23/08/2025

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Jesús Gómez Cortés, el profesor que hizo de la historia de Almansa una pasión colectiva: «Busco sembrar la curiosidad»

Entrevistamos al docente querido, al historiador riguroso, al hombre comprometido con lo social. ¿Qué recuerda de su infancia? ¿Qué espera de su vocación?
Jesús Gómez Cortés

Llega puntual, a las 10:00 en punto. Se presenta con una sonrisa de oreja a oreja y toma asiento —siempre a la sombra—. Poco a poco, comienza a desgranar su historia, con calma, con pausa, decidido a no dejarse nada en el tintero. Apenas han pasado unos minutos cuando descuelga el teléfono para atender una llamada importante: su último libro, Crónicas para el recuerdo, se agota en las librerías. Toca preparar una nueva edición.

Jesús Gómez Cortés es ese profesor que nunca tuvo que hacer las maletas. Cercano, apasionado, entregado a su vocación y con un «afán de enseñar» que cala. Lo confirman sus alumnos y alumnas, quienes, cuando se les pregunta por él, solo tienen palabras bonitas y de agradecimiento.

Investigador, historiador, amante de las letras y de la historia, Jesús sigue siendo un hombre guiado por esa vocación. Esa que aún lo persigue e inspira para seguir contando curiosidades. Reconoce que lo hace sin la intención de buscar la cita perfecta ni el titular ideal, simplemente con el propósito de «sembrar la curiosidad».

Jesús Gómez Cortés

Una infancia feliz

Desde muy pequeño, Jesús supo que su camino estaría ligado a la historia. Su infancia transcurrió entre los muros del Colegio Episcopal, cuando aún era EGB, y más tarde en el IES José Conde, que, décadas después, acabó siendo el lugar donde pasaría toda su vida laboral como profesor de Historia.

Recuerda con nitidez la luminosidad de su colegio, en contraste con «los solares un tanto obsoletos, oscuros y viejos» de otros centros. Comparte con nosotros que, hace apenas unos días, se reencontró con sus compañeros de clase con motivo del 50 aniversario del nombramiento de lo que hoy conocemos como el IES José Conde y que, sus antiguos colegas del Bachillerato le recordaron cómo, en séptimo y octavo, con apenas 12 o 13 años, ya explicaba en la pizarra la Segunda Guerra Mundial.

La semilla de una pasión sembrada en casa

No fue un estudiante brillante en todas las materias, admite sin pudor, pero con la historia siempre tuvo gran desparpajo. «Una vocación muy clara», que quería alimentar constantemente con la lectura. Sus padres, fieles amantes de los libros, y la Biblioteca Municipal de la calle San Francisco fueron su principal cantera. Empezó con los cómics y, como él mismo expresa «hay que empezar leyendo lo que sea; luego ya se irá formando el gusto».

Esa vocación se fue amarrando poco a poco con la influencia de sus profesores de Historia: Francisco Tirado, Luis Ariño o Rafael Piqueras, de los pioneros en introducir historia local en sus clases. Años después, Jesús hizo lo mismo con sus alumnos. «Creo que conocer tu propia historia es mucho más motivador que poner ejemplos de otras latitudes más lejanas. En ese afán he puesto mucha pasión y, aunque no llega a todo el mundo, sí alcanza a un número significativo de personas que luego evocan esos recuerdos y te paran para decirte: «Oye, cuánto te agradezco»», reconoce.

Jesús gómez tricentenario batalla
Conferencia con motivo del tricentenario de la Batalla de Almansa

En diciembre de 1983, mientras cursaba cuarto de Historia, participó en un congreso en Albacete donde coincidió, de pura casualidad, con otros apasionados de la historia local, como el propio Rafael Piqueras, María José Sánchez (actual archivera municipal), José Luis Simón o Pereda. Aquella sorpresa derivó en la creación de unas conferencias que, en mayo del 1984, dieron lugar a las primeras Jornadas de Estudios Locales, germen de lo que ahora conocemos como la Asociación Torre Grande. Jesús fue presidente durante 14 años.

Terminó la carrera meses más tarde, y durante tres años trabajó en la ordenación del Archivo Municipal de Almansa, «un archivo totalmente desordenado», gracias a unas becas de la JCCM. A la par, disfrutó impartiendo clases de Historia en Casa de Cultura.

Jesús Gómez Cortés: un profesor querido y siempre recordado

Dos años más tarde, en 1987, comenzó su etapa docente en el IES José Conde. Primero como interino, luego como profesor en expectativa de destino y, finalmente, con plaza definitiva, una «rara avis» de la profesión. «Lo normal es recorrer media geografía nacional. Yo tuve suerte: era el único centro de secundaria de la ciudad».

Un profesor de esos que dejan huella, de los que tienen palabras de reconocimiento para el alumno o alumna más brillante, y también una palabra de ánimo para quienes van más rezagados. Algo que caló en su alumnado, dejando un recuerdo gozoso y duradero, «lo mejor de la profesión docente».

presentación libro Jesús
Presentación del libro «Más personajes e historias de Almansa contadas para jóvenes», de Jesús Gómez Cortés, José Antonio Hernández Bravo y Juan Rafael Hernández Bravo

Jesús Gómez Cortés se jubiló el 31 de diciembre de 2020, en plena pandemia y sin una despedida digna de él. Fue su hija Blanca (entonces estudiante) quien llamó a la puerta de muchos de sus antiguos alumnos y alumnas a través de las redes sociales, y juntos prepararon un vídeo de aproximadamente 30-40 minutos con testimonios y palabras de agradecimiento, de personas que, algunas de ellas, hoy en día se dedican a impartir Historia, como en su día hizo Jesús.

Su último libro, Crónicas para el recuerdo, todo un best seller

Su último libro, Crónicas para el recuerdo, recopila una selección de sus columnas de historia, escritas durante los últimos cinco años en el Periódico de Almansa. El ejemplar ha tenido una gran acogida y todos los beneficios han sido destinados al comedor social ‘Esperanza y Vida’.

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Jesús Gómez Cortés durante la presentación de su último libro «Crónicas para el recuerdo»

El artículo más especial del libro, confiesa el propio Jesús, es el que dedica a su padre, Pascual Gómez Arráez. Un texto que fue citado expresamente por la alcaldesa durante la presentación y que recoge con cariño la historia de su padre, patronista formado en la Escuela de Artes y Oficios con el pintor Adolfo Sánchez.

En la actualidad, reconoce tener más tiempo para sentarse, investigar y dedicarle atención a sus hobbies, así como el tiempo necesario —y más— para dirigir el Departamento de Historia del Instituto de Estudios Albacetenses (IEA), tras su nombramiento por parte del nuevo director, Antonio Caulín.

Y así es como Jesús nunca se ha separado de la historia. Porque cuando algo se hace con vocación, te acompaña toda la vida. Jesús Gómez Cortés nunca dejó de ser profesor, ni siquiera cuando dejó el aula. Su deseo de seguir sembrando curiosidad, de despertar el interés, de compartir conocimiento y de hacer accesible el pasado a quienes vienen detrás sigue intacto. Y quizá esa sea la mejor definición de vocación: seguir haciendo lo que amas, incluso cuando ya no es una obligación.

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