¿Cómo reacciona nuestra mente al calor?
Las temperaturas tan altas durante la noche producen una hiperexcitación cerebral que aumenta la ansiedad y hace que nos cuesta más conciliar el sueño. Así pues, no conseguimos un buen descanso y nuestro cuerpo no puede hacer las funciones de reparación propias del organismo, en concreto del cerebro.
Rendimos menos, nos sentimos menos productivos añadiendo de esta forma un factor de estrés añadido que puede derivar en una acumulación de la frustración.
También aumenta la irritabilidad y se alteran los niveles de equilibrio de la serotonina y la dopamina. Esto es muy importante, ya que hablamos de dos neurotransmisores relacionados con las emociones.
Las neuronas no funcionan igual de bien con altas temperaturas debido al sobreesfuerzo del organismo, en concreto de las zonas del cerebro. El encéfalo se adapta al calor, y sus consecuencias provocan una disminución de nuestra capacidad de concentración y memoria.
Consejos para cuidar la salud mental en días de calor
En la medida de lo posible debemos planificar aquellas tareas que requieran un esfuerzo de concentración y atención en un horario en el que podamos estar más frescos.
Hay que evitar exponerse al sol en las horas centrales del día, pero no quedarnos quietos sin hacer nada. Debemos poder disfrutar del verano y de todas esas horas de calor. Por esta razón deberíamos buscar actividades que nos hagan disfrutar de ese tiempo manteniendo siempre el requisito de no exponerse al sol.
Por supuesto, debemos adaptar nuestras actividades a la situación climática teniendo especial atención a la práctica del deporte.
Muy importante, hay que beber más líquidos y sin esperar a tener sed. fundamentalmente debemos consumir agua y zumos frutales que se encuentran ligeramente fríos.
Si vas a mantener una conversación delicada con alguna de las personas de tu entorno procura elegir el momento más adecuado. Es decir, si elegimos una hora del día en la que la temperatura sea muy alta nos encontraremos más cansados e irritables, lo que puede desembocar en negativas consecuencias para nuestra salud mental y emocional.
Permanecer en espacios ventilados. En casa, abrir las ventanas solo por la noche y durante el día mantener todo cerrado a cal y canto para que el calor no entre en el hogar.
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