendido a cientos de personas. Sin embargo, nos quedaba la duda de cuántas más podría haber en esta situación y que desconocemos, aquellas a las que no hemos llegado a través del Ayuntamiento, ni de Cruz Roja o Policía Local», detalló Candel.
Una vez determinado quién necesita ayuda social, la concejalía enviará una carta y un pequeño cuestionario para determinar el nivel de autonomía del destinatario. En caso de que no puedan contestar el formulario por no estar capacitados, pueden llamar por teléfono para contestarlo. «El objetivo es tener acceso a esas personas por si se determinaran nuevos confinamientos domiciliarios. También analizaríamos por qué esas personas no tienen servicios de teleasistencia o ayuda domiciliaria para informarles y ver si podemos concedérselos para mejorar su calidad de vida». Una vez terminada esta ronda de contactos, no descartan bajar la edad y comenzar a atender a personas menores de 80 años.
