Sucedió dos veces: una, el 24 de enero; otra, el 28 del mismo mes. La primera, la Policía Local de Hellín se vio obligada a retirar a un burro suelto que pastaba en una rotonda situada en el centro de la ciudad. La segunda, un asno y un poni trotaban por el casco urbano. Y todos los animales pertenecían al mismo dueño, un vecino de la localidad.
En la primera ocasión la Policía Local informó que, ante el riesgo evidente para el tráfico, y para evitar lesiones importantes tanto a conductores como el propio animal, los agentes se personaron en la zona y, tras asegurarla, procedieron a tranquilizar y atar al burro.
Después, los trasladaron hasta una zona municipal a pie, a la espera de localizar a su propietario, ya que carecía de microchip. El propietario del animal fue localizado y se le hizo entrega del équido, levantándose el acta correspondiente. Pero volvió a suceder.
El 28 de enero los agentes de la Policía Local de Hellín tuvieron que retirar a un burro y un poni que deambulaban por las calles céntricas de la ciudad. Realizadas las averiguaciones oportunas, el propietario de los dos animales fue localizado y se le hizo entrega de los équidos, levantándose el acta correspondiente «otra vez», matizó el cuerpo de seguridad.
En este vídeo publicado por la Policía Local de Hellín se puede observar a los dos animales trotando por la vía urbana: