Poner el castillo de Almansa bajo asedio, al más puro estilo medieval. Esa ha sido la intención de un grupo de en torno a 20 personas que, a primera hora de la mañana de este miércoles, formaba un cerco alrededor de la construcción. Los atacantes, cubiertos por pasamontañas para proteger su identidad, iban «armados» con hondas y pequeñas rocas, a imagen y semejanza del rey David en su batalla contra Goliat. Las causas de la ofensiva, parece ser, tendrían que ver con unas viejas rencillas entre la localidad castellanomanchega y Ayora, de donde provendrían los asaltantes.
Una antigua disputa forjada en piedra
Después de rodear la edificación, los asaltantes pusieron la Torre del Homenaje en la mira de sus armas y comenzaron a gritar sus motivos. «¡Devolvednos nuestras piedras!» han escuchado los vecinos que habitan en las casas incrustadas en el castillo. Se trata de una reclamación fundada en un teórico robo por parte del pueblo de Almansa a los recursos minerales de la vecina localidad valenciana.
No se sabe a ciencia cierta en qué momento se produjo, pues algunos culpan a los almanseños del saqueo borbónico al municipio de Ayora y su castillo durante la Guerra de Sucesión. Mientras, otros no fechan la afrenta en ningún momento particular, pero defienden que para una de las restauraciones de los muros del castillo se tomaron prestadas piedras ayorinas. Otras fuentes directamente aseguran que todo es una leyenda urbana. Sea como fuere, 20 seguidores de estas «teorías de la conspiración» han querido llevar a la calle sus reivindicaciones. De una forma no demasiado dialogante además.
El ataque de Ayora se sofoca sin mayores problemas
Ante la amenaza que se cernía sobre el emblema de la localidad, una vecina de Almansa cuya identidad mantendremos en el anonimato por posibles represalias, decidió salir a confrontar a los asaltantes. La mujer, de 82 años de edad, se paró frente al cabecilla del grupo y le espetó que su ataque carecía de sentido. «¡Pedís que os devolvamos las piedras, pero nos atacáis con más piedras!», ha clamado la señora. «Pues estas sí nos las pensamos quedar», ha añadido. El argumento de la señora causó una importante conmoción en las filas enemigas que, confundidas, optaron por emprender el camino de retirada.
A pesar de lo extraordinario de la situación, este evento habrá pasado inadvertido para la mayoría de los vecinos de Almansa. Solo los más madrugadores, residentes de la zona cercana al Paseo de las Huertas y la Plaza Santa María han sido capaces de ver el desarrollo del conflicto. Además, su rápida resolución ha llevado a que no fuera necesario ningún tipo de aviso a los cuerpos de Policía ni de la Guardia Civil. Tampoco se lamentan heridos en el incidente.
Fuentes del propio Valle de Ayora cuentan a este medio que se ha podido ver a los asaltantes de vuelta por la Balsica Mayor en torno a las 9 de la mañana. No obstante, ante un posible nuevo conato de ataque, se recomienda a la población de Almansa que mantenga la vigilancia en los alrededores de El Mugrón y en el acceso por la zona de Los Rosales.
Quizás te interese:
3 respuestas
Bonita historia, en cualquier caso
Una inocentada? Tiene todas las papeletas….
Me parece muy bien que se sancione a los que mean por las calles del pueblo y en los portales de las casas, pero si vas por el campo y te entra una necesidad pues la haces como lo hacen los animales y nadie los multa. Más vale y tomaran medidas con los que tiran las basuras por el campo y en los márgenes de las carreteras y vías del tren. Que está el pueblo y los alrededores llenos de residuos y el responsable de medio ambiente no hace ni caso ya que le puse en conocimiento de esto y como si nada.